El 12 de agosto se celebra el día internacional de la juventud. El propósito es generar conciencia sobre las barreras que los jóvenes enfrentan en el empleo, la salud y la participación política. El Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO), realiza un análisis sobre la situación educativa y laboral de de este sector de la población.
En México, hay 21.9 millones de jóvenes entre 15 y 24 años. Representan el 17% de la población total. Entre 2005 y 2022, la población en este grupo ha crecido 10%, aunque la tasa de crecimiento en el mismo periodo para aquellos de 50 o más años supera el 70%. La tasa de natalidad se ha reducido casi a la mitad. En los próximos tres años se sumarán más de seis millones de personas a la población juvenil.
Jóvenes en la educación
Para ellos, la educación será la mayor fortaleza para incorporarse al mercado laboral. Hoy en día, la población de 15 a 24 años, tiene un nivel educativo superior al de aquellos de mayor edad. Mientras que seis de cada 10 jóvenes han concluido el bachillerato, sólo cuatro de cada 10 personas de entre 40 y 49 años tienen este mismo nivel de estudios. Por cada joven con primaria como máximo grado de escolaridad, hay tres adultos mayores de entre 40 y 49 años con ese mismo nivel educativo.
En los últimos años, el porcentaje de jóvenes que acceden a la educación superior ha aumentado considerablemente. En 2005 apenas 11% —alrededor de 2.2 millones de personas en este grupo etario— concluyó una licenciatura; para 2022, este porcentaje aumentó a 18%, lo que equivale a un total de 4.1 millones de jóvenes con mayor preparación.
Inclinación por ciertas carreras
Destaca que desde el 2020 las mujeres jóvenes superan a los hombres en el acceso a la educación profesional. En el primer trimestre de 2022, las mujeres de entre 15 y 29 años representaron el 55% de los nuevos profesionistas jóvenes. Sin embargo, la elección de carrera varía entre hombres y mujeres. Entre las mujeres jóvenes las carreras más populares son enfermería, derecho y administración. En contraste, los hombres de este mismo grupo de edad eligen carreras vinculadas a la tecnología, como ingeniería electrónica o desarrollo de software.
Retos de los jóvenes para acceder al mercado laboral
Actualmente, seis de cada 10 jóvenes no participan en el mercado laboral. La mayor parte de ellos (83%) no están disponibles para trabajar. Se entiende porque dadas sus edades, están concentrados en su educación (más del 70% de los jóvenes que no participan económicamente son estudiantes). De aquellos que sí buscan participar en la economía, dos de cada 10 jóvenes no buscan empleo porque no consideran tener posibilidades de encontrarlo, o de encontrar un trabajo de calidad.
Hay más de 9 millones de jóvenes que trabajan o buscan un empleo. La mayoría (48.8%) de los jóvenes que tienen un empleo laboran entre 35 y 48 horas a la semana y 44.9% de ellos tiene una remuneración máxima de $5 mil 186 pesos mensuales.
Las condiciones laborales
Los jóvenes que desean y buscan pertenecer al mercado laboral se enfrentan a un panorama más complicado que el trabajador promedio. Son el grupo poblacional con la tasa de desocupación más alta, de 6.4%, casi el doble que la tasa de desocupación nacional (3.5%).
Además, en el primer trimestre del 2022 se registró una tasa de informalidad de 67.4% para los jóvenes, la segunda más alta después de los adultos mayores (75.8%) y que se encuentra por encima de la tasa de informalidad promedio del país, de 55.2%. Los jóvenes que ingresan al mercado laboral con un empleo informal tienen una mayor probabilidad de permanecer en condición de informalidad a lo largo de su trayectoria profesional.
La formalidad en el empleo brinda mayor estabilidad a las y los trabajadores. Un trabajo formal se caracteriza por brindar seguridad social y mejores prestaciones, como el acceso a servicios médicos, fondos de ahorro para el retiro, créditos hipotecarios, primas vacacionales y compensaciones por incapacidad. Esto garantiza a los trabajadores condiciones mínimas de seguridad en el trabajo que permiten mejorar la calidad de vida de los trabajadores. El acceso limitado de los jóvenes a empleos formales marcará su futuro con condiciones precarias e inestables.
Probabilidades
En este contexto, los jóvenes que estudiaron una carrera universitaria enfrentan una menor informalidad, con una tasa de 51.9%, mientras que para aquellos que únicamente terminaron la secundaria aumentan las posibilidades de laborar en la informalidad, con una tasa del 76%. Además, por cada 100 pesos que gana por su trabajo un joven con carrera profesional el joven que estudió hasta la secundaria recibe 78. Contar con un mayor nivel educativo brinda mayores posibilidades de conseguir un empleo formal y mayores ingresos. Estos datos confirman las expectativas de los jóvenes respecto a la educación profesional.
Sin embargo, la realidad persiste: aunque la población joven está accediendo a niveles cada vez más altos de educación, al momento de ingresar al mercado laboral enfrenta condiciones laborales que podrían afectar su trayectoria profesional, puesto que a la gran mayoría de ellos no se les garantiza la seguridad social ni otras prestaciones laborales.
Para el IMCO, el desarrollo del talento joven es un tema estratégico, por lo que mantiene plataformas que ofrecen evidencia para la toma de decisiones laborales informadas a disposición de los jóvenes del país. Parte de esos esfuerzos es el portal en línea de Compara Carreras, que ofrece información accesible, relevante y actualizada sobre el panorama educativo y laboral. De igual manera, le da seguimiento constante a los datos mediante el monitor de mercado laboral, que cuenta con información actualizada sobre salarios, informalidad y cambios en los niveles de empleo.
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