La participación de mujeres en la gestión del agua en México es escasa. La Asociación Nacional de Entidades de Agua y Saneamiento de México AC (ANEAS) impulsa capacitaciones, pero persisten barreras culturales. En agricultura, enfrentan retos al no ser titulares de tierras ni tomar decisiones clave
De acuerdo con Patricia Hernández, directora de la Asociación Nacional de Entidades de Agua y Saneamiento de México AC (ANEAS), se ha avanzado en que ahora, en las reuniones laborales del sector, el 20% de la participación en reuniones es femenina, “ya no son todos hombres. Hemos avanzado en que ya hay más directoras de organismos operadores, pero aún falta mucho por hacer. El tema de las carreras técnicas es un punto importante”.
En el marco de Aquatech México, evento realizado en el Centro Citibanamex, entre el 3 y 5 de septiembre, en entrevista, Patricia dijo que sigue siendo muy bajo el porcentaje de profesionalización de las mujeres en las carreras técnicas, pues aunque a nivel académico han aumentado, en el campo laboral han bajado drásticamente.
En el sector, el 40% de las mujeres que trabajan en los organismos operadores están en temas comerciales.
Mientras tanto el resto se encarga de asistir a niveles jerárquicos de mayor responsabilidad. Por ejemplo, de cada vacante, ANEAS recibe una postulación de una mujer y veinte de hombres.
Un problema cultural
Patricia Hernández, directora de la Asociación Nacional de Entidades de Agua y Saneamiento de México AC (ANEAS). Foto: Cortesía.
Para la especialista en políticas públicas y gobernanza del agua, la barrera es cultural. Muchas mujeres piensan que son trabajos para hombres; tienen miedo a no tener la capacidad para ocupar los cargos; y esto viene de una educación familiar donde las labores supuestamente masculinas no deben ser realizadas por mujeres, roles que se van interiorizando en los juegos de infantes. Comenta que ella recibió una educación donde tanto hombre como mujer podían hacer todo y esto la ha llevado a participar en espacios donde es la única mujer sin sentirse inferior o intimidada.
“Necesitamos cambiar nuestro mindset para ser más participativas y aprovechar las oportunidades. Necesitamos empoderarnos más, capacitarnos más y poder participar”.
Impulso a capacitaciones
Para ampliar el espectro de participación de mujeres en el sector, la ANEAS estás potencializando las capacitaciones dirigidas a ellas. Cada año capacitan a alrededor de 15 mil personas integrantes de organismos operadores. Actualmente están otorgando becas a mujeres para estudiar temas de ingenierías como saneamiento y potabilización. También acaban de abrir la primera edición de un diplomado en dirección de organismos operadores con enfoque a las mujeres.
De cada diez mujeres solamente cuatro tienen estudios mayores de licenciatura. De las cuales dos van a un posgrado. En cuanto al empleo, el 55% de todas las mujeres en México trabajan en lo informal, según datos de Patricia.
Mujeres en agricultura
Por otro lado, la participación de las mujeres en la agricultura representa un gran desafío, ya que las mujeres no son titulares de las tierras, tampoco son parte de las asociaciones que se encargan de la operación de los distritos de riego, comenta en entrevista Marissa Mar, cofundadora de Mujeres en Agua LAC.
Marissa Mar, cofundadora de Mujeres en Agua LAC. Foto: Cortesía.
Según Marissa, quien además es consultora, los grandes agricultores representan el 76% del agua en México y, además, reciben subsidios. En ese ámbito, las mujeres ocupan cargos más operativos y de apoyo (tesorerías, cuestiones administrativas), pero no en los niveles de toma de decisiones.
“El hecho de que se tenga una mayor injerencia en la parte del subsector agrícola, también tiene que ver con un tema de seguridad alimentaria. Porque las mujeres son las encargadas también de nutrir a sus familias”.
Entonces, para Marissa, dos grandes desafíos en la agricultura son la producción de alimentos a pequeña y gran escala donde el reto es la inclusión de las mujeres rurales. Del otro lado de la moneda, se encuentra el tema de optimizar que ellas tengan acceso al agua, para sus parcelas, por ejemplo.
Además, se encuentran todos los lugares sin acceso al líquido vital, donde los mayores problemas están justamente con las mujeres, quienes tienen todavía que recolectar. Ellas representan ocho de cada diez.
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