Ciudad de México (Iliana Chávez / Energía Hoy).- Moody’s Investors Service (“Moody’s”) bajó la perspectiva de las calificaciones del Gobierno de México de estable a negativa, donde uno de los factores determinantes para esa determinación son los cambios en la política energética y al papel que juega Petróleos Mexicanos (PEMEX) en materia fiscal.
Moody’s también afirmó las calificaciones sénior no garantizadas en moneda local y extranjera de A3, la calificación sénior garantizada en moneda local de A3, las calificaciones sénior no garantizadas en moneda local y extranjera de las notas a mediano plazo de (P)A3, y la calificación sénior no garantizada “shelf” en moneda extranjera de (P)A3.
La decisión de Moody’s de cambiar la perspectiva a negativa de las calificaciones A3 de México fue motivada por el debilitamiento del marco de política en dos aspectos clave, con potenciales implicaciones negativas para el crecimiento y la deuda.
Primero, políticas que ahora son menos predecibles están afectando negativamente la confianza de los inversionistas y las perspectivas económicas de mediano plazo.
Segundo, menor crecimiento económico, aunado a cambios en la política energética y al papel que juega PEMEX, introducen riesgos para la perspectiva fiscal de mediano plazo, a pesar del compromiso del gobierno con mantener una política fiscal prudente en el corto plazo.
La afirmación de la calificación de A3 considera, por un lado, la extensa y diversificada economía de México, la elevada fortaleza fiscal y la baja susceptibilidad a eventos de riesgo, y por el otro, los desafíos relacionados a las débiles tasas de crecimiento, una fortaleza institucional más débil en comparación con los pares de calificación y un enorme sector informal.
El techo para bonos de largo plazo en moneda extranjera de México se mantiene sin cambio en A1, y el techo para depósitos bancarios de largo plazo en moneda extranjera también se mantiene sin cambio en A3. Con respecto a los techos de corto plazo en moneda extranjera, el techo de bonos se mantiene sin cambio en P-1, y el techo de depósitos en P-2. Los techos país en moneda local para bonos y depósitos bancarios se mantienen sin cambio en Aa3.
Moody’s fundamentó su decisión de cambiar la perspectiva a negativa a una menor predictibilidad de políticas que está afectando adversamente las perspectivas de crecimiento económico introduciendo riesgos de mediano plazo para la perspectiva fiscal de México.
La calificadora considera que “el grado de predictibilidad y efectividad de las políticas económicas en México se ha debilitado. Mensajes encontrados, anuncios de políticas inesperadas y su posterior reversión, como fue el caso reciente de falta de claridad sobre el uso del fondo de estabilización de los ingresos petroleros, son situaciones que introducen incertidumbre y disminuyen la posibilidad de poder predecir las políticas, circunstancia que está afectando el sentir de los inversionistas y las perspectivas de crecimiento.”
“La falta de articulación y ejecución clara de políticas está erosionado la credibilidad del programa económico. Falta de coherencia en el marco de política económica ha menoscabado la confianza de los inversionistas, generando un impacto negativo en las perspectivas económicas de México.”
Moody’s prevé un año difícil para la economía mexicana y espera que el crecimiento se desacelere a 1.5% en 2019 de 2% en 2018 con riesgos que tienden a la baja dada la debilidad persistente de la inversión privada. Moody’s considera que mensajes mixtos y la falta de claridad en las políticas continuarán afectando negativamente la confianza empresarial y las perspectivas de inversión.
La expectativa de la calificadora con respecto a las perspectivas económicas de mediano plazo se ha modificado en relación con el escenario base que estaba vigente cuando Moody’s tomó la decisión de estabilizar la perspectiva de la calificación de México hace un año. En aquel entonces, Moody’s esperaba que la economía creciera a más de 2% en 2019, y alrededor de 3% a partir de 2020.
Actualmente, la calificadora espera que la desaceleración de la actividad económica se extienda a 2020 y que el crecimiento se mantenga débil ubicándose en alrededor de 1.8%. A futuro, el balance de riesgos se encuentra inclinado hacia la baja, al considerarse factible que una menor inversión restrinja las perspectivas de crecimiento en los años subsecuentes.
Moody’s prevé que menor crecimiento a mediano plazo erosione la resiliencia de la economía ante choques, mermando un factor clave que en años anteriores sustentaba la calidad crediticia soberana.
Política Energética
Perspectivas de crecimiento más débiles para los próximos años, aunado al papel más protagónico asignado a PEMEX en el contexto de la nueva política energética, genera preocupación en torno a la trayectoria de la deuda del gobierno.
El extenso mandato que esta administración ha otorgado a PEMEX, la precaria salud financiera de la petrolera paraestatal y mayores dificultades para acceder a los mercados de capitales sugieren que la necesidad de apoyo financiero por parte del gobierno a la empresa podría ser sustancial y, por lo tanto, significativo desde el punto de vista crediticio soberano.
En lo que va del año, el gobierno se ha comprometido en proporcionar a lo largo de varios años un total acumulado de $7,000 millones de dólares (0.6% del PIB) a la petrolera del estado, sin considerar la transferencia de recursos del fondo de estabilización de los ingresos petroleros, vía inyección de capital, canje de pagarés adeudados al soberano (lo cual es una operación por debajo de la línea que no afecta el equilibrio fiscal), y una disminución de la carga fiscal.
Agrega que cuestionamientos por parte de los inversionistas en torno al nuevo modelo de negocio de PEMEX ha ocasionado que los costos de financiamiento de la empresa se hayan elevado de manera significativa.
Lo anterior ha restringido la capacidad de la compañía para accesar los mercados de capital y ha incrementado la necesidad de apoyo proveniente del soberano, generando presiones sobre las cuentas fiscales. Apoyo recurrente a PEMEX para cubrir sus necesidades de financiamiento podría tener un impacto fiscal anual de alrededor de 1%-2% del PIB durante los próximos cinco años, en caso de que la compañía no logre volver a accesar financiamiento de mercado.
Debido a lo anterior, el gobierno podría enfrentar dificultades crecientes en los próximos años para lograr su objetivo de mantener una postura fiscal conservadora, y al mismo tiempo dar apoyo financiero a PEMEX y cumplir con su intención de expandir programas sociales y el gasto en infraestructura pública.
Un entorno de bajo crecimiento complicará todavía más la habilidad del gobierno para cumplir sus metas fiscales al debilitar el flujo de sus ingresos.
Si bien la deuda del gobierno federal se ha mantenido relativamente estable en alrededor de 35% del PIB en años recientes, menor crecimiento económico y la tensión causada por la presencia de múltiples prioridades de política podrían ocasionar un incremento en los indicadores de deuda durante los próximos años, situación que pudiera erosionar la fortaleza fiscal del país.
FUNDAMENTO PARA LA AFIRMACIÓN DE LAS CALIFICACIONES EN A3
La afirmación de la calificación refleja la extensa y diversificada economía de México, siendo la segunda más grande después de la de China entre sus pares de la categoría ‘A’, la ausencia de grandes desequilibrios macroeconómicos, y su elevada fortaleza fiscal que se encuentra prácticamente en línea con los pares de calificación ‘A’.
Las débiles tasas de crecimiento y la fortaleza institucional más débil que la de sus pares continúan siendo debilidades crediticias para el país. El historial de México en mantener políticas macroeconómicas prudentes le ha permitido enfrentar choques durante la última década, incluyendo el choque de precios del petróleo y las renegociaciones del tratado comercial con Estados Unidos, mientras retuvo la confianza de los inversionistas locales y extranjeros.
Adicionalmente, la calificación de A3 también está sustentada por un sistema bancario saludable y una mejor estructura de ingresos gubernamentales que ha reducido su dependencia en el ingreso petrolero como resultado del incremento en la recaudación de impuestos proveniente de la reforma fiscal de 2014.
QUÉ PUDIERA CAMBIAR LA CALIFICACIÓN AL ALZA
Aunque no es probable que se dé un alza de la calificación en el futuro cercano, la perspectiva podría regresar a estable si se recupera la confianza en la habilidad del gobierno para establecer e implementar políticas predecibles. Un crecimiento más alto y sostenido, junto con un fortalecimiento considerable del balance general del gobierno pudiera con el tiempo dar lugar a un alza de la calificación de México.
QUÉ PUDIERA CAMBIAR LA CALIFICACIÓN A LA BAJA
Mayor evidencia de que el crecimiento a mediano plazo se encuentra en declive, ya sea como resultado de políticas públicas que directamente afectan el crecimiento o debido a la continua falta de predictibilidad de las mismas, generaría presiones a la baja en la calificación.
Mayores déficits fiscales que ocasionen que la trayectoria de la deuda gire hacia el alza, ya sea debido al apoyo financiero a PEMEX o por cualquier otro motivo, también podrían ocasionar una baja de la calificación.
El horizonte a lo largo del cual pueden materializarse estas tendencias es incierto. Si bien acciones de política (u omisiones) por parte de las autoridades pueden llevar a Moody’s a concluir que estos riesgos llegarían a materializarse, un período de hasta de 18 meses puede ser necesario para evaluar las consecuencias crediticias de la incertidumbre derivada de las tensiones inherentes entre la política gubernamental y la interacción de ésta con el sentir de los inversionistas.
Ingreso per cápita (en términos de paridad de poder adquisitivo, US$): 20,602 (2018 Efectivo) (también conocido como Ingreso Per Cápita)
Crecimiento real del PIB (% cambio): 2% (2018 Efectivo) (también conocido como crecimiento del PIB)
Tasa de inflación (IPC, % cambio diciembre/diciembre): 4.8% (2018 Efectivo)
Balance del gobierno general/PIB: -1.8% (2018 Efectivo) (también conocido como balance fiscal)
Cuenta corriente/PIB: -1.8% (2018 Efectivo) (también conocida como balance externo)
Deuda externa/PIB: 36.4% (2018 Efectivo)
Nivel de desarrollo económico: Alto nivel de resiliencia económica
Historial de incumplimientos: No se han registrado eventos de incumplimiento (en bonos o créditos) desde 1983.
El 31 de Mayo de 2019, un comité de calificación fue convocado para discutir la calificación del gobierno de México. Los principales puntos abordados durante la discusión fueron: los fundamentos económicos del emisor, incluyendo su fortaleza económica, han disminuido. La fortaleza / marco institucional del emisor ha disminuido. La fortaleza financiera o fiscal del emisor, incluyendo su perfil de deuda, no ha cambiado materialmente.
La principal metodología utilizada en estas calificaciones fue Calificación de bonos soberanos publicada en Noviembre 2018. Por favor entrar a la página de Metodologías en www.moodys.com para obtener una copia de esta metodología.
La ponderación de todos los factores de calificación se describe en la metodología utilizada en esta acción de calificación crediticia, si corresponde.
REVELACIONES REGULATORIAS
Con respecto a las calificaciones emitidas en un programa, serie o categoría/ tipo de deuda, este anuncio proporciona aclaraciones regulatorias relevantes en relación a cada calificación de un bono o nota de la misma serie o categoría/clase de deuda emitida con posterioridad o conforme a un programa para el cual las calificaciones son derivadas exclusivamente de calificaciones existentes, de acuerdo con las prácticas de calificación de Moody’s. Con respecto a las calificaciones emitidas sobre una entidad proveedora de soporte, este anuncio proporciona aclaraciones regulatorias relevantes en relación a la acción de calificación referente al proveedor de soporte y en relación a cada acción de calificación particular de instrumentos cuyas calificaciones derivan de las calificaciones crediticias de la entidad proveedora de soporte. Para mayor información, favor de consultar la pestaña de calificaciones en la página del emisor/entidad correspondiente en www.moodys.com.
Con respecto a cualquier entidad y/o instrumento calificado afectado que reciba apoyo crediticio directo de la(s) principal(es) entidad(es) a que se refiere esta acción de calificación, y cuyas calificaciones pudieran cambiar como resultado de esta acción de calificación, las revelaciones regulatorias serán aquellas asociadas con la entidad garante. Existen excepciones a este enfoque para efectos de las siguientes revelaciones, en caso de ser aplicables en la jurisdicción: Servicios Auxiliares, Revelación a la entidad calificada, Revelación de la entidad calificada.
Las revelaciones regulatorias contenidas en este comunicado de prensa aplican a la calificación crediticia y, de ser aplicable, a la perspectiva de la calificación o revisión de calificación respectiva.
Moody´s baja califiación de México a negativa por cambio a la política energética
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