Escrito por: Opinión, Ramsés Pech

Contingencia ambiental – acto de fe

contingencia

La contingencia ambiental es el mecanismo que tiene el gobierno para reducir los niveles de ozono en pro de una mejor calidad del aire

Ramsés Pech

Grupo Caraiva – León & Pech architects

El derecho a respirar aire puro es uno de los elementos del derecho universal a un medio ambiente saludable y sostenible.

La mala calidad del aire tiene implicaciones en varios derechos humanos, como lo son el derecho a la vida, a la salud, a un nivel de vida adecuado y a un medio ambiente sano.

En los últimos días, se han presentado en la Zona Metropolitana del Valle de México contingencias ambientales y esto ha originado a que se tomen ciertas medidas para que la población pueda realizar sus actividades, pero con ciertas restricciones.

Actualmente, existen dos fases que son consideradas para establecer los límites que puede y deberá tener la población ante una contingencia.

contingencia ambiental

Fases de la contingencia

Fase uno: el objetivo es el de disminuir la exposición de la población al aire contaminado y el riesgo de afectación a su salud; así como para reducir la generación de contaminantes y la probabilidad de volver a alcanzar altas concentraciones de ozono.

Fase dos: significa que la calidad del aire es extremadamente mala. Esto llevaría a la suspensión de actividades escolares, oficinas y recreativas; y se añadirían las medidas que se tomaron en la primera etapa, paralizando toda actividad.

Por lo regular, todo esto está asociado en la fase uno en su declaración, cuando hay una presencia alta de ozono y de partículas PM2.5. De acuerdo con estadísticas del Sistema de Monitoreo Atmosférico de la Ciudad de México sobre la calidad del aire, las contingencias en la capital del país se han aplicado alrededor de 28 ocasiones desde el 2016.

Menos coches, menos ozozno

Las principales fuentes de emisión de ozono por lo general son los vehículos que utilizan combustibles fósiles; fugas de gas LP y gas natural, gasolineras y el sector industrial. Así, las partículas PM2.5 provienen de los gases de automóviles, fábricas, incendios, combustibles y polvo. Estos pueden ser capaces de llegar a los alveolos (sacos de aire y la parte de los pulmones donde se realiza el intercambio de oxígeno) pulmonares.

Cuando se activa la fase I, la primera acción efectuada en la Zona Metropolitana es dejar de usar los vehículos que queman gasolina. Esto se logra por medio de nuevas indicaciones en el programa Hoy No Circula. Este es el primer paso, no permitir la circulación a un número de carros con cierta terminación de placas; restringir unidades de reparto de gas LP, colocar horarios de movilidad durante el día al transporte de carga local o federal; así como restricciones a ciertos vehículos de transporte público y privado (principalmente taxis).

Pero todo esto que observamos se fundamenta en el abandono de la combustión por la quema de combustibles fósiles en automotores. Este derivado que, en el Valle de México no existe una combustión completa, al no tener la cantidad de oxígeno en el aire necesario para poder llegar a esta. Lo anterior, agravia la calidad del aire, y de ahí la necesidad de parar a un número de vehículos durante una contingencia.

Mejores tecnologías

Actualmente, la tecnología ayuda a la combustión en los motores, al tener convertidores catalíticos, una reducción en el volumen de consumo de litros por kilómetro recorridos; en la mejora del diseño de los vehículos al reducir el peso y la mejora en la dispersión del combustible dentro del motor, entre otros avances. Pero hoy, el mundo le está debiendo al planeta en un punto fundamental, y que es el inició de todo problema de contingencia ambiental: los combustibles que se usan para mover al árbol de levas para tener torsión en los ejes y poder desplazar al vehículo.

En México, sobre todo en zonas metropolitanas, en los últimos años hemos detectado un incremento de contaminantes; y esto deriva ante una mala combustión, al no tener en el aire el oxígeno necesario para alcanzarla. Los avances que se han tenido en las últimas décadas son y seguirán siendo la utilización de aditivos oxigenantes; los cuales proporcionan una cantidad adicional de oxígeno que ayuda a tener una quema de combustible completa.

De entre los principales aditivos utilizados en México con la gasolina, está el MTBE (Metil Tert-Butil Eter) y el etanol; de los cuales dentro de la NOM-016- CRE-2016, se indican ciertos porcentajes de utilización de cada uno.

En México importamos gasolinas de nuestro socio comercial de Estados Unidos (EU), que en su mayoría están con un 10% de etanol para su venta a distribuidores; o realizan el mezclado en las estaciones de servicio para su venta al público. Este verano y ante el incremento de los precios de los combustibles, el presidente de EU autorizó el aumento del 10 a 15% del aditivo, cuyo objetivo es reducir el precio de entre 10 y 20 centavos por galón (0.50 a 1 peso por litro).

Ante un precio de barril que se mantendrá durante los próximos 18 meses por arriba de los 80 dólares, tomando como referencia al WTI, una acción similar en México, podría ayudar a bajar a el precio; y lo única forma es regresar a la opción de tener el 10% de etanol. De esta manera, si importamos gasolina, no ahorraríamos dinero, al no tener que realizar el mezclado al porcentaje que hoy día tenemos de nomás del 5.8 por ciento.

Soluciones desde el Congreso

Asimismo, se ayudaría a tener una mejor combustión en los motores, al contar con un aditivo que promocione más oxígeno; teniendo como consecuencia directa la reducción de contingencias ambientales y así no parar las actividades.

Esta acción podría disminuir 4.1 millones de toneladas de dióxido de carbono equivalente al año en las zonas metropolitanas. Tener una mejor calidad de combustibles y principalmente en la gasolina, ayuda a reducir las emisiones en el corto plazo mientras se establece la transición a vehículos eléctricos.

Existe un primer paso efectuado el 1 de abril de 2022. El Congreso del Estado de México aprobó un punto de acuerdo para exhortar a la Comisión Reguladora de Energía (CRE) elevar al 10% el uso de aditivos, y fue promovido por el diputado de Morena, Daniel Sibaja González.

El primer paso ya se tiene y ahora debemos de implementarlo; ante el incremento de la temperatura ambiente, por la movilidad de las personas al haber una mayor actividad. Es deseable parar las actividades económicas tener mayor control en la calidad del aire, sobre todo en las grandes urbes.

Ahora escuchemos, usemos el conocimiento y sigamos las recomendaciones científicas; mismas que surgieron de las propias preguntas que el ser humano tuvo que resolver para continuar en este planeta.

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