El telescopio James Webb de la NASA desplegó con éxito su parasol y ahora lo harán sus espejos, una maniobra muy compleja que se concluyó con éxito
A 11 días de haberse lanzado, el telescopio James Webb, el más importante artefacto espacial de este tipo creado por el hombre, superó una etapa importante al desplegar por completo, su escudo térmico, un parasol de cinco capas necesario para observar el cosmos.
Asimismo, los ingenieros de la NASA trabajan en el posicionamiento correcto de los 18 espejos hexagonales del observatorio espacial.
La parte más difícil
Thomas Zurbuchen, jefe de misiones científicas de la NASA, a través de un comunicado, recordó que el despliegue de este parasol era la parte “más difícil” de la lista, no obstante, todavía faltan muchas operaciones para que el observatorio esté completamente listo.
Cada una de las capas de este escudo térmico tiene el tamaño de una cancha de tenis y son necesarias para proteger los instrumentos científicos del calor del Sol. Las maniobras de esta delicada operación han durado dos días y se han dividido en dos fases, una para estirar las tres más cercanas al Sol y, otra, para tensar las dos últimas.
El tensado de la última capa se completó anteayer a las 16.59 GMT, cuando, tras recibirse la confirmación, el equipo que seguía la operación desde Tierra fue testigo del logro, por lo que felicitó al equipo.
Hito increíble
Desplegar el parasol de Webb en el espacio es “un hito increíble, crucial para el éxito de la misión”, afirmó, por su parte, Gregory L. Robinson, director del programa Webb en la sede de la agencia espacial estadounidense NASA.
“Miles de piezas han tenido que funcionar con precisión para que esta maravilla de la ingeniería se despliegue. El equipo ha logrado -aseguró- una hazaña audaz con la complejidad de este despliegue, una de las empresas más audaces hasta ahora para el Webb.”
El telescopio es demasiado grande para caber dentro del cohete Ariane 5 que lo colocó en trayectoria a su órbita correcta, por lo que hubo que doblarlo sobre sí mismo como un origami para luego desplegarlo en el espacio, un procedimiento extremadamente peligroso que dura al menos 15 días.
Todo marcha bien
Por su parte, el observatorio despegó hace poco más de una semana de la Guayana Francesa y actualmente se encuentra a más de 900 mil kilómetros de la Tierra. Va camino de su órbita definitiva, a 1.5 millones de kilómetros de nosotros, es decir cuatro veces la distancia entre la Tierra y la Luna. En este lugar, si surgiera un problema, no se puede prever una misión de reparación.
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