Escrito por: Energy & Knowledge, Equidad de género, Opinión, STEM

Un día dedicado a las mujeres precursoras en la ciencia

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La brecha de género y la misoginia constituyen una problemática evidente y preocupante que enfrentan las mujeres en la ciencia

Juana Ramírez
CEO de Grupo Sohin

Los avances científicos y la forma en que estos han revolucionado la atencion médica son frecuentemente invisibilizados; sobretodo en el ámbito público. Sin embargo, para el ojo crítico, la generación del conocimiento es un acto transformador, rebelde, incluso subversivo, en un sentido mucho más profundo que el de la connotación tradicional de la palabra.

La ciencia es disruptiva por definición, retándose constantemente a sí misma en busca de más y mejores respuestas a interrogantes de los investigadores, médicos y, sobre todo, pacientes. No obstante, al igual que en la gran mayoría de las actividades profesionales, la presencia de las mujeres sigue siendo minoritaria. Por ello, el 11 de febrero y sus dos conmemoraciones: el Día Internacional de la Mujer Médica y el Día Internacional de la Niña y la Mujer en la Ciencia, resultan en extremo relevantes.

Dra. Elizabeth Blackwell

El Día Internacional de la Mujer Médica se conmemora gracias a la Dra. Elizabeth Blackwell, quien nació en Inglaterra en 1821 y a los 10 años migró con su familia a Estados Unidos. Fue rechazada, solo por ser mujer, de diez universidades donde hizo su solicitud para estudiar medicina, hasta ser aceptada por la Geneva Medical College de Nueva York, donde al graduarse, el 11 de febrero de 1849, se convirtió en la primera médica en el mundo y con ello, marcó un importante precedente para la medicina y el inicio de su aventura emprendedora: después de fundar una escuela de enfermería en 1868, la Dra. Blackwell enarboló la Universidad de Medicina para mujeres.

En esta fecha se celebra también, el Día Internacional de la Niña y la Mujer en la Ciencia, una iniciativa liderada por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco) y ONU-Mujeres, con el objetivo de visibilizar el aporte de las mujeres en la ciencia y la tecnología, además de promover el acceso equitativo de mujeres y niñas a la educación, en los ámbitos de ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas (Educación STEM), y derrumbar las barreras impuestas dentro del campo científico, rompiendo con estereotipos obsoletos y otorgándo visibilidad a las científicas.

Dra. Jane Cooke Wright

Una de esas enormes mujeres es la Dra. Jane Cooke Wright, mujer afroamericana y pionera oncóloga nacida en Estados Unidos en 1919, reconocida por convertir la quimioterapia en un tratamiento viable para los pacientes con cáncer. Hoy en día, resulta prácticamente imposible imaginar el manejo de un paciente oncológico en ausencia de agentes quimioterapéuticos, sin embargo, en la década de los 40, la quimioterapia era considerada como un último recurso, más que como tratamiento. En este contexto, el grupo de investigación liderado por la Dra. Cooke Wright comenzó a estudiar las propiedades antagonistas del ácido fólico y compuestos derivados del gas mostaza con posibles usos en quimioterapia.

Sus aportaciones no se limitaron a la investigación científica. Preocupada no solo por el aspecto médico de la enfermedad, fue una de los siete miembros, y única mujer, que fundaron la American Society of Clinical Oncology (ASCO) y en 1971, se convirtió en la primera presidenta de la New York Cancer Society. Formó parte de varios comités gubernamentales y sus sugerencias condujeron a la creación de centros regionales contra el cáncer a lo largo de Estados Unidos. La contribución de Elizabeth Blackwell y Jane Cooke Wright marcó para siempre la historia de la medicina y abrió el camino para otras mujeres.

Equidad en la ciencia es necesaria

La brecha de género y la misoginia es evidente y dramática también en la ciencia. La participación de las mujeres en el ámbito científico sigue siendo menor que la de los hombres. De acuerdo con datos de la Unesco, solo tres de cada diez investigadores en el mundo son mujeres. En la salud, y aunque ya son más las mujeres que estudian medicina, se calcula que menos del 10% de los hospitales públicos y privados en México es liderado por una mujer. En materia salarial, similar a lo que ocurre en otros sectores, las mujeres están peor pagadas que los hombres. Aún hay mucho por hacer para lograr un mundo con equidad en el ámbito social y también en la ciencia.

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