El Parlamento Abierto trató el problema de la Reforma Energética de 2013, establecida bajo una concepción y no por naturaleza propia de México
Ramses Pech – Grupo Caraiva – León & Pech architect
Energía Sin Política – YouTube
¿Cuál será la enseñanza que tendremos de todos y todas las oratorias, presentaciones, y comentarios que se han vertido en estas semanas y que están por concluir en los próximos días?
¿Seré acaso que podremos crear un manual, libro o guía que nos ayude a tener una sabiduría con sentido común para el largo plazo? Muchas de las mesas de opinión están siendo monólogos del presente, cargadas de anacronismos, y que distan de proveer de información para actualizar a lo actual en el futuro; y radican en una serie de información constante de malas anécdotas y no de soluciones al cómo.
En mi participación realizada en el foro 8 del Parlamento Abierto, se trató el problema actual de la Reforma Energética de 2013, que fue establecida bajo una concepción (inserción) y no de una creación por naturaleza propia de México.
Hoy existe una disrupción generalizada, derivada de anteponer durante su proyecto de inserción en el paradigma del futuro de México una mercadotecnia radical de una conjetura política-ideológica; que fue utilizada por la anterior administración y actualmente por la que está en el poder.
Radicalizando el concepto de que los costos de los energéticos en el mercado bajarían o se mantendrían por debajo de la inflación, cuando a sabiendas que antes de la reforma del 2013, vivíamos en una realidad virtual bajo la conjetura que Pemex, CFE y todos los organismos que confeccionaban la política pública energética, indicaban que los costos al público eran los correctos; pero con base en licitaciones con sobreprecios, subsidios y en el no reconocimiento de costos operativos y financieros a las empresas del Estado. El futuro era incierto.
Hoy tenemos la oportunidad (y será la única que tendremos en el corto plazo) de poder debatir con sentido común, anteponiendo la ideología política; colocando al proverbio del para qué queremos la energía en este país.
Sentidos opuestos
Llevamos discutiendo por separado sobre el sector eléctrico, el de hidrocarburos y apenas nos hemos dado cuenta de que tenemos que insertar la parte ambiental; no desde un punto de vista ideal exotérico, sino insertado en la operatividad de todos los procesos, con el único fin de reducir el desperdicio que tenemos actualmente de lo que tomamos de las energías primarias. Capturar dióxido de carbono, emitir menos gases de efecto invernadero (GEI), así como calor al planeta; y todo esto se resume en contar con los recursos financieros necesarios para el hacerlo. Y ante la catarsis realizada por el mundo, estamos bajo la preocupación del incremento de la temperatura en el planeta.
En el parlamento solo estamos discutiendo el 20% del total que representa la energía y nos concentramos en el hoy, pero no del cómo hacia el futuro. Muchas definiciones, aclaraciones de las leyes, y argumentos del porqué, pero todo esto no es redituable a largo plazo; debido a que para poder ser realizable, debe haber recursos suficientes, tanto públicos como privados y que estos últimos tengan la confianza de invertir.
En México el 63% de la energía primaria es tomada de nuestros recursos y el 37% la importamos. A lo cual, del total que utilizamos más del 41% lo desaprovechamos. Ahí requerimos en emplearnos a reducir esta brecha.
La inversión pública asigna un presupuesto a las empresas productivas del Estado de alrededor de 1 billón de pesos; y ante la nuevas formas de tomar, generar y aprovechar energía, para 2030 podría requerir el mercado energético de inversiones público-privadas de entre 2 a 2.5 billones de pesos.
La inversión extranjera directa en el sector energético solo corresponde el 7.8% de 1999 a 2021, con datos de la Secretaría de Economía. Antes de la Reforma Energética, este sector, su IED solo era del 3% y hoy, al tercer trimestre, es del 20% del total.
En el hoy de este sexenio hay una política pública energética en el presente que radica en el ser autosuficientes en combustibles. Pero dependemos principalmente de que las refinerías del sistema nacional operen a más del 80% de utilización; debido a que estas son parte integral de la nueva refinería de Dos Bocas, y la adquisición de Deer Park. Tenemos un precio de combustibles que controla el mercado y que depende de los estímulos que la SHCP otorgue cada semana, en función de los precios del petróleo.
2021 Refinerías en México, no muestran una constancia operativa de eficiencia, y puede ser parte que no lleguemos a la autosuficiencia en combustibles en 2023.
Cuyo objetivo, es el llegar a utilizar en su conjunto en promedio del 84% , en menos de 2 añosHilo actualidad del SNR pic.twitter.com/lbjhn60F5j
— Ramses Pech (@economiaoil) January 29, 2022
El costo de la electricidad dependerá del precio del gas natural durante ciertas temporadas del año; y esto se deriva al no contar con la suficiente producción y almacenamiento para cubrir la demanda ante cualquier contingencia. En el mercado eléctrico, la disyuntiva se concentra en el sector doméstico; donde su problema radica en los altos costos de distribuir y transmitir a cada usuario final. Queda relegado el costo de generación bajo una disputa del quién debería hacerlo. A sabiendas de que la EPE tiene el control del 78% del total de generación, para comercializar dentro del mercado eléctrico.
Preocupante son los cuestionamientos que se vierten en el parlamento y es que existe en él una concentración masiva en su totalidad de aseveraciones del mercado eléctrico; centralizada en los usuarios industriales y comerciales, con conceptos difusos y confusos sobre la interpretación en un sentido propio de cada parte a favor o en contra.
No se lleva la discusión a un acuerdo real en el largo plazo y se está creando una gran incertidumbre del quién y del cómo podrán tener electricidad para operar sus proyectos o negocios. ¿Es acaso que estamos perdiendo el foco del cómo lograr el crecimiento de un país con base al desarrollo económico para la sociedad? El dinero puede ser finito, si no se le sabe operar.
Por tal motivo, propongo que, en vez de reformar a la Constitución, se revise una propuesta de iniciativa presentada en la Cámara de Diputados el 5 de febrero de 2020; en referencia a una “Ley de Planeación Energética para la Continuidad Homogénea”. Y dicha propuesta vislumbra un plan a largo plazo el cómo debemos aprovechar bajo planeaciones propuestas transexenales a la energía en su totalidad.
El proverbio para escribir no dependerá de este parlamento, deberá crearse en conjunto y no por separado.
Recordemos que el futuro no nos pertenece, es de las nuevas y actuales generaciones que están por ser parte de las decisiones actuales o futuras.
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