México enfrenta el desafío de adaptar su infraestructura eléctrica, a través del almacenamiento y estabilidad de la red, para garantizar eficiencia y confiabilidad sin frenar la transición hacia energías limpias
El crecimiento industrial, la expansión urbana y el aumento del consumo eléctrico han elevado la demanda energética. Mientras que fenómenos climáticos extremos, como las olas de calor, han estresado la infraestructura existente.
Sin embargo, la oferta de energía no ha crecido al mismo ritmo. Entre 2022 y 2023, la demanda de electricidad aumentó un 3.5%. En tanto que la capacidad de generación incorporada al Mercado Eléctrico Mayorista solo creció un 0.6%, según el Programa de Desarrollo del Sistema Eléctrico Nacional (Prodesen) 2024-2038.
Buscan agregar más de 21 mil megavatios
Ante este panorama, el gobierno implementó el Plan de Fortalecimiento y Expansión del Sistema Eléctrico Nacional 2025-2030. Con el cual busca agregar 21,846 MW al Sistema Eléctrico Nacional (SEN) en los próximos cinco años. Este impulso provendrá principalmente del sector privado, con tecnologías renovables como la energía eólica, solar fotovoltaica, ciclos combinados y sistemas de almacenamiento con baterías.
El almacenamiento de energía se está convirtiendo en un pilar fundamental para equilibrar la oferta y la demanda. Así como para reducir desperdicios y garantizar un suministro más estable.
“Una de las apuestas más fuertes de México para dar respuesta a la demanda es alcanzar 45% de generación de energías limpias hacia 2030. Sin embargo, esto representa desafíos relevantes, pues no es un secreto que las fuentes renovables de energía, como la solar o la eólica, están sujetas a su variabilidad”, asegura José María Galdón, director General de Greening México.
Acuerdo Núm. A/113/2024
Para abordar esta barrera, las autoridades resaltaron la importancia del almacenamiento de energía. El Acuerdo Núm. A/113/2024 de la Comisión Reguladora de Energía (CRE) establece regulaciones para la integración de los Sistemas de Almacenamiento de Energía Eléctrica (SAE) al SEN. Este acuerdo define cinco modalidades de participación de los Sistemas de Almacenamiento con Baterías (BESS), que optimizan la gestión de energía renovable y garantizan un suministro confiable.
“Los BESS representan la opción más viable para el almacenamiento de energía, ofreciendo múltiples ventajas que apoyan la eficiencia y confiabilidad del suministro eléctrico”, destaca Galdón.
Entre sus beneficios están la alta eficiencia, la mejora de la estabilidad de la red y el respaldo ante fallos eléctricos. Además, nuevas tendencias como las baterías de estado sólido y la gestión energética con inteligencia artificial refuerzan su papel en la transición energética mexicana.
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