Escrito por: Electricidad, Opinión

El apagón en España y Portugal: lecciones para fortalecer la red eléctrica en México

apagón

El apagón en España y Portugal no debe verse como una rareza distante, sino como un espejo de los desafíos que enfrenta México en su propia modernización eléctrica

Naomi Aguirre

Consultora en Energía en Acclaim Energy México

El pasado 28 de abril de 2025, millones de personas en España y Portugal se quedaron sin electricidad debido a un apagón masivo que paralizó gran parte de la actividad económica y social de la región. Este evento, considerado uno de los más severos en Europa occidental en la última década, expuso vulnerabilidades profundas en los sistemas eléctricos modernos y representa una advertencia oportuna para México, cuyo Sistema Interconectado Nacional opera en un estado crítico constante.

Aproximadamente a las 12:33 p.m., una serie de oscilaciones en la red ibérica provocaron la desconexión del sistema eléctrico de España y Portugal del resto de la red europea. En cuestión de segundos, más de 2.2 GW de capacidad de generación se perdieron en subestaciones clave ubicadas en el sur de España, lo que llevó al colapso del sistema.

Para dimensionar el impacto, esta pérdida equivale al consumo eléctrico simultáneo de entre 5 y 10 millones de personas. Aunque el suministro comenzó a recuperarse horas después gracias a plantas con capacidad de arranque en negro, la restauración total del sistema tomó entre 12 y 24 horas. Este apagón reveló deficiencias en las interconexiones internacionales, la baja inercia del sistema (derivada de la alta penetración renovable) y la necesidad de contar con protocolos de respuesta más sólidos.

Un reflejo de lo que ocurre en México

Desde hace varios años, el Sistema Eléctrico Nacional (SEN) opera con una fragilidad estructural creciente, pero en esta temporada de calor extremo, la situación ha escalado a niveles críticos. Las altas temperaturas registradas en gran parte del país han incrementado significativamente la demanda de electricidad; impulsada principalmente por el uso masivo de sistemas de enfriamiento como aires acondicionados, ventiladores y refrigeradores.

De acuerdo con el Centro Nacional de Control de Energía (Cenace), el incremento de la demanda de forma sostenida ha reducido peligrosamente el Margen de Reserva Operativa (MRO), ubicándolo por debajo del 3 %, cuando el umbral mínimo recomendado es del 6 %. La consecuencia directa ha sido la activación de Estados Operativos de Alerta y Emergencia en varias ocasiones, ante la incapacidad del sistema para absorber perturbaciones como fallas en centrales, variabilidad renovable o condiciones meteorológicas adversas.

Un ejemplo crítico se presentó el 7 de mayo de 2025, cuando la salida simultánea de varias plantas generadoras y la reducción en la generación renovable por nubosidad y falta de viento dejaron fuera de servicio más de mil 600 MW. Esto provocó cortes rotativos por hasta 2 mil 610 MW, equivalentes al 5.2 % de la demanda máxima del día. Aunque el suministro se restableció en pocas horas, el evento evidenció la incapacidad actual del sistema para responder con eficacia ante contingencias.

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A esta situación se suma la falta de transparencia institucional. Desde hace más de un año, el Cenace ha dejado de publicar datos actualizados del MRO, así como los de los registros de alertas del Sistema Eléctrico Nacional; argumentando motivos de seguridad nacional, lo que limita la capacidad de planeación tanto para generadores como para grandes consumidores. Expertos alertan que, si no se presentan lluvias en las próximas semanas, el SEN podría enfrentar un estrés operativo aún mayor con la llegada de la canícula que se anticipa inicie el próximo 3 de julio.

La realidad es que México comparte varias de las condiciones que agravaron el evento europeo: una alta penetración renovable sin respaldo suficiente; cuellos de botella críticos en la red de transmisión que dejan zonas con baja redundancia y congestiones severas; una reducida participación de generadores rotatorios que limita la inercia del sistema; y protocolos de recuperación limitados. Aunque existen plantas con capacidad de arranque en negro, estas son escasas y desafortunadamente no se realizan simulacros periódicos a gran escala.

¿Qué si está haciendo México?

Ante este panorama, se han emitido regulaciones que podrían fortalecer el sistema eléctrico. Destacan las Disposiciones Administrativas de Carácter General (DACS), que establecen los lineamientos para la integración de sistemas de almacenamiento energético al SEN. Esta medida representa un avance clave que responde a muchas de las lecciones del caso ibérico, al reconocer que el almacenamiento puede aportar inercia sintética, regular la frecuencia, actuar como respaldo ante fallas inesperadas y dotar de mayor flexibilidad operativa al sistema.

Asimismo, la Ley del Sector Eléctrico (LESE) introduce nuevas disposiciones que, de implementarse correctamente, permitirán mejorar la planeación de red, fomentar la inversión en infraestructura de transmisión y modernizar los esquemas de confiabilidad.

Naomi Aguirre, consultora en Energía en Acclaim Energy México.

¿Qué lecciones rescato del apagón en Europa?

La primera lección es que la transición energética no puede centrarse solo en la integración de renovables: debe ir acompañada de sistemas inteligentes que garanticen estabilidad desde su diseño técnico y regulatorio. El almacenamiento ya no debe verse como un recurso opcional para los grandes consumidores de energía, sino como un componente esencial para asegurar una transición confiable.

En segundo lugar, la resiliencia del sistema no solo debe medirse, sino también ensayarse. Es urgente implementar pruebas de recuperación, establecer islas operativas y fortalecer protocolos de emergencia que permitan una respuesta rápida ante eventos críticos.

Finalmente, México debe evitar el aislamiento eléctrico regional. Reforzar las interconexiones entre zonas del país debe convertirse en una prioridad tangible, no solo en papel. Aunque los planes de expansión de la red eléctrica señalan esta intención, es crucial que dichos compromisos se traduzcan en acciones concretas.

En un entorno cada vez más volátil, las empresas no pueden depender exclusivamente de la estabilidad del sistema eléctrico nacional. El mayor costo no es el precio de la energía, sino la pérdida que representa no contar con ella cuando más se necesita. El apagón ibérico dejó pérdidas millonarias y es un recordatorio de lo vulnerable que puede ser cualquier operación sin un plan de respaldo.

La regulación reciente abre la puerta para que las empresas exploren esquemas de generación en sitio con respaldo a través de sistemas de almacenamiento, y de tener modelos flexibles de suministro que aumenten su autonomía y resiliencia operativa y financiera frente a interrupciones.

El apagón en España y Portugal no debe verse como una rareza distante, sino como un espejo de los desafíos que enfrenta México en su propia modernización eléctrica. Aprovechar esta experiencia para acelerar inversiones, robustecer la regulación y enfocar los esfuerzos en confiabilidad será clave para garantizar que la transición energética no solo sea sostenible, sino segura.

En Acclaim Energy, ayudamos a más de 100 de las más importantes empresas del país a identificar y evaluar las mejores estrategias de suministro; diseñar esquemas de generación, incorporar almacenamiento y mitigar al máximo los riesgos asociados al suministro eléctrico. Prepararse hoy para prevenir el riesgo y evitar pérdidas mañana en sus negocios.

Si quieres ponerte en contacto con nosotros, comunícate al: +52 (81) 2085 0659 o en https://acclaimenergy.com.mx/

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