Brasil veta a Venezuela en BRICS por no cumplir su promesa de publicar las actas electorales de julio. La medida responde a la “pérdida de confianza”, según el asesor de Lula, Celso Amorín. Demás países aprueban decisión
El veto de Venezuela para formar parte del bloque de países BRICS (Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica) se debió a la “pérdida de confianza” y no a cuestiones de democracia, afirmó Celso Amorín, asesor del presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva. Según Amorín, Brasil tomó la decisión debido a que Venezuela no cumplió su promesa de publicar las actas de las elecciones presidenciales del pasado 28 de julio. “Nos dijeron una cosa e hicieron otra”, aseguró el funcionario, quien destacó la gravedad de esta falta de palabra.
Al término de la XVI Cumbre de los BRICS, celebrada en Kazán, Rusia, Amorín explicó a medios brasileños que la decisión de vetar a Venezuela no se basó en su sistema de gobierno, sino en la necesidad de cumplir con los acuerdos previamente establecidos. “Es una cuestión de confianza, no de régimen político”, enfatizó el asesor brasileño. Brasil esperaba que el presidente venezolano, Nicolás Maduro, entregara las pruebas del resultado electoral prometido, especialmente tras una visita que el propio Amorín realizó a Caracas para discutir el tema con Maduro. Sin embargo, hasta la fecha, el gobierno venezolano no ha cumplido su compromiso.
Respaldo de Rusia
Reportes periodísticos señalaron que la negativa de Brasil a la inclusión de Venezuela fue respaldada por Rusia. A pesar de los intentos de Maduro por ser parte del bloque, el presidente ruso Vladimir Putin reconoció que las “diferencias” con Brasil en este aspecto impidieron que Venezuela ingresara junto a otros países invitados a los BRICS.
Este rechazo no fue bien recibido por el gobierno venezolano. A través de un comunicado difundido por la Cancillería en redes sociales, el ministro de Asuntos Exteriores, Yván Gil, calificó el veto como una “agresión inexplicable” y un “gesto hostil”. Asimismo, lo consideró “indignante” para el pueblo de Venezuela. Además, Gil acusó a Brasil de sumarse a las sanciones internacionales contra su país.
Por su parte, el presidente Lula da Silva había estado trabajando para integrar a Venezuela en espacios internacionales. Como parte de un esfuerzo diplomático para reinsertar a Maduro en el ámbito global. Sin embargo, el incumplimiento de las promesas electorales debilitó esa relación, creando un ambiente de decepción en Brasil. Según Amorín, “la izquierda también se equivoca”. De esta manera aludió a la frustración del mandatario brasileño al ver que sus gestos de apoyo hacia Venezuela no se correspondieron con transparencia por parte de su gobierno.
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