El hidrógeno se trata de una alternativa que ha aprendido de los errores de otros sistemas; de manera que se preocupa por tener un ciclo de vida responsable
Andrea Servín Águila
Ingeniera en desarrollo sustentable
La hoja de ruta hacia la descarbonización en 2050 y los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), trazados por las economías del mundo han impulsado el desarrollo de nuevos modelos energéticos.
Innovación e investigación traen consigo retos económicos, sociales y medioambientales. Apostar por ciertas tecnologías parece más factible que hacerlo por otras. Este es el caso del hidrógeno, que se está posicionando como la inversión sostenible más rentable de las últimas décadas.
Anualmente, se consumen cerca de 70 millones de toneladas de hidrógeno en el planeta. La gran mayoría proviene del hidrógeno gris, que emplea hidrocarburos para la producción del gaseoso, principalmente mediante dos técnicas. El reformado con vapor es la más usada debido a su eficiencia, pues teóricamente, por cada tanto de hidrocarburo ligero se obtendrían cuatro veces esa cantidad de hidrógeno.
►TE PUEDE INTERESAR►ENERGÍA QUE MITIGA EL CAMBIO CLIMÁTICO
Otro método es la gasificación del carbón, proceso etiquetado como ineficiente y muy contaminante. Alrededor del 50% del combustible proviene del reformado de vapor y el 30% se obtiene por medio de la gasificación.
Distintos tipos del energético
El resto del hidrógeno usado puede entrar en las categorías de azul o verde. El hidrógeno azul proviene, comúnmente, del gas natural y se diferencia del gris, dado que se enfoca en la captura de las emisiones contaminantes de entre el 90 y el 96 por ciento. El CO2 capturado puede ser útil en la obtención de recursos biológicos, químicos y minerales, por lo que se genera una importante cadena de valor y se contribuye a la transición del hidrógeno gris al verde. Este último es vital para la descarbonización de la industria y el transporte, pues consiste en emplear como alimentación a las energías renovables para originar la electrólisis del agua, obteniendo hidrógeno libre de emisiones listo para ser almacenado de un lado de la membrana del sistema.
El hidrógeno verde tiene gran potencial en México, dada su riqueza en recursos solares y eólicos. No solo aprovechar a las fuentes renovables que no se captan actualmente, sino que se combatir a la intermitencia de éstas al almacenar el hidrógeno y usarlo para alinear la generación y la demanda del Sistema Eléctrico Nacional.
El almacenamiento de energía mediante el hidrógeno atendería el desabasto energético en ambas penínsulas y disminuiría significativamente las emisiones nocivas; mientras que crea empleos enfocados en un mix energético capaz de atender eventualidades, dado su corto tiempo de respuesta y su velocidad de rampa.
Del mismo modo, podría fungir como un atractivo turístico; si se desarrollan proyectos en los que los visitantes puedan interactuar con las tecnologías emergentes y su entorno.
Oportunidades y economía
La economía del hidrógeno se hace presente en la movilidad, impactando aeronaves, buques, camiones, autos y monopatines. También ha penetrado con paso certero, las industrias cementera, minera y química.
Adicionalmente, se ha ganado un lugar en los hogares, brindando opciones limpias de almacenamiento, generación eléctrica y térmica. Todas sus ventajas presentan retos económicos y técnicos, como reducir costos de carga y descarga de las tecnologías, brindar seguridad al usuario o adaptar las máquinas actuales al hidrógeno, como el combustible. Si bien el aprovechamiento del hidrógeno se volvió una realidad desde hace años, hoy se trabaja en poner este recurso al alcance de todos, a precios accesibles y garantizando un consumo seguro.
Es una alternativa que ha aprendido de las victorias y los errores de otros sistemas energéticos, por lo que se preocupa por tener un ciclo de vida responsable con el medio. Es decir, el diseño de las tecnologías y sus componentes, así como su producción, conversión y uso final, ponen en práctica claves del ecodiseño y economía circular.
►TE PUEDE INTERESAR►INTERNET ¿LIBRE DE EMISIONES DE CO2?