Decir que el mundo dejará de utilizar los hidrocarburos de forma Ipso facto en favor es una falacia mental de un placebo psicológico de negación de la realidad; hipocresía ambiental.
Ramsés Pech
Grupo Caraiva – León & Pech Architects
La gente utiliza la hipocresía de “salvar al planeta”, y lo seguirá haciendo. Cuando en realidad solo se tenemos una autocomplacencia y placebo mental de que lo estamos realizando; derivado de que, para mover a la económica del mundo, se depende de los avances tecnológicos y de la capacidad financiera para acceder a estos.
La Organización de los Países Exportadores de Petróleo (OPEP) realizó una proyección de 2019 a 2045; e incluyó la afectación de 2020 de cómo el mundo continuará dependiendo de los hidrocarburos por un período indefinido. El estudio destaca los siguientes datos que deberán considerarse para la mejora de decisiones en el mercado energético de cualquier país.
El COVID-19 afectará las tasas de crecimiento en casi todas las economías a mediano plazo. La tasa de crecimiento promedio de los países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) será de 0,7% anual en el período de 2019 a 2025; en comparación con el nivel de crecimiento proyectado antes del COVID-19, de 2.1% anual. En los países que no pertenecen a la OCDE, se espera que el PIB crezca un 3.4% anual en promedio durante el mismo período; lo que es más de 1 punto porcentual por debajo de las proyecciones anteriores.
A largo plazo, el crecimiento incremental del PIB será impulsado principalmente por países que no pertenecen a la OCDE. Se espera que estos países crezcan un 3.7% anual en promedio, entre 2019 y 2045; gracias a la mejora de la productividad laboral, incluso cuando el ritmo de crecimiento del PIB comience a desacelerarse.
Se prevé que el PIB mundial aumente de 121 billones de dólares en 2019 a más de 258 billones en 2045. China e India representarán el 40% del PIB mundial en ese año. Asimismo, la participación de los países de la OCDE disminuirá al 31% en 2045; en comparación con lo suscitado en 2019, que fue alrededor del 43%.
Para la población mundial se pronostica que pase de 7,711 millones de 2019, a 9,479 millones de personas en 2045; un crecimiento anualizado del 4%. El 96% de este crecimiento se prevé en regiones no pertenecientes a la OCDE. Se estima que la población mundial en edad de trabajar (15-64 años) crecerá por cerca de mil millones durante el período 2019-2045. Aun así, también se pronostica que la proporción de esa población mundial disminuirá del 65% en 2019 al 63% en 2045. El 66% de la población mundial procederá de regiones urbanas para 2045.
Estos dos factores detonan en las necesidades de combustibles, electricidad, agua y en una mejor forma de aprovechar los recursos naturales. Pero, sobre todo en entender que la contaminación no disminuirá o que el calentamiento global podrá eliminarse. Estos dos dependerán de la forma de contenerlos y de reciclar la mayor cantidad de derivados; desechos o cualquier subproducto que resulte de la utilización de la energía.
Decir que el mundo dejará de utilizar los hidrocarburos de forma Ipso facto es una falacia mental de un placebo psicológico de negación de la realidad. El mundo energético no está preparado para dejar los hidrocarburos, pero sí su adaptación en la integración de nuevas formas de energía, como podemos ver en la siguiente tabla.
Suponiendo que se supere en gran medida a la pandemia de COVID-19 para el próximo año, se prevé que la demanda de petróleo se recuperará parcialmente en 2021. La demanda de energía se incrementará en un 25% del 2019 a 2045; siendo la más relevante la parte de renovable, nuclear y gas natural. Pero, la utilización del total de la base fundamental seguirá siendo el crudo, gas y el carbón; de un 72% contra un 28% de renovables (2019 81% y 19% respectivamente).
Por tanto, en el mundo se esperará que la emisión de CO2 se incremente:
La única solución, es la adaptación de la economía circular; una mega tendencia emergente que podría apoyar la mitigación del cambio climático. La comunidad de investigación internacional utiliza diferentes definiciones, pero en general, concibe un sistema económico con pérdidas mínimas de recursos y energía a través de los principios de reducir, reutilizar y reciclar.
Todo esto es derivado principalmente por el aumento de la población a nivel mundial; del 2019 a 2045 aumentará el número de pasajeros de 1,116 a 2,118 millones; un crecimiento del 90%, además de un aumento de vehículos comerciales, de 245 a 510 millones, un incremento del 108%.
Por otra parte, los nuevos pasajeros que requieran un medio de transporte, incrementarán las ventas de carros con motores de combustión interna por un 60%; 27% eléctricos, 8% híbridos, 3% de gas natural y 2% de hidrogeno.
Ante esta situación planteada por la OPEP, la cual puede ser considerada por cada persona que quiera analizar la información y considerar el mercado; la realidad es que no hay forma de dejar de contaminar.
Solo existe una manera de causar el menor daño al medioambiente:
Reducir, Reutilizar y Reciclar a lo más posible en nuestra vida cotidiana; siendo ahora parte fundamental de nuestras actividades el cómo y dónde utilizamos la energía.
La hipocresía ambiental es un hecho, y solo podrá ser minorizada al saber para qué queremos la energía.
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