Para AMLO, el que Pemex lleve el control del megayacimiento Zama, es beneficioso para su gobierno en términos políticos, consideró Luis Serra
Tras la decisión de la Secretaría de Energía (Sener), Petróleos Mexicanos (Pemex) se adjudicó la operación del megayacimiento Zama, pero la situación que se desencadenó podría perjudicar a todos menos al presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO), consideró Luis Serra, director ejecutivo de la Iniciativa de Energía del Tecnológico de Monterrey.
En entrevista con Energía Hoy, el experto explicó que la Empresa Productiva del Estado (EPE) se enfrenta a diversos retos en la operación del megayacimiento, antes compartido con el consorcio liderado por Talos Energy.
En primer lugar, mencionó, está la complejidad relacionada con el yacimiento como tal, pues no se encuentra en el ramo de profundidades al que está acostumbrado a operar Pemex; ello implica una curva de aprendizaje que tendrá costos.
“Por otro lado, está el hecho de que la empresa a lo mejor por sí misma podría financieramente absorber estas posibilidades, si no se le estuvieran añadiendo otro tipo de elementos que definitivamente no tienen el atractivo o la rentabilidad que tiene el aprovechamiento de estos yacimientos”, comentó.
Ejemplo de ello es el reciente anuncio de la creación de Gas Bienestar para la comercialización del gas LP en el país y la apertura de otras líneas de negocio como el impulso a los fertilizantes, todo a cargo de Pemex. En ese sentido, Serra destacó que lo anterior podría representarle un impacto financiero importante.
Aunado a ello, el experto afirmó que hacia 2024 la deuda de Pemex enfrentará un vencimiento importante, pues se habla de 113 mil millones de dólares.
“El reto mayor tal vez no es el financiero en el corto-mediano plazo de aquí a 2024. El reto mayor es la complejidad misma del yacimiento que probablemente tenga retrasos en el plan que tiene Pemex para hacer el aprovechamiento”, reiteró.
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Entonces, ¿a quién le beneficia la adjudicación del megayacimiento?
Para Luis Serra, la mejor decisión que pudo tomar Pemex debió ser continuar con el proceso de unificación. En donde el consorcio integrado por Talos Energy, Premier Oil y Wintershall Dea se encargaran de la operación; para que la EPE no absorbiera los riesgos que conlleva la operación ni el manejo financiero y así hubiera obtenido los ingresos correspondientes del proceso.
Sin embargo, aseguró que a quien verdaderamente le beneficia este movimiento es a López Obrador. “El ejecutivo desde el punto de vista político, ha impulsado una campaña en gran medida detonada porque la situación no le favorece”, destacó.
Desde casos de corrupción ligados a su familia; el accidente de la línea 12 del metro en donde 26 personas fallecieron y aún no hay culpables; hasta los cuestionamientos en tema de seguridad y los retrasos en la vacunación contra COVID-19, el mandatario enfrenta una ola de señalamientos al respecto.
“El presidente por un lado lanza toda una narrativa de soberanía energética, de cómo su administración ha logrado revertir corrupción, entrega de recursos a empresas privadas. Por otro lado tienes un consorcio internacional liderado por una empresa estadounidense que de alguna manera le va a permitir a México incrementar su plataforma de producción; y hacer un aprovechamiento exitoso. Eso hubiera ido totalmente en contra de la narrativa que tiene el presidente; y no iba a permitir que un resultado derivado de la reforma energética fuera el que mostrara que la industria petrolera del país tiene un cierto repunte”, aseveró.
En ese sentido, el director ejecutivo de la Iniciativa de Energía del Tecnológico de Monterrey subrayó que López Obrador prefiere decir en 2024 que gracias a que Pemex tomó la operación del yacimiento Zama, la plataforma de producción se incrementó ligeramente.
¿Qué pasará a futuro?
El conflicto entre Pemex y Talos Energy sobre la operación del yacimiento se remonta a 2018 con la formación de un acuerdo preliminar. En esa ocasión, Pemex se comprometió a perforar su pozo proporcional al porcentaje de recursos que le correspondían; lo cual no ha realizado hasta la fecha.
En 2020, la Comisión Nacional de Hidrocarburos declaró que el yacimiento era compartido por lo que era responsabilidad de los actores llegar a un acuerdo. Sin embargo, en julio de este año la Sener tomo la decisión de otorgarle el control a Pemex.
El yacimiento Zama se convirtió en el gran descubrimiento petrolero por privados derivado de la reforma energética del entonces presidente Enrique Peña Nieto. De acuerdo con Timothy S. Duncan, presidente de Talos, el potencial petrolero es de hasta 600 millones de barriles.
Tras la decisión de la Sener, Talos Energy anunció que buscaría la vía legal para resolver el conflicto. Ante ello, Luis Serra mencionó que es posible que la compañía promueva recursos en cortes de Estados Unidos; pero también en Alemania y Gran Bretaña, de donde son las otras dos compañías que integran el consorcio.
Además, el Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC), podría tomar peso en este escenario. Sin embargo, el experto destaca en este tipo de conflictos, no hay un ganador claro; lo que podría ocasionar es una erosión en las relaciones entre México y Estados Unidos.
“Básicamente esto que está haciendo, esta decisión que toma la administración de darle fama a Pemex es contraria a los intereses de la nación; es solamente algo que va a beneficiar, y puede ser que le salga el tiro por la culata, pero solo le va a beneficiar al ejecutivo y a esta administración. A la nación, a la sociedad mexicana esto no le beneficia”, finalizó.