Escrito por: Opinión

¿Qué esperar del futuro económico y energético de las energías limpias?


Según el Centro Mexicano de Derecho Ambiental (Cemda), la generación de electricidad es una oportunidad para modificar las tendencias de contaminación en el país por la generación de energía con petróleo, gas o carbón.

Manuel Ahumada
Socio-Fundador de Enlight

De acuerdo con el Programa de Desarrollo del Sistema Eléctrico Nacional (Prodesen) 2022- 2036, México es responsable de emitir el 1.2 por ciento del total de las emisiones de carbono del mundo en el año 2020, con un consumo mundial de petróleo de 1.7 por ciento como energía primaria, el 2.3 por ciento del gas natural y el 0.3 por ciento del carbón.

Durante el Foro de Davos 2022, organizado por el World Economic Forum (WEF), se presentó el
documento “Decarbonizing Cities and Real Estate” (“Descarbonizando Ciudades y Bienes Raíces”); en el cual se explica la importancia de avanzar hacia la consolidación del uso de nuevas energías en los diferentes procesos industriales.

La preocupante situación energética mundial presenta nuevos desafíos que van agravando la matriz actual, acentuando los conceptos tradicionales de generación y distribución de energía; por lo que es importante comenzar a construir un panorama diferente para incluir nuevas formas de generación de energía en los procesos.

Ante el aumento de la demanda energética global, el incremento en los costos de generación y la necesidad de reemplazar gradualmente los combustibles fósiles; es cada vez más urgente un cambio en la política energética mundial. Para esto; es necesario implementar tecnologías que permitan consolidar un desarrollo sostenible efectivo a largo plazo que garantice la rentabilidad y factibilidad de las operaciones, de las políticas públicas y, sobre todo, de las metas de descarbonización.

En México, la mayor parte de las instalaciones de generación distribuida son de tecnología solar fotovoltaica, y se concentran en los sectores residencial, comercial e industrial.

Según el Prodesen, el primer sistema de Generación Distribuida apareció en 2007. A partir de entonces ha ido cobrando relevancia no solo por sus beneficios ambientales, ya que se deja de emitir dióxido de carbono (CO2e), óxidos de nitrógeno NOx y óxidos de azufre (Sox), sino también porque este esquema es comúnmente utilizado como una estrategia para reducir los costos de la facturación eléctrica en tarifas de alto consumo.

En territorio nacional, hasta 2021, la Generación Distribuida había alcanzado máximos históricos, pues en ese año se añadieron 480.147 MW en 59,408 contratos de interconexión, rompiendo el récord en materia de potencia instalada en el país. De tal forma, se sobrepasó los 2 GW de capacidad operativa bajo este segmento, siendo exactamente 2,031.25 MW, en 270,506 contratos de interconexión, cifra que significa una inversión de 3,515.22 millones de dólares, de acuerdo con la Comisión Reguladora de Energía (CRE).

Según datos de la CRE; Jalisco, Nuevo León y Chihuahua concentran el 33 por ciento de la capacidad y el 36 por ciento de los contratos en este rubro.

Entre los tres estados suman 666.54 MW, repartidos en más de 98,000 contratos de interconexión. En la más reciente publicación del Prodesen, se pronostica que para 2026 la generación distribuida tenga una evolución exponencial; llegando a triplicar la capacidad instalada a nivel nacional para llegar a 6.7 GW.

Los paneles solares son una gran opción para las empresas operando en México. Primero, por su ubicación privilegiada, pues más del 80 por ciento del territorio nacional tiene condiciones óptimas de radiación solar.

Segundo, existen incentivos gubernamentales y fiscales; que permiten retornos de inversión y la oportunidad de congelar el precio de la electricidad por los más de 30 años de vida útil de un sistema fotovoltaico.

Así, la generación, uso y almacenamiento de energía in situ permite que las empresas e industrias transiten hacia un esquema energético y tarifario mejor; lo que les permite descarbonizar sus procesos y reducir sus costos operativos.

La tendencia internacional hacia la electrificación permite englobar y generar liderazgos climáticos que se traducen en una mejor reputación para las empresas y gobiernos; así como en planes y proyectos colaborativos con otros actores que benefician la trazabilidad de las operaciones en general.

La Generación Distribuida es un parteaguas en la transición energética; y en México es una ventana real y asequible para los negocios; ya que cuenta con el potencial de incrementar la competitividad y lograr un crecimiento económico sostenible.

Desde Enlight construimos puentes junto con clientes y aliados innovadores que impulsan los sistemas energéticos en sus cadenas de valor para aprovechar fuentes energéticas limpias y tecnologías de vanguardia; con el objetivo de proteger el medio ambiente, e impulsar los planes y proyectos corporativos.

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