El Project Management Institute (PMI) publicó su informe “Global Megatrends 2022”, un análisis de las fuerzas globales asociadas a la dinámica tecnológica, los cambios demográficos y el estado de la economía, entre otros.
Eneida Góngora Sánchez
Fundadora de Optimum Projectus Consulting. Directora y Miembro de Women ‘s Energy Network Mexico Chapter. Presidenta del G100 México para el ala de Energía Renovable y Solar
El mundo está cambiando. Voy a mostrarte los principales factores que afectan significativamente a nuestras sociedades, nuestra vida cotidiana y al ámbito de la Dirección de Proyectos en particular.
Son seis principales mega tendencias que en función de su impacto y visión al futuro se aplican en el desarrollo de habilidades técnicas de los “Project Managers”, pero también de la comprensión del entorno estratégico que impacta a éstos cuando se ejecutan para solucionar problemas reales.
Estas líneas de tendencias identificadas son:
1. Disrupción digital
2. Crisis climática
3. Cambios demográficos
4. Cambios económicos
5. Escasez de mano de obra
6. Movimientos civiles, cívicos y de Igualdad
Sin duda cada una de estas nos permite reflexionar con ejemplos y/o acciones a nuestro alcance.
También es relevante que, diferentes disciplinas científicas y sociales piden la aceptación e impulso a una perspectiva más dinámica e integradora que debe ser sustentable, que permita resolver los mayores desafíos del mundo. Esto que desde el 2019 el PMI le ha nombrado “Project Economy” a través soluciones, productos y servicios nuevos o mejorados, que sean ineludibles para resolver un problema real, para el caso, me referiré solo a la crisis climática.
El tema ineludible
Concentrándome en esta mega tendencia de la que cada vez se habla más, se discute y se avanza a diferente ritmo, hay una constante: la respuesta está siendo a una velocidad menor de lo que se requiere. Además, debe atenderse el crecimiento económico inclusivo, la protección de la biodiversidad y el cumplimiento de metas en los países.
Hablar de infraestructura sustentable es una respuesta clara para contribuir con proyectos en los que un Project Manager debe y puede desarrollar, responder al cumplimiento de dichas metas, incluyendo los Objetivos de Desarrollo Sustentable (ODS), sin soslayar lo tangible: servicios como electricidad, agua, manejo de residuos sólidos, saneamiento, transporte, logística y comunicaciones para los habitantes especialmente de las ciudades.
El 80% de la población en Latinoamérica vive en ciudades, y se espera que este número alcance el 90% para 2044. Por lo cual la demanda de servicios y equipamiento de carácter públicos que se consideran infraestructura está cada vez más presente en los mecanismos de financiamiento, diseño, construcción, mantenimiento y desmantelamiento inclusive.
Una transformación positiva
Las ciudades representan alrededor del 75% del consumo energético mundial y son responsables de más del 70% de las emisiones mundiales de gases de efecto invernadero (GEI). Asimismo, las emisiones de GEI de las ciudades podrían reducirse en casi 90% para 2050 utilizando medidas de mitigación técnicamente viables (económicas, ambientales y sociales), entre ellas la construcción de proyectos sustentables.
Además, es básico asegurar que este tipo de proyectos sean verificados de forma efectiva a través de certificaciones y auditorías, pues la ciudadanía como usuarios finales, nos hemos relacionado de forma tensa con el tema.
Esto porque los equipos que ejecutan obras y todas las partes interesadas (stakeholders) no involucran a la ciudadanía directamente beneficiaria, desde el inicio del ciclo del proyecto, o en la definición de lo “institucional” aplicable (normativo, regulatorio, etc.), así como en la transparencia del uso de recursos públicos, entre varios aspectos. Todo lo anterior, es vital por nuestra condición de usuarios directos e indirectos de esos proyectos en el largo plazo.
Mejores alianzas sostenibles
A medida que vemos y documentamos cambios sin precedentes, especialmente aquellos asociados a el capital natural; como el aumento del nivel del mar y la temperatura, tormentas feroces, desigualdad de ingresos y oportunidades…
Así como las limitaciones de recursos, por nombrar algunos, se hace más evidente que los países, los estados; así como los municipios entre otros actores (empresas, organizaciones civiles, universidades y centros de investigación) busquen mejores y más sostenibles respuestas para encarar los desafíos de invertir en infraestructura pública o privada. Mismas que pueden iniciar con la creación de capacidades técnicas y gerenciales para desarrollar verdaderos proyectos sustentables. Las alianzas multiactor son necesarias entonces.
Claramente este es un tema que trasciende enfoques de ingeniería, arquitectura y quienes son tomadores de decisiones formales; pues realmente se considera de forma amplia, dinámica e innovadora.
La infraestructura sustentable es un excelente medio de compromiso con la calidad de vida, los costos y beneficios sociales, las consecuencias no deseadas, el desarrollo económico inclusivo; así como la armonía de quienes habitamos hoy y en el futuro las ciudades en el mundo.