Escrito por: David Madrigal, EH 360°, Opinión

Joe Biden, la energía y qué le espera a México

Joe Biden

Sin duda, la llegada de Joe Biden a la presidencia de EU significará un contrapeso en materia energética para México y tal vez, un paso a la confrontación

David Madrigal
Director de Operaciones de TAO Solutions

Recapitulando un poco

El 3 de noviembre del 2020, el candidato demócrata a la presidencia de los Estados Unidos (EU), Joe Biden participó en las elecciones; poco después, se confirmó que a partir del 20 de enero asumiría el cargo. Es importante mencionar que en discursos de campaña y debates se dejó ver que su llegada, significará el regreso del país vecino al Acuerdo de París, además de que impulsaría la transición energética.

Yendo más atrás, cuando en 2018 el actual presidente de México, Andrés Manuel López Obrador asumió la dirección del país, hubo un cambio en el sector. Recordemos que, con la Reforma Energética se logró la apertura del sector, lo que dejó a CFE y a Pemex como administradores de redes, más no como únicos participantes del mercado; esto promovía la inversión extranjera.

Situación actual

Es medular comprender el marco general que traerá este cambio de poder. El vecino del norte no es solo una de las naciones más poderosas en el globo, si no que, 80% de nuestras relaciones de exportación es con este país, por ello la necesidad de entender los cambios que se puedan dar con la transición presidencial.

El listado de BloombergNEF que identifica a los países más atractivos para proyectos de energías renovables reporta que México pasó de estar en el lugar ocho al sitio 51 en solo dos años. Es clara la caída, cuando hay contratos que están en el alambre y en general, el ambiente es poco certero.

Sumado al entorno, los principales proyectos del poder Ejecutivo se centran en rehabilitar plantas petroquímicas, construir un tren que funcionará con diésel y Dos Bocas, una refinería ubicada en Tabasco con capacidad de 340 mil barriles por día; es decir, “construyendo quimeras, persiguiendo utopías” en nuestros tiempos.

A todo esto.. ¿Qué nos queda por asimilar?

Primero, saber dónde están nuestras cabezas y en qué están pensando. Rocío Nahle, actual secretaria de Energía, responsable de los proyectos mencionados, es consciente de la carga económica que representa dicha inversión (más en tiempos pandémicos); pues ella misma sabe que el producto y subproducto de esos proyectos, si bien, puede aumentar la soberanía nacional como se busca (o es que se ha tratado de justificar), también la puede comprometer a niveles críticos, como lo sintió todo el país con sus últimas intervenciones ante la OPEP.

Segundo, reconocer que el rumbo para construir una nación sólida en materia energética quizás sea hacia nuevos rumbos y con otras formas, más actuales y con un resultado contextualizado en el siglo XXI, ejemplo de ello podría ser un proyecto más atractivo para ambas naciones, el mencionado por la misma dependencia referente a la construcción de una segunda planta de energía nuclear al norte del país, en una región que se encuentra aislada de la Red Nacional de Transmisión (Península de Baja California).

Y ¿Joe Biden de qué juega?

Biden regresará a Estados Unidos al Acuerdo de París y es claro preveer que ejercerá presión de una u otra forma con todas las naciones, para que se comprometan con el cumplimiento de los Objetivos del Desarrollo Sostenible.

¿Qué podemos esperar como país? Biden busca poner orden ante denuncias de incumplimiento ambiental. Por otra parte se encuentra el objetivo siete, relativo a la energía asequible y no contaminante, que hace alusión también a la eficiencia energética.

 

Justo medio

Nos toca estar al tanto de las primeras comunicaciones que se generarán entre los jefes de Estado; pero podemos adelantar que parte del discurso será alentador y esto podrá generar mayor confianza para inversores extranjeros y locales, que actualmente se encuentran cautelosos.

En este punto no hay blanco o negro, recordemos que México es el segundo mercado energético más grande de América Latina, con una capacidad instalada de energías renovables que representa 15% de un total de 88GW. Pronto sabremos si esta cifra aumentará o se contraerá.

Por otra parte, destaco que en materia legal y de eficiencia energética, México tiene en la LIE, en el Código de Red y en la política de confiabilidad y a los aliados necesarios, para ayudar a que los miembros interconectados en media y alta tensión de todo el país, aceleren su camino para ser más eficientes y así reducir los desperdicios y sobrecostos, actualmente generados por ineficiencias de las empresas al momento de recibir y consumir energía.

Sin duda con Joe Biden en  el poder, habrá un contrapeso en esta materia y mayor confrontación; resultado de este choque de energías pueden ser no sólo chispas, si no el cambio de rumbo en los electrones y en las emisiones del país, el eje de las abscisas, el tiempo lo dirá.

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*Fotografía de Agence France-Presse.

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