En un entorno complejo, la cobertura petrolera será clave para anclar el Paquete Económico 2021 comenta el especialista Pablo López Sarabia.
Pablo López Sarabia
Académico del departamento de Economía de la Escuela de Ciencias Sociales
y Gobierno en el Tecnológico de Monterrey
El sector energético es clave en la conformación del Paquete Económico; los ingresos petroleros representan alrededor del 3.8% del Producto Interno Bruto (PIB) y 17% de los ingresos presupuestarios. Además, el precio del petróleo es una variable significativa para el tipo de cambio y la estabilidad financiera. Los planes de inversión en infraestructura del gobierno y las señales sobre el futuro de la Reforma Energética son cruciales para el sector.
Los criterios generales de política económica reflejan la simbiosis entre el sector energético y el espacio de acción del público. Los supuestos para conformar el Paquete Económico 2021 considerarán las siguientes variables:
1.- Crecimiento económico de México y nuestro principal socio comercial que es Estados Unidos.
2.- La producción petrolera como generadora de ingresos y de requerimientos de inversión de Petróleos Mexicanos (Pemex).
3.- El manejo de pasivos laborales y financieros de las Empresas Productivas del Estado, Comisión Federal de Electricidad (CFE) y Pemex.
4.- Precios de la gasolina y gas (gran parte importada) que permitan anclar la inflación no subyacente (incluye el IEPS a gasolinas).
5.- El tipo de cambio y tasas de interés como elementos relevantes para la planeación y operación de las EPE y el ecosistema de energía.
6.- Considerar una balanza comercial petrolera que desde el 2014 es deficitaria; que tiene efectos en la cuenta corriente y los requerimientos de la cuenta de capital.
7.- La determinación del balance fiscal y el uso de los fondos de estabilización, para concretar el espacio fiscal que se tiene para apoyar a Pemex y CFE, además de garantizar la cobertura petrolera.
8.- El precio del petróleo como pivote para la Ley de Ingresos, pero también en la estabilidad del tipo de cambio.
Proyección de crecimiento
Las perspectivas negativas en el crecimiento económico de México en 2020 condicionan el escenario de ingresos presupuestales para 2021. El fuerte estímulo fiscal y monetario en Estados Unidos generará una externalidad positiva para México, aunque no evitará que la economía mexicana experimente en el mejor de los escenarios un crecimiento en forma de “U” profunda (1.3% en 2021) y en un escenario de estrés, de “L” (estimación propia de 0.9%). Un bajo crecimiento asociado a la pandemia tiene varios efectos negativos para la economía; destacan los siguientes:
1.- Una caída en la recaudación y los ingresos por concepto de IEPS de gasolinas, menores recursos al Fondo Mexicano del Petróleo y caída de las ventas de CFE y Pemex.
2.- Una menor capacidad de pago del Gobierno federal que podría afectar su perfil de riesgo y provocar un eventual deterioro en la calificación soberana de México (la relación deuda/PIB aumentará).
3.- Reducción del espacio fiscal para apoyar planes de inversión en infraestructura que tengan efectos multiplicadores y contracíclicos, más aún, si el gobierno decide congelar las rondas petroleras, subastas eléctricas e impulso a las energías renovables.
Un escenario desafiante
Riesgos de un rebrote de COVID-19 a nivel mundial, Cambio Climático y transformación del sector de energía a un enfoque ESG, plantean un escenario desafiante para CFE y Pemex. La pandemia ha provocado un choque de oferta que desarticula las cadenas de suministro, al tiempo que las medidas de confinamiento han reducido la movilidad y debilitado la demanda de bienes y servicios.
Como consecuencia, los precios de las materias primas tuvieron una caída significativa en los meses de abril y mayo de 2020; aunque ya hay signos de recuperación, se mantiene por debajo de los niveles de principios de 2019 (Mezcla -9.37%, Gasolina -11.94%, Gas Natural -15.27%, Brent -19.25% y WTI -14.02%). El acuerdo de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) y una reducción las plataformas de perforación (-79% en EU) han dado un piso a la cotización del crudo, aunque el balance de riesgo es incierto.
Los factores que pueden influir al alza son: el Cambio Climático en zonas petroleras (huracanes de mayor intensidad) y los riesgos geopolíticos (en especial, Medio Oriente); mientras que los factores a la baja, incluyen: una reapertura fallida de la economía y rebrotes de COVID-19.
En relación a los consumidores del sector, están demandando un mayor compromiso ambiental, social y de gobernanza (ESG) que en el corto plazo podría implicar un costo adicional para las empresas, pero también una oportunidad de transformarse en compañías multi-energías (estoy convencido, que es el camino para dar viabilidad operativa y financiera a CFE y Pemex, a través de su integración mediante una plataforma de base tecnológica).
Conclusiones
En un entorno tan complejo, la cobertura petrolera será clave para anclar el Paquete Económico 2021. La producción petrolera de México registra una tendencia a la baja mayor que la plataforma de exportación (pendiente -0.24 vs -0.15); está concentrada hacia EU (75% del total). En relación al precio de la mezcla mexicana, mis estimaciones indican un rango promedio de entre 37.91 a 42.72 dólares por barril en 2021.
En dicho contexto, la cobertura petrolera 2021 cobra especial relevancia para la discusión del presupuesto. La estrategia con opciones financieras tipo Put cubriría un precio de ejercicio de entre 34 a 37 dólares; con un costo de alrededor de mil 500 millones de dólares.