Escrito por: ABC Energético, Energy & Knowledge, Opinión

Día Mundial de la Energía, apuntes de Erika Ramírez, Acclaim Energy México


En la apresurada sociedad de la cual formamos parte, un hilo elemental que nos conecta a todos es la energía

Erika Ramírez
Analista Sr. de Operaciones en Acclaim Energy México

2024 ha arrancado con un dinamismo global en los mercados de este valioso recurso, la energía, buscando un enfoque hacia políticas gubernamentales que reconozcan la importancia del acceso a energía confiable y asequible; y a la aceleración de la transición de fuentes renovables de generación.

Todo esto se ha venido impulsando a pasos acelerados en los últimos 5 años por conflictos geopolíticos, emergencias sanitarias, sin mencionar que presenciamos uno de los años con los registros de las temperaturas más altas en la historia de la humanidad; lo que nos ha dejado como lección la alta vulnerabilidad que tiene la economía internacional al verse afectada por una crisis energética.

Ante dichas adversidades, no solo el que se busquen fuentes que emitan una menor cantidad de Gases de Efecto Invernadero (GEI) o tecnologías que no sean dependientes al uso de combustibles y, por ende, a la volatilidad en sus costos de generación, pudieran ser la solución, ya que como parte de las alternativas existen políticas públicas que han sido diseñadas para acelerar la transición del mercado hacia la eficiencia energética.

Naciones como Francia, Reino Unido, Alemania, Países Bajos e Italia, entre algunos otros, fueron reconocidos en el 2022 por la American Council for an Energy Efficiency Economy (ACEEE), por destacar en 36 métricas distintas y promover las mejores prácticas sobre la eficiencia energética en cuatro categorías: infraestructura, industria, trasporte y esfuerzos nacionales.

De acuerdo con los reportes presentados por dicha institución, Francia se ha comprometido a reducir el consumo de energía del 2012 hasta un 20%, así como a disminuir la emisión de GEI que tuvo en 2005 en un 37% para el 2030. Estos compromisos han sido plasmados en la política francesa a través de diferentes medios, por ejemplo, estrictos códigos y estándares que sus edificios, sean comerciales o residenciales, deberán cumplir; incorporar alternativas de movilidad eficiente y segura para los usuarios, y comprometerse a hacer inversión constante de recursos públicos en infraestructura con la intención de mejorar los medios de transporte.

En cuanto a nuestro país, a pesar de tener compromisos de reducción en el uso de energía y emisiones de GEI, a México se le cataloga como uno de los países que menos inversión realiza en la investigación y desarrollo de nuevas metodologías y tecnologías de eficiencia energética; con un gasto que no supera los 0.67 dólares per cápita. (ACEEE, 2022).

Por otro lado, sabemos que el país no cuenta con infraestructura de servicios de transporte público eficientes, por lo que no debemos extrañarnos el mensaje del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) en el que declara que, más del 80% de la población se desplaza haciendo uso de sus propios vehículos. Asimismo, a pesar de haber generado estándares y códigos para el desarrollo de infraestructura y edificios, la verificación de los organismos encargados de dar seguimiento a estos procesos ha sido laxa; y por ende, no se ha logrado cumplir con los objetivos.

La falta de resultados de esos esfuerzos y políticas nos ha llevado a que, según los registros del Prodesen, el uso intensivo de energía haya aumentado un 3.44% y la demanda per cápita un 0.66% en 2023 con respecto al año anterior.

México se enfrenta a un desafío importante en su camino hacia la sostenibilidad y el uso eficiente de la energía. La disparidad entre los compromisos adquiridos y los resultados anuales revelan una brecha que debe abordarse con urgencia.

Es indispensable que, el gobierno y los sectores industriales dupliquen los esfuerzos en la implementación y supervisión de una normativa más estricta en cuanto a eficiencia energética, calidad y confiabilidad se refiere; y que se tome como ejemplo la experiencia de otros países que nos demuestran que, la combinación de códigos, políticas y el compromiso de los usuarios puede conducirnos a lograr ser un país con una mayor soberanía energética.

Para revertir la tendencia actual en México, se requiere un enfoque integral; esto implica no solo una mayor inversión, sino también la revisión y fortalecimiento de la legislación existente. La promulgación de códigos más estrictos y el incentivar la adopción de tecnologías limpias son pasos esenciales para impulsar la eficiencia energética en sectores clave para el país.

La transición hacia un modelo energético más sostenible no solo beneficiará al medio ambiente,
sino que también contribuirá a la seguridad y estabilidad energética a largo plazo y dará pie a
que como sociedad podamos continuar avanzando hacia el crecimiento económico que la nación
entera pretende. Si estás buscando una estrategia sólida que te permita no solo acceder a energía limpia y competitiva, sino también diseñar planes para el uso eficiente de la energía, los expertos de Acclaim Energy, líder en consultoría energética en México, están listos para ofrecer a tu empresa toda su experiencia en la materia. Contáctenos a través de nuestra página, en donde podrás solicitar una consulta con uno de nuestros especialistas.

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