Escrito por: Opinión, Ramsés Pech

El autoengaño en México

geopolítica

En México continuamos en un autoflagelo de la cubeta de los cangrejos, llamada ideologías de autoengaño. La pregunta es, ¿cuánto tiempo podremos durar así?

Ramsés Pech

Grupo Caraiva – León & Pech Architects

Una de las grandes trampas en la mente es pensar que la realidad es virtual y un paralelismo disfuncional, proveniente de una persuasión de auto placer; al tener placebos de felicidad de nuestras acciones es lo correcto para mi entorno, pero no para el entorno circundante.

Una parte de esto se vive con la pandemia, que seguirá lacerando los intereses individuales de los seres humanos, naciones y regiones. Se limita la acción del poder, para satisfacer las incógnitas del cómo sentirse vivo.

El reciente estudio “The mortality cost of carbon”, indica que el cambio de temperatura es una de las variantes que será parte de los índices de mortalidad de las personas. Recordando que la evolución y adaptación de los seres vivos no se da en segundos o años; tiene que llevar un proceso natural biológico y, el acelerarlo ocasionará trastornos en cada uno de ellos.

Con respecto a la variable de temperatura, si esta se incrementa en el planeta a 4.1oC y de acuerdo con las fórmulas y datos obtenidos en el estudio, habrá 604 millones de personas que podrían fallecer para el año 2100; pero si llegásemos solo a 2.4oC, serían 308 millones.

En México, con el crecimiento poblacional esperado, podrían morir de entre 4 a 8 millones de personas por el Cambio Climático, y representaría del 5 a 7% en forma anual del 2020 a 2100; con 4.1oC a 2%, y 3% a 2.4oC. Sumemos la variante del COVID-19, la mala calidad del aire, y el sobrepeso; ¿en cuánto saldrá para México el costo social por el incremento de la temperatura?, en 93 billones de pesos.

Factores de riesgo futuros

El Cambio Climático y la contaminación del aire serán los principales factores de riesgo en el futuro y que más afectaran a ser humano, los cuales están relacionados con el COVID-19 u otras variantes de virus que podrán desarrollarse; y considerando que el cambio generacional de automóviles de combustión a eléctricos sería entre el 2080 y el 2100, con base en las políticas actuales, inversiones y el cambio de paradigma de los consumidores.

Es aquí donde empieza nuestro autoengaño, al dejar lo evidente del presente para el futuro, cuando este último indica que no existe.

El mundo aboga por una transición energética, la cual se malentiende; porque solo integra el para qué, y no el cómo y con qué. Esto podemos leerlo en el comunicado del G20 del mes pasado. Ahí se indica un sinnúmero de buenas ideas, intenciones y palabras, pero no hay una estrategia de conjunto.

En diferentes países tienen una ventaja en capacidades de la percepción de la realidad, herramienta principal del raciocinio; es el sentido común de supervivencia de largo plazo.  Debido a que están determinando qué tipo de energía primaria tomar, y el tipo de secundaria a obtener para su utilización; al tiempo de mejorar con tecnología propia la captura de calor, gases de efecto invernadero (GEI); y de procurar no incrementar la temperatura.

Todo esto requerirá inversiones y algunos gobiernos no tendrán como hacerlo.

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En México, nuestro engaño es pensar que cada administración traerá consigo cambios a la sociedad; donde colocamos en la mente aspectos de la realidad por otros imaginarios, que no tienen un porqué en el futuro.

El autoengaño de Pemex

Tenemos una Empresa Productiva del Estado (EPE) que ha sido y seguirá siendo el autoengaño, al ser la parte garante del ingreso de este país; donde su deuda consolidada es de 115 mil millones de dólares y de la cual no hay forma que disminuya. El problema de Pemex no radica en la operación del negocio, sino en la parte financiera de la empresa.

Operativamente funciona en la parte de extracción de hidrocarburos para su comercialización; donde no se ven resultados positivos es en la refinación. Se convertirá en un lastre al no hacer mantenimientos correctivos de sus plantas en general.

Falta de planeación

El otro engaño es colocar ideas virtuales de corto plazo y no planear las realidades al largo plazo. Hoy, hemos regresado al control de precios máximos a un mercado que depende de más del 80% de la logística, y es el gas licuado del petróleo (GLP). Pretendemos crear un mercado imaginario al querer subsidiarlo (podría costar entre 150 a 200 mil mdp por año), y al determinar que alguien los está aprovechando, sin tener la información real de este.

Gran parte de los valores se obtendrán en los próximos seis meses bajo esta realidad virtual, y dependerá de la información que den los permisionarios; y cuyas únicas variables no controladas son la inflación y el precio de la molécula del combustible.

El autoengaño de CFE

El ultimo autoengaño es el ligado a la Comisión Federal de Electricidad (CFE). En sus últimas declaraciones manifestó que tiene un gasto no contemplado de 65 mil mdp y que está afectando al balance financiero; al tener que pagar este adeudo y que a la fecha no se sabe si se reconocerá en el gasto corriente del país.

El mundo está empezando a darse cuenta de que el autoengaño no tiene un fin real; porque no permite al ser humano adaptarse rápidamente al planeta sin que se vea afectada su salud y finanzas.

En México continuamos en un autoflagelo de la cubeta de los cangrejos, llamada ideologías de autoengaño. La pregunta es, ¿cuánto tiempo podremos durar así?

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