En la Universidad Nacional se plantean alternativas para el crecimiento económico y social del país, señaló Leonardo Lomelí Vanegas. Guadalupe Valencia García expuso que se debate en aras de la construcción y reconstrucción de una nación más justa, equitativa y democrática. México debe contar con un proyecto de nación de elaboración colectiva, aseguró Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano
Es necesario un cambio para reorientar el progreso del país sobre bases más firmes, que se hagan cargo de los rezagos históricos acumulados, de problemas nuevos que han aparecido y aquellos que se han exacerbado con las crisis, afirmó el secretario General de la UNAM, Leonardo Lomelí Vanegas.
Lo anterior, justifica la necesidad de replantearse una reconstrucción institucional, modificar políticas y revisar de una manera seria la agenda del desarrollo de México, si queremos estar a la altura de las necesidades de cara a la población y lo que se nos presenta como un siglo tan desafiante como este, añadió ante el integrante del Grupo Nuevo Curso de Desarrollo y excandidato presidencial, Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano.
Al inaugurar el 15º Diálogo Nacional por un México Social expresó que a partir del inicio de este encuentro hemos pasado por dos crisis importantes: la de 2008 y la provocada por la pandemia del SARS-CoV-2; “eso, en sí mismo, justifica el gran eje ordenador del Diálogo: plantear la necesidad de una reconstrucción para el desarrollo”.
Desde el primer Diálogo y en diversas instancias -como el Seminario Universitario de la Cuestión Social, el Programa Universitario de Estudios del Desarrollo (PUED) y el Grupo Nuevo Curso de Desarrollo- se ha insistido en esta casa de estudios sobre la necesidad de cambio para reorientar el crecimiento del país, subrayó Lomelí Vanegas.
En esta actividad académica -que desde su comienzo también ha tenido la decidida participación de la Facultad de Economía (FE), el Instituto de Investigaciones Económicas (IIEc) y la Asociación de Exalumnos de la FE- los ejes temáticos serán, entre otros: democracia y Estado de Derecho, política macroeconómica, ambiente y sustentabilidad del desarrollo, e infraestructura. “Este esfuerzo contribuye a que desde la Universidad se planteen alternativas para el desarrollo económico y social de México”, enfatizó.
Un proyecto de nación
En la conferencia magistral Debatir el presente para la reconstrucción del desarrollo, Cárdenas Solórzano acotó que caminar hacia un mejor futuro para que el país se desarrolle rumbo a una sociedad igualitaria, una economía en crecimiento y autónoma, una institucionalidad política asentada en la cabal vigencia de un Estado de derecho y hacia una justica recta, no es tarea pequeña.
Para definir acciones en concreto, detalló, se debe pensar qué hacer en cada uno de los temas del desarrollo nacional, para lo cual se debe contar con un proyecto de nación de elaboración colectiva, con la participación de mexicanos de toda la República y provenientes de las más variadas actividades, y que elaboren una propuesta construida a partir de la razón y la creatividad, y del reconocimiento a la diversidad, de la búsqueda de un progreso y bienestar socioeconómicos crecientes.
El político consideró que entre lo deteriorado o destruido en las últimas cuatro décadas de retroceso, se encuentra la cohesión social, una fraternidad erosionada por la desigualdad y la pobreza. A ello hay que añadir una confrontación que parte a la población, alentada por los privilegios inequitativos, presente a través de políticas del Estado que han concentrado beneficios en unos cuantos, tolerando la impunidad y la corrupción en lugar de buscar el diálogo, la conciliación y el encuentro, así como la atención del fondo de las carencias y obstáculos que impiden la igualdad.
Erradicar la desigualdad demanda políticas del Estado, creación masiva de empleos formales, la universalización de la seguridad social, y dar efectivo cumplimiento a lo que mandata el Artículo tercero Constitucional: la obligación de que todo mexicano reciba educación.
Este diálogo abre una oportunidad para que la UNAM convoque a debatir con amplitud el presente y, a partir de ello, proyectar colectivamente la reconstrucción del desarrollo; es decir, la edificación de un futuro mejor, de progreso y bienestar para México y los mexicanos, externó.
Hacia un México más equitativo
Previamente, la coordinadora de Humanidades, Guadalupe Valencia García, manifestó que en esta actividad se debatirá en torno a cuestiones, resultados y propuestas en aras de la construcción y reconstrucción de un México más justo equitativo y democrático.
Se abordará de la reconstrucción de la sociedad, nacional y global, sobre todo después de los estragos causados por la primera pandemia del siglo XXI. Deseamos que este encuentro sea muy fructífero para nuestras entidades y comunidades académicas, y que este Diálogo sea un tabique más en la construcción del México que todos deseamos.
Eduardo Vega López, director de la FE, sostuvo que no hay posibilidad de recuperar el desarrollo sin el cumplimiento del derecho, sin observancia estricta de la ley, y el principal responsable de esa tarea pública debe ser el Estado, mediante una división de poderes que sea respetada y la deliberación ciudadana con inclusión política mediante libertades fundamentales respaldadas.
No todo es crecimiento
Se propone en este diálogo rediseñar, previa discusión informada, cuáles deben ser las prioridades de política macroeconómica, y cuál la infraestructura para el desarrollo más pertinente para el siglo XXI, recalcó.
Rolando Cordera Campos, profesor emérito de la FE, refirió que hoy podemos darnos el lujo de decir, sin ningún temor, que el crecimiento no es todo; como especie nos estamos acabando nuestras bases elementales e inmediatas de sustentación, producto en buena parte del tipo de crecimiento que la humanidad comenzó a adoptar a mediados del siglo XIX y confirmó después como gran modelo universal.
Hoy hay que plantear “con audacia un gran plan global para construir lo más pronto posible otra globalización, una que asuma la importancia de la cultura universal”. Hay que pensar al desarrollo como una gran tarea y no como un gran problema, precisó.
El coordinador del PUED, Enrique Provencio Durazo, apuntó que la década y media de existencia de este Diálogo cubre el “arco” desde el inicio de la gran recesión de 2008, hasta hoy, etapa en la cual la crisis de la pandemia nos sigue marcando. Durante esos años, en este encuentro se han discutido diversos vectores temáticos; hoy toca poner el énfasis en las pautas para la reconstrucción del desarrollo.
En esta ocasión, el Diálogo se enriquece de la elaboración de diversos grupos de trabajo que fueron convocados por el Grupo Nuevo Curso de Desarrollo, para formular un planteamiento que aporte al debate nacional, sobre las reformas al desarrollo que urgen, con una perspectiva de largo alcance.