Escrito por: Opinión, Ramsés Pech

Si México fuera Arabia Saudita

México

La despetrolización en otros países será lenta, pero en México sí puede ser rápida; a causa de que tenemos al país de mayor consumo de mercancías (EU) y una logística de bajo costo, cuyo tratado actual permite una mayor exportación

Ramsés Pech

Grupo Caraiva – León & Pech Architects

Desde hace tres décadas, México atraviesa una transición económica, para pasar de un país en vías de desarrollo o emergente hacia una identidad propia en el mundo.

La economía está basada en brindar servicios al sector secundario, de ahí que esta transición no sucede en un contexto económico, tecnológico y de conocimiento. Dicho sector es muy importante, ya que ahí debería estar gran parte de la población económicamente activa (PEA). Pues ahí es donde los negocios nacen y se ejecutan en el país.

Los datos pueden ser acomodados, y sobre todo, ponerlos en un papel para demostrar algo a alguien. Pueden conformar un mensaje, pero no significa que esté ligado a la vida y hogares de las personas.

En México, el salario promedio nacional de la PEA ha disminuido en las últimas dos décadas. Al realizar un análisis, por medio de deflactar y tomando como referencia el valor del dinero en junio de 2023, podemos afirmar que, una persona en el 2000 ganaba mil pesos arriba del salario actual.

Una cosa está clara, las personas no compran gasolina, van al supermercado y la intercambian por comida; o llegan a su casa y comen combustibles. Las personas tienen que alimentarse. Hoy, en las zonas urbanas y metropolitanas, una sola persona en una familia puede sustentar al hogar. La sociedad está perdiendo las oportunidades de crecer económicamente y con conocimiento.

México debe dejar a un lado las grandezas de sueños no consolidados, derivados de una simulación por haber firmado un tratado económico con Estados Unidos y Canadá. Debido a que solo pasamos de ser una economía agrícola a una de servicios y manufactura, esta última con un salario por debajo de lo esperado.

Nuestro presupuesto está basado en 800 mil millones de pesos a más de un billón, depende de cuánto recaude Petróleos Mexicanos (Pemex) dentro de la Ley de Ingresos. Es tiempo de dejar de construir planes ligados a una presentación, empezar a aterrizar a la realidad de las personas, quienes al final, crean el mercado de consumo. Ciertas mercancías, tecnologías o conocimientos tiene que exportarse, dado que no hay una percepción económica en el país que permita acceder a estos. Esto en México debe cambiar ya.

Arabia Saudita es un país en una región altamente conflictiva, a consecuencia de cuestiones bélicas y comerciales. Ahí el petróleo abunda. Además es un punto intermedio que permite exportar a Europa, Asia y a algunas regiones del continente americano. Sin embargo, esta nación está presentando un problema de seguridad presupuestal en el mediano plazo, ante los cambios que podrían ocurrir en el mundo. Por ejemplo, el cómo utilizar la energía primaria para ser convertida en transportadora de energía.

Arabia Saudita tiene un total de población de alrededor de 37 millones de personas. En tanto, 18 millones de ellas pertenecen a la PEA (la mitad de la población activa está empleada en el sector público, lo que supone un gasto del 45% del presupuesto estatal). Se gana un salario promedio de mil 100 dólares mensuales; y el Producto Interno Bruto (PIB) per cápita es de mil 950 dólares. De ahí que, es la economía número 19 en el mundo, referenciando a su PIB.

Richest countries in the world by GDP per capita in 2023

 

Actualmente, esta economía influye internacionalmente; pero dependen de los ingresos relacionados con la exportación de petróleo crudo, gas natural y petrolíferos. Estos representarán alrededor del 60% de los ingresos presupuestarios totales de 2023 a 2024 (aunque por debajo del 90% respecto a hace 10 años); y el PIB petrolero representará el 30% del PIB nominal. Por tanto, Arabia Saudita necesita precios del petróleo por arriba de 80 dólares para equilibrar el presupuesto y reducir el déficit.

El déficit del gobierno de Arabia Saudita aumentó en 80% desde el primer trimestre a 1.4 mil mdd al segundo trimestre de 2023; debido al aumento del gasto en beneficios sociales y gastos de capital. Pero, de acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI), el PIB podría llegar a 1.9% e incrementarse a 2.8% para el 2024, en caso de que las principales economías se contraigan.

La creciente incertidumbre del precio del barril de crudo y la alta dependencia a este por parte de Arabia, limitaría su presencia en el mercado mundial en el mediano plazo. Ante este hecho, esta nación ha empezado a sacar poco a poco los ingresos petroleros.

En 2023 los ingresos del gobierno aumentaron, impulsados ​​principalmente por mayores ingresos no petroleros, pero los recortes de petróleo y la caída de los precios ralentizan la economía de Arabia Saudita. El progreso ha sido lento y la economía sigue dependiendo en gran medida de la energía. El petróleo y los productos estrechamente relacionados, como productos químicos y plásticos, representaron alrededor del 90% de las exportaciones el año pasado.

Frente a esta situación de codependencia al petróleo, para su presupuesto la nación ha creado “La Visión 2030 en Arabia Saudita”; la cual indica el escenario generado por el descenso de las reservas petroleras y, que a su vez, podría causar una caída de los ingresos estatales del país árabe.

La transición a una Arabia sin petróleo se centra en lo siguiente:

El desarrollo económico en actividades no petroleras se orienta hacia el desarrollo urbano, la actividad industrial, comercial y el sector turístico; adicionando a las energías renovables, las cuales se hallan en una fase incipiente. Es posible que, Arabia Saudita concentre su inversión en el desarrollo de los métodos para capturar y almacenar CO₂, sin dejar a la industria de hidrocarburos. Además, está previendo que los fabricantes internacionales establezcan las futuras plantas siderúrgicas, convirtiendo al país en una de las principales proveedoras de acero en los sectores automovilístico, aeronáutico o naval.

La industria de la construcción crecerá considerablemente en los próximos años, debido a los grandes proyectos de desarrollo urbano, turístico y de infraestructura. Esto, electrificará al país con energías que no contaminan. No obstante, Aramco, quien paga alrededor de 150 mil mdd de derechos e impuestos, no va a detener su actividad, pues resultan determinantes para los ingresos estatales saudíes de las próximas tres décadas.

La parte no petrolera espera crecer en forma analizada entre 4 y 6 por ciento. Para que entre 2050 y 2060, dejen de depender del petróleo.

México es un país que depende del petróleo, tiene dentro de su presupuesto a esta variable, la cual no es controlada en su totalidad por Arabia Saudita; miembro principal de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP).

La despetrolización en otros países será lenta, pero en México sí puede ser rápida; a causa de que tenemos al país de mayor consumo de mercancías (EU) y una logística de bajo costo, cuyo tratado actual permite una mayor exportación. Entonces, cabe la cuestión: ¿por qué el miedo de hacer una reforma fiscal cuando tendremos a nuevas empresas en nuestro país, incremento de empleos, y posiblemente una mejora salarial a cada una de las personas que intervengan en el nearshoring?

Es tiempo de sacar ya a Pemex de la Ley de Ingresos. De no hacerlo, estamos destinados a seguir igual: un país del “Casi podemos influir en el mundo económico, financiero y manufacturero al tener nuestras propias tecnologías”. Cabe recordar que, Arabia Saudita es una zona difícil, mientras que México es una zona fácil para intercambios comerciales.

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