Escrito por: Combustibles, Oil & Gas, Opinión, Ramsés Pech

¿Cómo bajar el precio de la gasolina?

demanda de gasolina

México en enero del 2025 ocupó el segundo lugar del costo de la gasolina de los 10 mayores consumidores de este combustible, siendo Japón el que tuvo la gasolina más cara de estos países analizados. México salió del primer puesto en el que estaba en noviembre del 2024, al haber dado un mayor estímulo al impuesto que se cobra por cada litro (IEPS); sin dejar pasar que el impuesto aumentó conforme a la inflación que se observó al cierre del año pasado

Ramsés Pech

Grupo Caraiva – León & Pech Architects

La demanda de gasolina en México oscila entre los 780 a 820 mil barriles diarios (124 a 130 millones de litros); y las ventas reales en las estaciones de servicio van de entre los 850 a 900 mil barriles diarios (137 a 143 millones de litros). Esto implica que México ocupa el octavo lugar de los países de mayor consumo a nivel global.

Así, la demanda de gasolina, y con las ventas en las estaciones de servicio, se examina en la actualidad con el fin de establecer un precio máximo al público por parte de la administración actual; en conjunto con la Secretaría de Energía, Pemex y diversos organismos que conforman el mercado de los combustibles. El propósito consiste en controlar la inflación no subyacente en el ámbito del costo de los energéticos, ya que se incrementaron para el mes de enero hasta un 6.34 en forma anual, y un 1.11 en forma mensual; teniendo en cuenta principalmente estas variaciones debido al costo de la gasolina.

Estos incrementos tienen un impacto directo en los costos del transporte y la movilidad de las personas, trayendo como consecuencia la disminución de flujo de dinero de cada persona.

gasolina

Pero antes de pensar en poner un precio máximo a la gasolina, deberá analizarse con detalle la manera en como este producto llega a las estaciones de servicio, y las cuales, del precio final al público solo tienen el control de un 8%; y el resto depende en un 52% del mercado y un 40% por parte del gobierno respecto a los impuestos.

La gasolina llega siempre a centros de almacenamiento, llamadas en manera general terminales de almacenamiento y reparto (TAR) por la Profeco; en donde los comercializadores y distribuidores como Pemex y privados, desde este punto son enviados los millones de litros a las estaciones de servicio. En este punto existe el precio subtotal que se cobra al consumidor final, que incluye el costo del mercado e impuestos (92% del precio total), sin el costo de la estación de servicio.

La gasolina para que llegue a las TAR puede ser por dos vías:

Importando: proviene principalmente de Estados Unidos. El sendero que seguir para que un litro de gasolina llegue a México comienza desde una refinería, donde algún privado o Pemex compra. A lo cual en la mayoría de los casos existen los agentes llamados intermediarios, y que están autorizados por partes de las refinerías en vender el producto; o son comprados en la frontera de Estados Unidos con México, en centros de almacenamiento de empresas que tienen el permiso de las refinerías para poder vender.

Una vez concluida la adquisición, se requiere que las mercancías se transporten por medio de barcos, ferrocarriles o unidades motrices hasta la frontera o los puertos del Golfo de México, lo que representa un costo adicional. Al llegar a la frontera o puerto, debe ser declarada y el importador debe tener un permiso de Sener para introducir a México la gasolina; y debe estar dentro del patrón de importadores/exportadores de la Secretaría de Economía.

Adicionalmente, también debe agregar el costo de un agente aduanal para declarar la introducción definitiva al país del combustible. En el pedimento de salida de la gasolina ya está incluido el IEPS y el IVA, según sea el costo reportado por el importador.

La gasolina puede moverse por ductos, ferrocarriles o unidades motrices a las diferentes TARS privadas o de Pemex, y a lo cual debe calcularse el costo. Además, deberá integrar el costo del almacenamiento de cada litro y su operación de entrada y salida de este. En el caso de Pemex, existen tarifas autorizadas y reguladas en forma anual. Las TAR pueden ser centros de almacenamiento dentro de una refinería de la empresa estatal o alguna construida de privados bajo un permiso de la CRE.

Finalmente, tiene que enviarse a las estaciones de servicio, donde el costo del transporte dependerá de qué tantos kilómetros de distancia están de la TAR. De la suma de todo lo anterior la estación de servicio no tiene control.

gasolina

Refinando: actualmente solo existe una empresa que tiene el control del mercado de refinación, y es Pemex. Esta obtiene productos petrolíferos y se comercializan o distribuyen por esta o por medio de privados, desde las propias TAR o se envían a otras en diferentes partes de la República mexicana, bajo un costo de transporte por ductos y/o unidades motrices. En el precio que la empresa vende al mercado de su proceso de refinación, se incluye en el costo de la operación, almacenamiento; materia prima, IEPS e IVA. Acá tampoco la estación de servicio tiene control.

Hoy, la empresa estatal tiene el control de cubrir la demanda de gasolina en un 82%, en tanto los privados tienen solo el 18% para que se entregue a las estaciones de servicio. Por ello, el precio promedio actual se rige por los costos calculados por parte de Pemex, debido a que importa, produce y comercializa en las TAR y que en muchas regiones del país se utilizan como referencia para los precios finales al consumidor.

En consecuencia, al comprender que la estación de servicio no tiene el control del precio unitario final al consumidor, podemos plantear tres posibles formas que podrían ayudar a disminuir el precio de la gasolina:

  1. Establecer almacenes satelitales más próximos a las estaciones de servicio, con el objetivo de reducir costos en transporte y seguridad.
  2. Pemex podría ofrecer un mayor descuento en las TAR a los comercializadores, distribuidores o estaciones de servicio; derivado de tener en mayor proporción en el mercado y tener el control de lo que se importa y de los petrolíferos salientes de las refinerías.
  3. Negociar con refinerías de EU por parte de Pemex, mayores descuentos o el eliminar intermediarios que tiene la empresa del Estado para la compra de combustibles. Al tener un mayor margen, se podría bajar el precio en las terminales de distribución y reparto.

En estos puntos anteriores no está incluido eliminar el IEPS, debido a que podría crear un mayor déficit al erario, ante la falta de ingresos que reduzcan el actual; derivado de un incremento en el gasto del país. Sin olvidar que, la fórmula del IEPS incrementa al impuesto con base en la inflación que se observa en cada cierre de año.

La gasolina, su precio de compra para importarse a EU es bajo. Pero incrementa su precio final en las TAR, al poner los costos necesarios para que lleguen estas a México. El costo de refinación de Pemex en México para las gasolinas fluctúa de entre 5 a 7 pesos por litro; y este valor no ayuda a tener un margen que ofrecer de descuento para el consumidor final. Por lo tanto, el secreto de poder bajar el precio de la gasolina está en las terminales de almacenamiento y reparto. Al tener el control del producto importado o entregado por refinerías.

La única forma: Pemex podría dar un mayor descuento al ser ahora una empresa social, responsable y productiva; dando pie a forzar al mercado al tener una mayor competencia por los privados que están actualmente en el mercado de las TAR.

Un precio máximo no ayuda, debido a que la forma de bajar el precio está en el 52% del cost, y que depende de las variables del mercado mexicano.

LEE TAMBIÉN: Urgen mejoras en la red eléctrica del Reino Unido ante alta demanda energética

(Visited 101 times, 27 visits today)
Compartir
Close