Ciudad de México (Juan Carlos Chávez / Energía Hoy).,- No hay duda sobre el impacto negativo que la pandemia de COVID19 ha causado en México y el mundo. Las finanzas mundiales se desploman al ver una contingencia que pareciera no tener fin, y el paro de actividades ya ha significado el cierre de empresas y el despido de muchos trabajadores.
Ahora, ¿Cómo se encuentra México para recibir este embate económico? Con el fin de despejar esta y otras dudas, el ITAM realizó su webinar “La importancia de los mercados financieros para entender el impacto y las consecuencias del COVID-19”, convocando para tal fin a una mesa de expertos para discutir el tema en cuestión. Uno de ellos fue Didier Mena, CFO de Banco Santander México, quien brindó un contexto sobre la situación actual de la banca en México.
En términos de capital, la banca en el país tiene niveles de capitalización bastante sólidos, con un capital fundamental por 14.4%, ligeramente inferior a lo que se tiene en Europa (15%), y superior a Estados Unidos y a Latinoamérica. Otro dato importante es la calidad de la cartera en México, si se mide como porcentaje total de la cartera vencida, en México se ubica en 2.2%, mientras que en los principales países de América Latina están en 3.2 y en Europa en 5%; situaciones que harán que el impacto económico que se tenga en México sea menor que en otros países.
Otro indicador es la liquidez. Se tiene el término de coeficiente de cobertura de liquidez que se utiliza en la banca: en promedio, en diciembre México lo tuvo en un 189%, mientras que los principales bancos del país están por lo regular entre 130 y 170%. Por lo que México está en una posición sólida, y esto se debe a que a partir de la crisis de 2008, se desarrollaron mayores regulaciones en las finanzas.
En resumen, hoy México tiene un sistema bancario sólido, rentable, con una buena calidad de cartera, lo que permite afrontar los riesgos que se avecinan.
Ahora, las medidas que los bancos han tomado en México a raíz de la pandemia han sido coordinadas con la Asociación de Bancos de México (ABM), con la ayuda permanente de los principales reguladores. Han sido 4 medidas las que han implementado los bancos: una relacionada a liquidez, otra al capital, otra a temas contables y la última a los plazos de implementación de determinadas medidas.
En términos de liquidez, los reguladores en México han flexibilizado algunos criterios para que los bancos puedan contar con un mayor nivel del coeficiente de cobertura de liquidez.
En términos de capital, se hizo la sugerencia de que los bancos no paguen dividendos y que también puedan utilizar en México un buffer de capital que precisamente es para usarse en momentos como el de hoy.
En términos de contabilidad, a los clientes (personas físicas) y a las Pymes se les está dando la posibilidad de que en sus créditos no paguen capital de intereses por los siguientes 4 meses, con posible extensión a dos meses más y en donde los bancos no lo considerarán como cartera vencida.
No obstante, de continuar con la crisis, los pronósticos más fatalistas prevén que la economía en México decrecerá hasta en un 8% por esta crisis.
Para dialogar sobre las reacciones de los distintos entes de inversión como afores, aseguradoras, fondos y bancas privadas, sobre los mercados de capital y de deuda, se contó con la participación de María Ariza García, CEO de la Bolsa Institucional de Valores (BIVA).
Ciertamente en México solo 145 empresas se encuentran cotizando en el mercado bursátil, teniendo acceso a la liquidez inmediata que se necesita para contrarrestar los estragos causados por la crisis sanitaria global. Sin embargo, antes del brote, las inversiones en el país llevaban un ritmo aceptable.
74 mil millones de pesos fueron invertidos durante el primer trimestre de 2019 y, en comparación con el mismo período de 2020, la inversión ya había superado los 90 mil millones de pesos. La pandemia comenzó de lleno en México durante marzo, y el mercado de deuda ha sido el más afectado.
En tanto, los inversionistas dentro del sector de emisiones de deuda siguen teniendo capital disponible para destinar tanto a deuda variable como a deuda corporativa, a inversiones de riesgo y siguen interesados en conocer alternativas que los apoyen en esa diversificación.
En el tema de la reacción de las empresas ante esta crisis, Daniel Nicolaievsky, CEO y Co-Head de Rothschild & Co México, fue el encargado de retratar la actualidad del sector empresarial durante COVID-19.
De acuerdo con Daniel, el problema es uno que está claro y perfetamente identificado, y es que ha habido una caída muy significativa en el nivel de ingresos de las empresas, a niveles sin precedentes, con caídas del 50, del 70, 80, y en algunos casos han sido del 90 y 100%. Una caída que además de ser de esas magnitudes, también ha sido muy rápida.
Este cambio drástico les ha impedido a muchas empresas ajustar su estructura de costos y gastos fijos, lo que se traduce en problemas severos de liquidez en el corto plazo. Y la cuestión es que no conocen por cuánto tiempo será dicho impacto. Ese es el problema principal que las empresas están enfrentando hoy, el tema de liquidez.
La industria de turismo es una de las más afectadas: hoteles, aerolíneas, empresas de servicios, etc; el sector de entretenimiento también, porque la gente no está saliendo; el tercer rubro más afectado es el de bienes de consumo o bienes duraderos, como la venta de automóviles.
Ahora, las reacciones de las empresas ante este asunto se pueden categorizar en 4 grupos: el primero es que todos los temas de proyectos de inversión que no sean absolutamente indispensables se están deteniendo; segundo, los temas de costos y de gastos se están tratando de reducir lo más posible, en aspectos laborales y no laborales.
Tercero, las empresas están tratando de acceder a las líneas de crédito que tienen disponibles; cuarto, las empresas están tratando de ajustar su modelo de negocio de una manera bastante rápida, claro ejemplo son los restaurantes, que al ver que no les llega gente, optan por llevar la comida a las casas de las personas.
Una segunda cuestión que se está viendo en las empresas, en cuanto a respuesta de los bancos, es la reestructuración de pasivos. Estas empresas se están acercando a la banca y están obteniendo hasta 6 meses para su recalendarización de pasivos, pero eso solo funciona para aquellas empresas que sienten que pueden sortear la crisis rápidamente.
Sin embargo, también hay empresas que igual no ven claro el panorama en el mediano plazo, y una recalendarización no es suficiente, por lo que tal vez recurran a quitas o a la capitalización externa.
Los mecanismos para tener mayor liquidez inmediata por parte de las empresas fueron los de recurrir a las líneas de crédito disponibles y de generar emisiones de deuda. Marzo fue mes récord en emisiones de deuda.
De acuerdo con Didier Mena, se debe crear un mercado de capitales para PYMES en México, puesto de entre todas las empresas, son las pequeñas y medianas las que sostienen la economía del país. Asimismo, se debe mejorar la Ley de Concurso Mercantil para facilitar la reestructuración de las empresas que se ven más afectadas durante esta pandemia.
¿Qué tanto soportará la banca nacional esta crisis? Eso depende de cuánto dure la contingencia y de las iniciativas que se implementen en el sector gobierno y en el privado para frenar esa larga duración. Se debe replicar lo que se está haciendo en otros países, hacer llegar a las PYMES ese acceso al capital, con propuestas en donde participe la banca del desarrollo, con un replanteamiento del papel del sector bancario en el país.
Banca y Bolsa sólidos para apoyar empresas, pero una crisis larga afectará a todos
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