El Tren Maya está bajo constante observación pública desde su inauguración, y más aún con cada uno de los accidentes que lo tienen como protagonista. Más allá de su relevancia turística y económica, su seguridad ha sido cuestionada tras los accidentes reportados en su operación. Aunque la mayoría de los percances no dejó personas lesionadas, sí provocó retrasos, daños materiales y preocupaciones sobre la fiabilidad del sistema ferroviario.
Los descarrilamientos e incidentes en vías y estaciones se han convertido en el foco de atención de usuarios, medios de comunicación y organizaciones civiles. En cada caso se han activado protocolos de emergencia y se ha garantizado el traslado de pasajeros a sus destinos; sin embargo, las investigaciones posteriores han revelado fallas mecánicas y deficiencias en los procesos de instalación de rieles y equipo.
Accidentes registrados del Tren Maya
Hasta hoy, se tiene conocimiento de cuatro accidentes en el Tren Maya desde que entró en funcionamiento:
- 25 de marzo de 2024 – Tixkokob, Yucatán: El cuarto vagón del convoy D006 se descarriló al ingresar a la estación, circulando a baja velocidad. No hubo heridos y los pasajeros continuaron su trayecto en otro tren. La investigación señaló como causa una fijación mecánica inadecuada en el cambio de vía.
- 16 de abril de 2024 – Izamal, Yucatán: Se reportó un descarrilamiento en la estación al momento de ingresar. No se registraron heridos, pero el incidente provocó retrasos y obligó a trasladar a los pasajeros en autobuses.
- Agosto de 2024 – Izamal, Yucatán: Otro descarrilamiento menor afectó al tren 304 en esta estación. Los daños fueron moderados, sin reporte de lesionados, y se activaron protocolos de atención inmediata.
- 13 de agosto de 2025 – Izamal, Yucatán: El vagón del tren 304 se salió de la vía al llegar a la estación. Aunque el percance generó daños materiales y obligó a compensar a los usuarios, no hubo heridos.
Estos incidentes han puesto de relieve la necesidad de reforzar las medidas de mantenimiento, monitoreo y seguridad operativa del Tren Maya.
La obra, que busca consolidarse como eje de conectividad en el sureste, enfrenta el reto de garantizar la confianza de los usuarios y de corregir las deficiencias detectadas en su infraestructura.