La Cámara de Diputados aprueba la reforma energética que otorga más poder a la Comisión Federal de Electricidad (CFE) y elimina la obligación del Estado de generar energías limpias. La oposición critica la medida por ser perjudicial para el medio ambiente
El pleno de la Cámara de Diputados aprobó la controvertida reforma energética, originalmente impulsada por el expresidente Andrés Manuel López Obrador. Se otorga mayor preponderancia a la CFE sobre empresas privadas en la generación de energía.
Controversia por desatención a transición energética
Con 350 votos a favor de Morena, PT y PVEM, y 111 en contra del PRI, PAN y MC, la reforma fue avalada, pese a la fuerte oposición que la calificó como “tóxica” y perjudicial para el medio ambiente.
Una de las modificaciones clave incluyó la eliminación de un párrafo del artículo 27 constitucional que obligaba al Estado a liderar la transición energética y reducir emisiones de gases de efecto invernadero (GEI). Esta eliminación, presentada por la diputada Ana Elizabeth Ayala de Morena, generó una intensa polémica.
También modificaron el artículo 28 constitucional. Suprimieron una línea que establecía como objetivo del sistema energético nacional asegurar el servicio de electricidad y preservar la seguridad y autosuficiencia energética. La oposición criticó duramente esta modificación. La diputada Laura Ballesteros, de Movimiento Ciudadano, denunció que se trata de una “reforma tóxica” que favorece la generación de energía sucia mediante el uso de combustóleo, y que además “le quita al Estado su responsabilidad sobre el medio ambiente”.
Por su parte, el diputado panista Julen Rementería afirmó que con estas modificaciones “se le quita lo único rescatable de la reforma”. Advirtió que otorgar más poder al Estado sin responsabilidades ambientales es un error.
Buscan seguridad jurídica en inversiones, apelan
En defensa de las modificaciones, el diputado morenista Ricardo Monreal argumentó que mantener el párrafo eliminado haría que el Estado fuera el único responsable de la transición energética. Lo cual, según él, es inviable económicamente. Monreal agregó que la eliminación permitiría la inversión privada en energías, otorgando seguridad jurídica a las inversiones en el sector energético.
La reforma también introduce áreas prioritarias, como la comunicación satelital y los ferrocarriles, y permite que el Estado otorgue asignaciones, además de concesiones y permisos. El dictamen fue turnado al Senado para su revisión.
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