la Reforma Energética es obsoleta bajo la nueva diplomacia ambiental en el mundo, para la cual las políticas públicas no fueron orientadas
Ramsés Pech
Grupo Caraiva – León & Pech Architects
No dejamos al país madurar en 2008 y ahora queremos que esto continúe. La política es un costo directo; no tienen retorno de inversión porque son palabras en papel y, la energía es eso: papeles con valor monetario que ejercitan el musculo de una nación para su crecimiento.
Pemex y CFE son Empresas Productivas del Estado (EPE), pero no del que cada administración tiene en cada periodo. Estas empresas han sido, son y continuarán siendo la base fundamental de la infraestructura energética. Pero a partir del 2021, han llegado a su cenit y es ahora necesario mantenerlas. Ante la falta de presupuesto para su futuro incremental, continuar pensando en ellas como papel monetario, el momento en que no tendrá lugar su razón de ser.
Es extraño saber que, con la nueva ley en energía de Estados Unidos (EU) de diciembre del 2020, algunos de los comentarios sobre la misma indican que, desde hace más de 13 años no habían realizado alguna modificación en el sector energético.
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Obsolencia de la reforma de 2014
Quiero entender que México pudo haber estado a la par con EU, para tener avances tecnológicos, financieros y sobre todo, poder habernos consolidado como un socio comerciales más fuerte. Al parecer no hubo un acuerdo entre nosotros mismos para hacerlo, y en eso continuamos hasta nuestros días.
Hoy, la Reforma Energética (RE) ha quedado obsoleta, a partir del 29 de diciembre del 2020, haciendo referencia a la división Z aprobada, y confirmada su desfase el 22 de abril del 2021; y todo esto bajo la nueva diplomacia ambiental en el mundo, para la cual las políticas públicas no fueron orientadas.
En la reforma mexicana en energía, meten manos, descalifican, alteran y la manosean; y no han entendido que no es un plan, sino la herramienta para poder realizarlo. Pero no de un poder en papel, sino de incrementar el posicionamiento de interrelación con el mundo. Esta (la RE) surgió tarde, en 2014, y debió de concebirse no como estrategia política individual, sino como parte de la estrategia para alcanzar la autosuficiencia energética; una que hemos perdido la oportunidad de realizarla en conjunto con EU, nuestro socio con mayor flujo de intercambios comerciales.
La Reforma Energética surgió para el mercado y para el usuario final; no para que la administración en turno decidiera qué quitar, controlar o adaptar como beneficio para las empresas del Estado. Este 2021 ha quedado como moraleja para el mundo que los recursos financieros públicos son finitos, y para que estos sean infinitos se requiere de otros jugadores que aporten para un fin común:
Circular el dinero para poder hacer la vida de cada individuo más adaptable ante los cambios continuos que tenemos.
Siguiente paso
Los esfuerzos en energía para México deberían sustentarse en establecer un sistema energético infinito, que defina los poderes y funciones de sus secretarias, órganos, y reguladores; bajo límites sustantivos para su operación de la industria, y que pueda regular las relaciones entre las EPEs y los privados.
Se debe tener el argumento de una libre competencia equitativa y que conlleve a tener acceso al mercado interno a energías primarias, tecnologías; portadores de energía y saber aprovechar todo lo que tomamos de la naturaleza. Esto debe realizarse bajo el principio de un balance con el entorno y con una economía circular en crecimiento.
Actualmente nuestra RE es garante de un tratado comercial con el principal productor de crudo, consumidor de electricidad e importador de tecnología. Se cambiaron las reglas del juego para esta década y todos nosotros actualmente estamos en disputa por el poder del papel sin valor, dejando de lado lo que es necesario e indispensable para el futuro.
El T-MEC y el Cambio Climático
En una comparecencia de la embajadora representante comercial de Estados Unidos, Katherine Tai, sobre como verán el comercio de EU en el mundo, incluyendo Cambio Climático y T-MEC, comento:
“…Se debe aprovechar la oportunidad para poner a EU en un camino fuerte y claro hacia un futuro competitivo; con la creación de nuevas tecnologías de energía limpia y nuevos empleos, evitando al mismo tiempo una crisis económica… y protegiendo nuestro planeta”.
Sobre la nueva forma de hacer negocios con México, será bajo el siguiente principio:
“El T-MEC no es para ponerlo en el estante y mirarlo, es para asegurarse de que funciona; a donde hay herramientas cooperativas y otras de confrontación, pero el fin es comprobar si el acuerdo renovado funciona para el futuro”.
Seguir jugando al determinar quién tiene el poder no da como resultado un fortalecimiento interno; esto es aprovechando por el mercado mundial, el cual al verte débil no tiene piedad. EU tuvo el tiempo para madurar estos últimos cuatro años, cortando de tajo la involución, para ponerse de acuerdo en cómo recobrar la fortaleza primordial del país.
Cada nación revolucionará sus políticas públicas, adicionando a toda la industria energética:
“No tendrás problemas hacer un proyecto, pero deberás invertir en forma adicional en cada uno de ellos para reducir y/o tener emisiones nulas de gases de efecto invernadero (GEI)”, comentó Katherine Tai, a lo cual añadió que cada nación deberá hacer una nueva reforma energética “pro-ambientalista”, y deberá basarse en un mercado maduro, educado, y respetuoso de acuerdos del futuro para el presente; acorde a la infraestructura en todos los ámbitos de la cadena de valor de la energía.
Entendamos que el poder en un papel con una ‘x’ dura 10 segundos. El papel con valor monetario en la bolsa de una empresa, negocio, empleado, familia, representan el crecimiento en conjunto de un país.
¿México requiere una segunda reforma energética?
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