Las compañías deben entender al Código de Red como la herramienta para lograr que su operación sea segura y efectiva
Más allá de las sanciones previstas para centros de carga de alta tensión, la motivación principal para implementar el Código de Red (CR) en las compañías es que, gracias a estas reglas es posible garantizar la confiabilidad de la operación, “las empresas tienen la tranquilidad de contar con instalaciones adecuadas, lo que acota al máximo el riesgo de sufrir algún accidente”.
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— Energía Hoy (@energiahoy) June 12, 2021
En entrevista con Energía Hoy, Roger García, gerente técnico en Ingeniería Eléctrica Vector considera que las empresas que cumplen con la reglamentación obtienen un beneficio integral, pues, conocen su planta, dónde están conectadas sus cargas y todo lo relacionado con el funcionamiento.
Gracias a la nueva disposición, cumplir con el CR es muy sencillo. Casi todos los que están en media tensión quedan exentos, ya nada más está el factor de potencia y desbalance de corriente. Los grandes centros de carga que son los de alta tensión se ajustan a otras medidas.
El CR, entre otras cosas, regula que las empresas sean confiables, tanto para la Comisión Federal de Electricidad (CFE), como para ellas mismas.
De acuerdo con Roger García, las compañías y quienes están a cargo del área correspondiente “muchas veces no están actualizadas, no tienen ni siquiera un diagrama unifilar reciente, han crecido según lo que se requiere en el mercado, clausurando áreas o modificado sus cargas, sin sistematizarlo”.
Y detalla “el objetivo del CR es justamente que estas compañías se actualicen y se hagan eficientes. Un propósito alcanzable, aunque a veces se percibe como algo muy lejano”.
Para García, la inspección y reglamentación del CR es similar a un check up que nos hacemos cada determinado tiempo para garantizar que estamos bien. “Lo mismo pasa en las plantas, si yo les hago un diagnóstico y ellas realizan el mantenimiento a los transformadores, garantizan que no haya fallas. Se trata de un beneficio completo; sin embargo, al principio muchos te cierran la puerta”.
Esto se debe al miedo que provoca el desconocimiento. De acuerdo con el experto, hace falta mayor información en torno al tema y que los asesores y actores que integran el mercado se tomen el tiempo necesario para explicar las repercusiones de la reglamentación, justifiquen la inversión y expliquen a los directores de las empresas el por qu es importante cumplir con el CR.
“Muchas empresas que forman parte del mercado ven el CR con miedo, pues les han dicho que les van a clausurar o a cobrar multas millonarias; cosa que no es cierto, porque todavía no están definidas las multas”, comenta García.
En lo que respecta a las penalizaciones, García considera que hay muchos temas pendientes. Aún no se establece claramente la forma en que se va a penalizar. En el caso de la media dirección ya está definido el factor de potencia y existe una penalización de bonificación. Pero, para otras aplicaciones, por ejemplo, el desbalance de corriente, eso no está claro, “entonces yo veo muy complicada la aplicación”.
El CR está integrado por 160 hojas para permisionarios y entre nueve o 10 para centros de carga. Está más dirigido a los grandes consumidores, aquellos que van a vender energía privada, o bien, que van a transportar.
En experiencia de Roger García, muchas empresas están reticientes a destinar cierta inversión al cumplimiento del CR, debido a que no dimensionan la gravedad de no cumplirlo, o bien la importancia y el enorme beneficio que tiene hacerlo.
“Hemos visitado empresas grandes, medianas y pequeñas. Algunas creen que deben aplicar las medidas de manera inmediata y ejecutar esto es muy complicado, en muchos casos porque la empresa no puede parar producción, por ejemplo en embotelladoras o en mineras”, dice.
Por otro lado, narra, hay otras que, al llegar al 92% de factor de potencia requieren de inversiones altas. Uno les muestra la inversión y, en la mayoría de los casos, no es un gasto que puedan hacer al momento; dado que no tenían considerada esta inversión.
A decir de Roger García, el Código de Red es un requerimiento que más que con dinero tiene que ver con confiabilidad en operación del Sistema Eléctrico Nacional (SEN).
Hay empresas muy grandes cuyo corporativo mandata que deben cumplir con el CR por ley. Ya no se trata de recuperar la inversión en uno o dos años, se trata de normativa. Pero estas son empresas muy grandes; para empresas pequeñas que son las mayoría no es el caso, porque no están preparadas para una inversión de 300 mil o 500 mil pesos y con mayor razón ahora, debido a la pandemia.
La empresa Ingeniería Eléctrica Vector realiza la ingeniería de la solución. Además del factor de potencia y checar voltaje, instala equipos de medición en cada transformador o línea dependiendo de los alcances que quiere el cliente. Es posible tener un control exacto de los consumos y demandas. Además la instalación es amigable, accesible y de fácil manejo.
“Con esto, los clientes pueden interactuar más con la energía y asumen un papel más activo. Se involucran en mayor medida con la operación de la planta o de las plantas. Buscamos ser más que sus proveedores, sus amigos o su doctor de cabecera”, cuenta Gacía.
A pesar de la pandemia por COVID-19, Ingeniería Eléctrica Vector no ha dejado de trabajar en Código de Red. Se trabaja en la instalación de bancos automáticos, equipos de medición y haciendo todo lo referente a la ingeniería.
Se les hace un diagnóstico de parámetros y después de esto comienzan con la actualización de sus diagramas unifilares, cálculo de corto circuito y coordinación de protección. De tal manera que las empresas tendrán la posibilidad de trabajar muy bien y ya no van a tener problema alguno.
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