La firma tecnológica Quartux comparte las principales tendencias en energía que están teniendo lugar en el sector industrial, y lo que se vislumbra para el futuro cercano
La constante evolución de las empresas en el libre mercado es una ley general para el éxito. Si un proyecto industrial o empresarial quiere florecer, digamos, en un contexto de nuevas tecnologías, tiene que entrar al juego de la innovación en aspectos como la inteligencia artificial, el manejo de sistemas de ahorro de energía y la automatización que ofrecen las plataformas digitales.
En el caso de las necesidades industriales, resaltan entre las nuevas tendencias la adopción de fuentes de energía renovables como la de los paneles solares. Esta tendencia ha aumentado en México, ya que para 2021, el país alcanzó la capacidad de generación de energía solar de 7.040 megavatios, un aumento del 25,4% en comparación con 2020, según cifras de Statista.
Otra de las revoluciones más destacadas está en el almacenamiento de energía a través de baterías de litio (proporcionadas por la empresa Quartux) que utilizan un software inteligente para almacenar la electricidad cuando tiene menor costo, utilizándose cuando el sistema de la CFE está en su hora pico (cuando los precios aumentan).
Además la implementación de este tipo de sistemas puede ayudar a las empresas ante situaciones que eleven su demanda eléctrica, como la reciente ola de calor que sufrió el país, que de acuerdo al Centro Nacional de Control de Energía (Cenace) aumentó el uso de energía eléctrica en un 14%, lo cual saturó la infraestructura actual.
En ese sentido este tipo baterías y soluciones de almacenamiento energético pueden lograr hasta un ahorro del 40% sobre el recibo de luz, eficientando la operación de los negocios, además de evitar sobrecargas en el sistema eléctrico durante períodos de alta demanda y minimizar el riesgo de apagones.
La calidad de esta tecnología, ya ha sido probada en hoteles, fábricas de plásticos y otras industrias que tienen grandes gastos energéticos y necesitan un manejo más eficiente. Esta tecnología tiene la capacidad de adaptarse a las necesidades del cliente, como las horas en las que su maquinaria necesita más de la red de la Comisión Federal de Electricidad.
Otra de las tendencias energéticas que ha ayudado a algunas industrias es la electrificación. La industria automotriz es uno de los ejemplos más palpables, ya que ha optado por la electrificación de sus productos para reducir la huella contaminante y la tendencia a depender de combustibles fósiles: autos híbridos o totalmente eléctricos han probado ser un modelo funcional de negocio y de cuidado al medio ambiente.
Por otra parte, una de las prácticas que puede reducir los gastos de energía es la economía circular, la cuál cada vez está más en boga. En el caso de los alimentos, el reducir el desperdicio de alimentos y las cadenas de producción (por ejemplo, quitando intermediarios) evita el gasto de gasolina, energía eléctrica y otros recursos.
Según la ONU, este tipo de sistema revoluciona la forma en que diseñamos, producimos y consumimos. El modelo se basa en tres principios: eliminar residuos y contaminación; mantener productos y materiales en uso, y regenerar sistemas naturales”.
Asimismo, una opción que ha cobrado mucha popularidad tiene que ver con la cultura interna de las industrias para el manejo de sus hábitos de consumo. No sólo tiene que ver con la compra de maquinaria ahorrativa, sino también con modelos laborales como el teletrabajo (que reduce el gasto de energía tanto en la oficina como en los transportes que utilizan los empleados).
Este tipo de tendencias están siendo un éxito en empresas de todos los ramos, ya que generan ahorros que se transmiten directamente a las ganancias, además de ser una opción perfecta para unirse a la creciente lista de empresas socialmente responsables que están preocupadas por el planeta; y por la mejor utilización de la energía para futuras generaciones.
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