Hoy no existe una comprensión uniforme de cómo realizar tecnológicamente la transición energética, algo derivado de que cada país tiene su propia visión
Ramsés Pech
Grupo Caraiva – León & Pech Architects
La realidad actual en cada nación y las prioridades esenciales para el futuro serán: la seguridad de las personas y la energía.
El mundo ya no está preocupado por el COVID-19 en el mediano plazo. El homosapiens que creó la Guerra Fría, el control de los precios del barril de petróleo crudo, ahora dispone cómo será el mundo en el 2050; basándose en la nueva diplomacia ambiental, la cual influirá en la forma de invertir en energía por parte de los países.
Las naciones están inquietas en no crear brechas económicas entre ellas, y hoy han creado dos ejes en el mundo:
Países que pretender eliminar la utilización de hidrocarburos en el 2050 y los que continuaran invirtiendo en esta industria, ante la falta de certidumbre del cómo.
El nuevo modelo de inversión inició con la reunión realizada por Estados Unidos en abril, con la Cumbre Climática donde participaron diferentes líderes mundiales; y en esta semana se dará el Foro Económico Internacional de San Petersburgo (SPIEF), realizado por Rusia.
Este foro deberá ser considerado por el mundo, desde el punto de vista financiero de la inversión la energía, en donde se requiere:
- Mejorar las tecnologías tradicionales, y no depender únicamente de nuevas fuentes de energía, las cuales requieren inversión.
- Calcular con mayor precisión si habrá suficientes nuevas fuentes de energía (Sol, viento, hidrógeno) para cubrir las necesidades energéticas.
- No abandonar las fuentes de energía existentes hoy, pero asegurar que estas también sean ecológicas, al invertir en capturar lo que afecta el entorno.
- Utilizar materiales que, durante la producción de equipos, emitan menor huella de carbón. Las energías renovables no emiten gases de efecto invernadero (GEI) en la producción de electricidad; pero sí tiene huella de carbón como en plantas de energía nuclear, que tiene 6 gramos por KWh de CO2 equivalente; la energía solar es de 80 gramos y la eólica es de 14 gramos.
En ambos eventos se dejó en claro que continuarán usando a los hidrocarburos como parte fundamental de la generación de la energía en el mundo; esperando un cambio en la forma de generar la electricidad a partir del 2035. Para ello, se considera la captura de calor, de GEI en procesos industriales, químicos o energéticos; cuyo objetivo es la disminución de afectaciones al planeta.
!ENTERATE!
La nueva guerra mundial, bajo diplomacia ambientalista en energía: Gas natural-Generar electricidad, y petroquímica.
El ducto Nord Stream 2, duplicará capacidad de exportación de Rusia a Europa. Ver video de presidente de Rusia.
Ver hilo de videos. pic.twitter.com/2r51UMadVn
— Ramses Pech (@economiaoil) June 5, 2021
Una cosa que es clara en el mundo, es que los hidrocarburos continuarán siendo las energías primarias para su transformación en portadores de energía, algo por todos sabido; como los combustibles y la materia prima para generar la electricidad. No necesitamos cambiar de dónde obtenemos la energía, sino el cómo la consumimos.
Hoy no existe una comprensión uniforme de cómo realizar tecnológicamente la transición energética, algo derivado de que cada país tiene su propia visión.
El mundo no dejará de invertir en el sector de hidrocarburos, siendo una propuesta de la Agencia Internacional de Energía (IEA) en dejar de utilizar a esta industria y la del carbón; para alcanzar la meta de cero emisiones de GEI, lo cual no está aún claro para el mundo. La propuesta está referida a la forma de generar la electricidad, y no de los combustibles en el transporte; resultado de una falta de certeza del cómo realizar el cambio de combustión a totalmente eléctrico (sin tecnología híbrida).
En el foro SPIEF, el viceprimer ministro ruso Alexander Novak y el príncipe Abdulaziz bin Salman, rechazaron los pedidos de un rápido cambio del petróleo y el gas; advirtiendo que privar a la industria de estas inversiones dañaría a la economía mundial.
El primero indicó:
“…dejar a la inversión en nuevos campos y detenerse de inmediato para lograr emisiones netas de carbono cero para 2050… el precio del petróleo ascenderá a, ¿cuánto? ¿200 dólares o algo parecido? Los precios del gas se dispararán”.
En tanto, el príncipe calificó esta acción como un escenario “la-la-land”, refiriéndose a un a un “estado mental ensoñador y eufórico alejado de las más duras realidades de la vida”.
Datos de la IEA en su reporte de inversiones de 2021, confirman que el mundo continuará incrementando las inversiones en energía. Focalizando en la parte eléctrica, la cual ha pasado de 38% del total del mercado de energía en 2015 a un 45% en 2021. Esperando que, en 2050 sea del 60% en promedio, para lo cual incluirá capital para la captura de calor y/o GEI.
Para realizar la meta cero emisiones al 2050, depende de la tecnología que pueda desarrollar, y los recursos que tenga cada economía; algo como el almacenamiento, la captura y eliminación de CO2 y la utilización de hidrógeno.
Todos hablamos mucho de esto, pero, lamentablemente, hasta el momento son pocas las tecnologías que se pueden comercializar en los sectores industrial, comercial y de transporte.
En el mundo, el crudo (hidrocarburo líquido) es consumido para crear solo combustibles en las refinerías; siendo para el mediano y largo plazo las tecnologías del gas natural (hidrocarburo gaseoso), las que se convertirán en la base de la nueva industria energética para la transición.
Debemos asegurar el futuro para hoy, y no para el presente del ayer.
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