La presidenta Claudia Sheinbaum defendió la reforma a la Ley de la Guardia Nacional. Señaló que la participación de militares en elecciones está prevista desde 1917 y acusó a la oposición de “mostrar su ignorancia”
Desde Palacio Nacional, la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo respondió a las críticas surgidas en torno a su iniciativa para expedir la nueva Ley de la Guardia Nacional (GN). En el centro del debate se encuentra una disposición que permitiría a elementos activos de esta institución solicitar licencias para contender en procesos electorales o desempeñar cargos públicos.
Durante su conferencia matutina, la presidenta defendió la propuesta y acusó a los partidos de oposición de tergiversar los alcances de la reforma. “Muestran su ignorancia”, declaró enfática, al referirse a quienes han señalado esta medida como un intento de profundizar la militarización del país y permitir el involucramiento directo de las fuerzas armadas en la vida política.
Era constitucional, asegura
Sheinbaum recordó que esta posibilidad está contemplada en la Constitución desde hace más de un siglo. “La Carta Magna, desde 1917, establece que un militar debe dejar de estar en servicio activo al menos 90 días antes de una elección si desea postularse como diputado o senador. Esto no es nuevo ni representa una amenaza a la democracia”, puntualizó.
La propuesta busca fortalecer a la Guardia Nacional como un cuerpo profesional y permanente de seguridad pública, ahora plenamente integrado a la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), como se estableció en la reforma de 2024. A raíz de esta modificación, todos los elementos de la GN son, de facto, personal militar.
El Artículo 44
Uno de los puntos que ha generado mayor discusión es el contenido del Artículo 44 de la nueva Ley de la Guardia Nacional, el cual describe cuatro tipos de licencias disponibles para el personal: ordinaria, ilimitada, por edad límite y especial. Esta última permite a los elementos solicitar permiso sin goce de sueldo para contender por un cargo público, previa autorización del presidente o del titular de la Sedena.
Arturo Coronel Flores, jefe del Estado Mayor de la Defensa Nacional, explicó ante medios los distintos tipos de licencia contemplados en el marco militar: “La licencia especial ha existido por décadas y puede ser solicitada por cualquier elemento para buscar un cargo público, siempre sin goce de haberes”.
Esta figura también está prevista en la Ley Orgánica del Ejército y Fuerza Aérea Mexicanos desde 1986, lo cual refuerza el argumento de la presidenta de que no se trata de una nueva atribución, sino de una homologación para los integrantes de la Guardia Nacional.
En riesgo autonomía del poder civil, cuestionan
A pesar de las aclaraciones, la oposición ha advertido que la reforma representa un riesgo para la autonomía del poder civil, ya que permitiría que militares activos —aunque en licencia— accedan a funciones políticas sin una desvinculación definitiva de sus instituciones.
La iniciativa, impulsada por el Ejecutivo, será discutida y votada en los próximos días por el pleno de la Cámara de Diputados. De aprobarse, consolidaría la incorporación total de la Guardia Nacional a la Sedena y abriría una nueva vía para la participación política de sus integrantes, algo que el gobierno federal insiste en calificar como legal, transparente y ya existente en el marco normativo.
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