El FMI señaló que la volatilidad de los precios de la energía y presiones salariales específicas generan gran incertidumbre en cuanto al crecimiento de México y el mundo
El Fondo Monetario Internacional (FMI) recortó la expectativa de crecimiento económico de México para este 2022 y previó que el Producto Interno Bruto (PIB) del país pase de un 4% estimado en octubre del 2021 a un 2.8%, mientras que parta 2023 pronosticó un crecimiento de 2.7 por ciento.
Proyecciones 2022:
🇺🇸EEUU: 4%
🇩🇪Alemania: 3,8%
🇫🇷Francia: 3,5%
🇮🇹Italia: 3,8%
🇯🇵Japón: 3,3%
🇬🇧Reino Unido: 4,7%
🇨🇦Canadá: 4,1%
🇨🇳China: 4,8%
🇮🇳India: 9%
🇷🇺Rusia: 2,8%
🇧🇷Brasil: 0,3%
🇲🇽México: 2,8%
🇸🇦Arabia Saudita: 4,8%
🇳🇬Nigeria: 2,7%
🇿🇦Sudáfrica: 1,9%https://t.co/sxxCW64jgN pic.twitter.com/dIioBcMwha— FMI (@FMInoticias) January 25, 2022
Asimismo, en su actualización de las “Perspectivas de la Economía Mundial”, la organización destacó que este año arrancó en condiciones más débiles de las que se esperaban. Esto, comentó se debe al avance que ha tenido la variante de COVID-19, ómicron, pues ha provocado restricciones en la movilidad y ausentismo.
Por otro lado, el FMI apuntó que debido al encarecimiento de la energía y los problemas en las cadenas de suministro, la inflación es más alta y generalizada de lo previsto; esto se puede percibir más en Estados Unidos así como en mercados emergentes y en desarrollo. Aunado a ello está la contracción en el sector inmobiliario en China y la lenta recuperación del consumo privado.
Del mismo modo, a nivel mundial, el FMI previó que el crecimiento mundial se modere de 5.9% en 2021 a 4.4% en 2022; es decir, medio punto porcentual menos que lo previsto en octubre.
“Se prevé que el crecimiento mundial se ralentizará a 3,8% en 2023. Si bien esa cifra es 0,2 puntos porcentuales más alta que el pronóstico anterior, la corrección al alza refleja más que nada un repunte mecánico una vez que desaparezcan los actuales lastres del crecimiento en el segundo semestre de 2022”, indicó.
Lo anterior, señaló que dependerá de que los indicadores de una mala situación sanitaria desciendan a niveles bajo en la mayoría de los países para finales de este año. “Las perturbaciones de las cadenas de suministro, la volatilidad de los precios de la energía y presiones salariales específicas generan gran incertidumbre en torno a la trayectoria de la inflación y de las políticas”, remarcó.
