Escrito por: Opinión, Ramsés Pech

 A México le gusta ser conquistado

México

 A México le gusta que lo conquisten y no busca influir en el mundo

Ramsés Pech

Grupo Caraiva – León & Pech Architects

Actualmente, las naciones en el mundo requieren del peculio para hacer frente a las consecuencias originadas por tener el dominio de los mercados financieros, energéticos, tecnológicos y logísticos de todo el planeta.

Para esto, debe haber un intercambio de dinero entre todos los países. Hoy, las conquistas de unos países hacia otros se realizan en forma silenciosa, a través de la inversión extranjera directa (IED).

De acuerdo con el informe de UNCTAD (Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo) acerca de inversiones mundiales en 2023, hay datos sobre cómo países conquistan otros mercados, o aceptan ser conquistados.

En el reporte, podemos encontrar un déficit positivo o negativo de un país. El primero indica que, su economía se basa en que otros le ayuden para poder crecer y tener dinero para el gasto de la nación. Así, el positivo recibe y al mismo tiempo, las empresas salen a otros mercados para aprender y aplicar dichas experiencias en sus entornos locales.

Al analizar la información del reporte, podemos encontrar lo siguiente:

  • Con el incremento de la IED en un país, se beneficia este al tener más impuestos y ayuda al crecimiento de una nación. Pero en estos países solo se sabe del negocio dentro de su propio mercado, y son conquistados bajo alguna tecnología o industria de acuerdo con la necesidad; siempre y cuando, el riesgo de la inversión pueda controlar los costos, influidos por los riesgos país.
  • Bueno para un periodo de tiempo. Las empresas que son parte del negocio instalado en una nación deberían de aprender del cómo, para replicar en otros lados con una mejora en el negocio. El país que recibe la inversión debería crear una vocación de negocios, y no un estancamiento en el solo cubrir al mercado. El que acepta la inversión, debe crear gente pensante y no ensambladora.
  • Invertir IED en otro país ayuda para saber de tecnología, de nuevos mercados, y para establecer mejoras al consumidor del mercado de origen; al aplicar conceptos de calidad, ahorro de costos, mejora de la cadena de producción, e incrementar en conocimiento al personal local.
  • No invertir fuera de un país crea obesidad y nula visión en el largo plazo. Pero se debe tener un límite en ello y dependerá de la empresa si se siente cómoda salir de su país. Esto ocasiona fuga de capitales ante la incertidumbre de un posible regreso.

México, está en una obesidad en los negocios, esperando que el mundo invierta en él. En consecuencia, el Nearshoring puede volvernos obesos en los negocios, esperando a que otro nos alimente. Debido a que el déficit de la IED indica que en 2022: el dinero ha salido de mexicanos por la incertidumbre y riesgo país, no por la vocación de buscar negocios; yendo a invertir a otros países a donde no existan altos riesgos para el dinero.

A continuación, realizamos un pequeño resumen de lo que se observa de los países del T-MEC, de China y Japón; y en donde a este último deberá dársele seguimiento en los próximos años, debido a que es un país que gusta de hacer conquistas con su tecnología.

México: se tiene un alto déficit entre la entrada y salida de la inversión extranjera directa. Se observa que, la economía espera a las inversiones, pero no aprovecha que se conoce el negocio. Debido a que pocos empresarios salen a otros países a llevar IED y solo algunos lo hacen con base en estructura, quedándose en donde invierten. Pero no aplican lo aprendido en nuestra nación, debido a que, la forma de México no está adaptada a la realidad. La empresa que hace IED fuera del país en otras naciones no es en tecnología.

Estados Unidos: cambió de tener un déficit negativo a uno positivo en 2022. Las empresas están buscando dónde diversificar, y esto podría ralentizar la política de la administración vigente, la cual quiere mantener inversiones dentro del país. Pero quiere aumentar la IED en otros países, dejando la parte de conquista bélica por la de los negocios, para conocerlos, y ver en qué pueden ayudar en el futuro ante los cambios del dominio de los intercambios comerciales en el mundo; la apuesta es sobre todo en tecnología, medio ambiente y energía.

Canadá: invierte fuera para tener una ventaja en los negocios, al influir y tomar un precio que beneficie a su mercado interno de importaciones. Al mismo tiempo, desea tener flujo de capital para mantener su economía, con impuestos de la IED.

China: está aumentado la IED hacia su interior. Pero hay un estancamiento de empresas que quieran salir a invertir en otros países, derivados por la guerra comercial con EU y algunos aliados de este. La situación afectará a China en el futuro, debido a que el país no aprenderá cómo cambian los negocios en el mundo; además de la salida de más empresas, lo que limitará su conocimiento, incluso perjudicando al adquirido en las últimas dos décadas.

Japón: tiene una economía cerrada, y no tiene intereses a que llegue una IED; ellos producen tecnología. Sus empresas se sienten cómodas al conquistar otros países con su tecnología, imponiendo la forma de hacer al negocio. Es un camaleónico de la IED, se adapta en donde puedan ser requeridos.

Anteriormente, las inversiones de una empresa eran principalmente al colocar en su ecuación el costo de la mano de obra, pero esto cambió. La pandemia dejó en claro que, el ahorro no está en las personas, sino en la logística de llevar un producto del lugar de origen al mercado objetivo; ante el incremento de toda la cadena de este sector.

A México le gusta que lo conquisten, debido a que, cuando llega la IED, presenta una sumisión, aludiendo que la mano de obra es barata. El promedio homologado de la hora-hombre pagada en nuestro país es de alrededor de 1.44 dólares, lo que es 8 centavos de dólar por debajo de China; pero, comparados con nuestros socios comerciales (EU), está entre 6 a 10 veces menor.

Entonces, los países que vienen a invertir, en realidad conquistan a México, ante políticas públicas en el aspecto financiero, energético, laboral, y tecnológico; políticas obsoletas y desactualizadas en algunos de estos sectores; dejando al trabajador a merced de un salario no adecuado al conocimiento.

El PIB per cápita de los mexicanos del 2000 al 2022 creció 1.5 veces, mientras que en China 13 veces.  Siendo que ellos (los chinos), su población es alrededor de 10 veces más que la nuestra. Por otra parte, nuestros socios del T-MEC crecieron de entre 2 a 3 veces. En México, con un salario bajo, y con bajo poder adquisitivo, se confirma que nos gusta que nos conquisten.

Mucho ruido el nearshoring, pero no aprendimos nada del anterior tratado y solo quedamos como simples ensambladores; esperando que la IED llegue, para estemos siempre bajo una economía con un área de confort por la eternidad.

Ahora dicen que hay más remesas, y la realidad, es que la cantidad de dólares enviada por la gente ha disminuido; y esto significa una mayor cantidad de personas saliendo del país en forma individual. Las empresas también están saliendo a buscar mejores mercados que no ponga en riesgo sus activos. No vamos a conquistar, buscamos mejorar la vida.

México debe pensar para qué quiere que llegue la IED; al responder, primero debemos tener la suficiente capacidad del mantenerla por un largo periodo, y así aprenderemos cómo hacer el negocio, para invertir con las empresas y finalmente influir en el mundo. No solo se trata de hacer cerveza, sino de crear tecnología propia.

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