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Trabajo híbrido, la nueva tendencia laboral: FLAR

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Las empresas deben hallar un punto medio, donde ambas partes (empleador y trabajadores) se vean beneficiadas al momento de retornar a las oficinas de trabajo

La pandemia de COVID-19 obligó a muchas empresas en el mundo a implementar el teletrabajo, con el fin de no detener completamente sus operaciones para poder subsistir. Hoy, las economías comienzan a reactivarse tras el regreso de las personas a sus lugares de trabajo; no obstante, este retorno paulatino debe realizarse bajo una metodología que permita salvaguardar la integridad física y emocional del recurso humano, de acuerdo con el Fondo Latinoamericano de Reservas (Flar).

En este sentido, el Flar señala que, durante mayo de 2021, PwC realizó una encuesta en la que el 68% de los empleadores busca mantener a su genta en la oficina por tres días o más. Sin embargo, la misma proporción de empleados anhela permanecer menos tiempo (dos días o menos); e inclusive algunos entrevistados compartieron su predilección por una modalidad home office permanente.

Por ende, las empresas e instituciones deben hallar un punto medio, donde ambas partes (empleador y trabajadores) se vean beneficiadas al momento de retornar a las oficinas.

Al respecto, el Fondo Latinoamericano de Reservas presentó al profesor del Instituto Tecnológico de Massachussets, Robert Pozen, durante la Conferencia de Bancos Centrales e Instituciones Oficiales; para abordar precisamente el tema del teletrabajo vía su libro “Remoto Inc.: cómo prosperar en el trabajo, donde quiera que estés”.

De acuerdo con el catedrático, hoy se tienen diferentes consideraciones para propiciar un retorno seguro y próspero a los lugares de trabajo de las empresas; y esto tiene por finalidad la de asegurar la operación y la competitividad de toda compañía u organismo, bajo el nuevo modelo híbrido.

Trabajo híbrido

En palabras de Robert Pozen, el regreso a las actividades presenciales debe realizar con base en las tareas individuales y grupales del equipo de trabajo. Así, la funciones con mayor componente colaborativo tendrán que pasar más tiempo en la oficina; en tanto, las funciones con mayor componente de introspección se deberían ejercer desde el hogar.

“No debe existir una misma política de trabajo remoto para todos dentro de la misma organización. La razón es que las responsabilidades y las necesidades de oficina de las diferentes áreas de un negocio son distintas. No se trata de que el jefe de turno sea el que establezca las reglas del juego, ni mucho menos cada individuo. Lo mejor, es que la decisión sea tomada por los equipos funcionales e incorpore cinco elementos: función, ubicación, organización, cultura y agendamiento” añadió el experto.

Por otra parte, se deben atender distintas particularidades de los equipos de trabajo, así como de las personas. La ubicación geográfica es uno de estos aspectos, pues los desplazamientos innecesarios (reuniones rutinarias) de la gente puede derivar en la pérdida de compromiso para con la empresa.

La implementación de una cultura organizacional también es fundamental para que todos los colaboradores avancen en la misma dirección; donde se compartan las mismas metas en los distintos niveles operativos de la organización. Aquí la sugerencia es la de promover espacios físicos y cognitivos sin agenda, con el propósito de perfeccionar la relación laboral entre empleados.

Planificación y métricas

Asimismo, la planificación de asistencia es importante en pro de juntar los elementos de un mismo grupo de trabajo; donde se establezcan asignaciones que busquen la interacción y que cumplan con un propósito. Adicionalmente, los empleadores y directivos deben ser ejecutivos en todo momento; propiciando reuniones con todo subordinado, ya sea presencial o de manera virtual, en conjunto o con cada integrante de la empresa.

En este apartado, las reuniones híbridas se deben ejecutar bajo un mismo nivel de apreciación de cada asistente, como si todos los presentes estuvieran conectados remotamente; de esta manera se evita la concepción de participantes con menos nivel de importancia que otros.

Tenga métricas de éxito. Estas consisten en definir metas para cada empleado y ayudar a que se cumplan, con indicadores de éxito claros para cada función o proyecto […] Acepte la nueva realidad. Ello requiere una adecuada mezcla de comodidad, responsabilidad y sentido común, entendiendo que habrá que hacer muchos trajes a la medida y saberlos ajustar con la experiencia” indicó Robert Pozen, como otras recomendaciones a seguir.

De acuerdo con el experto, obligar a las personas a acudir a las oficinas puede repercutir en su moral; dado a que pudieron haber encontrado bondades del teletrabajo durante la pandemia. En la otra cara de la moneda, optar por un home office permanente puede implicar en la dificultad de establecer metas comunes; y en el sentido de pertenencia a la empresa por parte de los empleados. Por ello, todo extremo es inadecuado, según Robert Pozen.

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