La demanda de energía hace necesario encontrar esquemas como los Pidiregas para permitir la participación de la IP, sin que el Estado pierda la propiedad de las redes de transmisión
México está en momento crítico para que sector público y privado logren encontrar un esquema similar a los Proyectos de Inversión de Infraestructura Productiva con Registro Diferido en el Gasto Público (Pidiregas), que permita enfrentar el incremento de la demanda de energía ante una mayor industrialización con la ampliación de la red de transmisión, aseguró Pedro Enrique López, director comercial en Techint Norteamérica.
Durante el ENERGY MEET POINT Generación de energía: Garante del desarrollo económico de México, se expuso que se prevé que durante la ‘nueva normalidad’ la demanda de energía eléctrica aumente en el mundo y en México, y que un complemento importante serán las plantas de energía renovable.
Al respecto, el director comercial en Techint Norteamérica, destacó la importancia de “embonar el sector energético con los privados”, ya que a la Comisión Federal de Electricidad (CFE) le costó mucho trabajo licitar proyectos, entre 2016 y 2018.
En 2020 no ha licitado ninguna central, han sido muy escasos los proyectos de transmisión, han sido muy pequeños.
Y en este punto, “se genera un área de oportunidad enorme para todos”, y una necesidad de diálogo entre el sector público y privado en la búsqueda de soluciones contractuales, para enfrentar “el enorme compromiso de tener una plataforma energética que le permita al país seguir creciendo.”
Crecerá la demanda de energía
La entrada en vigor del T-MEC, hace prever un crecimiento acelerado de nuestra planta industrial y los requerimientos de energía aumentará.
De ahí la importancia de encontrar esquemas de contratación y coparticipación para poder enfrentar este reto, insistió Enrique López.
“Veo una enorme oportunidad para México. Estamos viviendo una situación parecida a la que siguió a la crisis del tequila a finales de 1994 y los primeros días de 1995″.
Una crisis financiera de proporciones importantes, donde el sector público estaba muy limitado en recursos y el margen de reservas del sistema eléctrico nacional era menor al 4%.
Esa situación se enfrentó de manera satisfactoria, porque la Secretaría de Energía y la CFE trabajaron en sumar esfuerzos con el sector privado.
Se diseñaron “los Pidiregas que resultaron ser un círculo virtuoso fabuloso”, porque además coincidió con el inicio del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN).
A partir de 1995, México tuvo un crecimiento acelerado, el sector eléctrico se vio reforzado, hubo inversión en el segmento eléctrico, en particular de transmisión.
CFE fue muy exitoso en la colocación de paquetes importantes en el área de transmisión y distribución y todo esto generó un círculo virtuoso, cambió al país a uno más industrializado, mucho más moderno, pero con muchas más necesidades en el sector eléctrico.
“Hoy estamos en una situación parecida, complicada, recursos públicos reducidos, pero un sector privado muy pujante, un nivel de industrialización que exige cada vez más producción de energía.”
“Estamos en un momento crítico para que sector público y privado logren encontrar la ecualización exacta para lograr un efecto parecido al de la crisis de 1995 y poder utilizar esta situación de la pandemia simplemente como una plataforma de lanzamiento.”