Expertos analizaron alternativas para reducir las emisiones contaminantes en el transporte. El propósito fue conocer de expertos los beneficios del uso de biocombustibles como el bioetanol, como una alternativa para reducir las emisiones contaminantes en el transporte
La Comisión de Desarrollo y Conservación Rural, Agrícola y Autosuficiencia Alimentaria, que preside la diputada del PRI, María de Jesús Aguirre Maldonado, y el Consejo Nacional de Granos de los Estados Unidos, realizaron el foro “Hacia el desarrollo de una industria nacional del bioetanol en México”.
El propósito fue conocer de expertos los beneficios del uso de biocombustibles como el bioetanol, como una alternativa para reducir las emisiones contaminantes en el transporte e impulsar el desarrollo del sector agrícola, especialmente de la caña de azúcar para la elaboración de combustible con los excedentes de producción.
Revisar situación actual
Al dar la bienvenida, la diputada Aguirre Maldonado expuso que dentro de los objetivos también está revisar la situación actual sobre las posibilidades que existen en nuestro país para impulsar este tipo de energías, de ahí que la opinión de los expertos permitirá fortalecer el trabajo legislativo.
Explicó que si en algún momento el mercado del azúcar se complica una salida viable para los excedentes es la producción de bioetanol, así se hace en Colombia donde para el 2011 una política pública obligaba a utilizar el 3 por ciento de etanol de caña, mezclado con la gasolina, de acuerdo con la Federación Nacional de Etanol Combustible.
México, agregó, necesita una política similar que aún no tiene. Y también está Brasil que estima una producción de etanol combustible de caña de azúcar de 16,400 millones de litros para 2023. En nuestro país la mayoría de los automóviles están adaptados para gasolinas, pero también para etanol.
Al declarar inaugurado este evento, el diputado del PAN, Rodrigo Sánchez Zepeda, secretario de la Comisión, agradeció la presencia de las organizaciones sociales, universidades, asesores y centros de estudios, deseando los mayores beneficios para la población y el medio ambiente.
Especialistas
En su ponencia “El desarrollo de una nueva industria del bioetanol en beneficio del campo mexicano”, el licenciado Galo Galeano Herrera, de la Asociación Biomovilidad.org, explicó que el bioetanol es un alcohol que cumple con una serie de requisitos y está diseñado para utilizarse en el sector transporte como biocarburante.
Por ello, señaló que se tiene que revisar la hoja de ruta para ver cuál es la transición que más conviene y para el caso de México, la Asociación propone que se utilice un activo ambiental, social y económico que favorece la salud, como es el bagazo de caña y el sorgo dulce, en el noreste del país.
“No somos tan petroleros”
En su oportunidad, el ingeniero Benito López Martínez, presidente de Biomex, al exponer el tema “Experiencia en la producción de sorgo para la elaboración de biocombustibles”, subrayó que México no tiene ni el 2 por ciento de las reservas mundiales de hidrocarburos, y lo que se ha estado haciendo es extraer lo que se tiene de manera acelerada, al grado de llegar a importar petróleo crudo para procesarlo. “No somos tan petroleros como lo habíamos pensado”.
Precisó que existen lagunas regulatorias que no permiten producir y usar etanol, por lo que demandó reformar la Norma 016, para que se homologue la cantidad de etanol a Estados Unidos y se pueda utilizar gasolina de 84 octanos sin aditivos y se quite la prohibición de las tres zonas metropolitanas que es donde más falta hace el uso del etanol.
Papel relevante
Al exponer el tema “Viabilidad técnica para la producción de biocombustibles de segunda generación”, el doctor Arturo Sánchez Carmona, del Cinvestav Jalisco, indicó que estos biocombustibles se producen con residuos agrícolas o cultivos especiales, como pajas de trigo, de sorgo, cebada, bagazos, agave, caña de azúcar y restrojos de maíz, que no hacen conflicto con la producción de alimentos.
En este sentido, afirmó que los biocombustibles de segunda generación están tomando un papel muy relevante como herramientas para combatir el cambio climático pues contribuye a reducir las emisiones del gas de efecto invernadero y alcanzar en 2050 las cero emisiones netas.
Durante este encuentro, también se llevaron a cabo las mesas de diálogo denominadas “Uso de excedente de la caña para el impulso de una nueva industria nacional de bioetanol” y “Experiencia en la implementación de biocombustibles como política pública en América Latina”.
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