Escrito por: Empresas

Cinco temas legales a considerar en esta contingencia


 Luis Enrique Izaza Ávila
Izaza Abogados en la Ciudad de México

Ciudad de México (Redacción / Energía Hoy).- Vivimos tiempos extraordinarios. Nunca en la historia reciente de México habíamos visto una situación como la actual, que resultó en la declaración de emergencia sanitaria nacional por parte del Consejo de Salubridad General de México el pasado 30 de marzo.

Nunca habíamos tenido que enfrentar un escenario que previera la suspensión de todas las actividades no esenciales en los sectores público, privado y social, con el impacto e incertidumbre que esto representa.

Ha habido muchas preguntas de cómo las empresas pueden seguir operando en este entorno, en especial, porque todos los negocios tienen contacto con múltiples personas o entidades: no sólo con nuestros clientes, nuestros colaboradores, proveedores y las propias autoridades. ¿Qué pasa con los contratos que celebramos hace un mes, o hace dos meses o íbamos por celebrar?

Aquí cinco aspectos a tomar en cuenta:

  • Seguridad y Salud:  Lo más importante es recordar que vidas humanas están en juego, por lo que en cualquier decisión de negocios se debe privilegiar la salud y seguridad de todos nuestros colaboradores. No hacerlo puede, inclusive, tener consecuencias legales para los empleadores.

  • Contratos: Dado que aún no es claro cómo va a evolucionar la situación y cuándo se retomarán las actividades productivas de manera normalizada, es fundamental que las empresas revisen sus obligaciones contractuales, en especial, las cláusulas relativas a casos de incumplimiento por causas de “fuerza mayor” y reglas de liberación de responsabilidad para determinar si son aplicables al caso concreto. Un primer paso es acercarse con la contraparte para llegar a un acuerdo, en caso de que pudiéramos encontrarnos en un posible caso de incumplimiento, incluso porque la aplicabilidad de dichas cláusulas está generalmente sujeta a una notificación previa de la parte que pudiera incumplir sus obligaciones.

  • Plazos: Los términos que habíamos contemplado para nuestras operaciones comerciales y transacciones antes de la epidemia van a ser, invariablemente, afectadas por el COVID-19. Es importante considerar retrasos en la toma de acuerdos, negociaciones, elaboración de documentos, la obtención de permisos o autorizaciones, due dilgence, etc.

  • Medidas de cumplimiento: Es necesario cerciorarse y dar seguimiento a los informes de las autoridades regulatorias para cerciorarnos de contar con los permisos y autorizaciones necesarias vigentes para la operación de nuestro negocio, independientemente si suspendimos nuestras operaciones o no.

  • Corresponsabilidad: En caso de que nuestros colaboradores sigan laborando de manera remota, más que nunca es fundamental contar con sistemas de ciberseguridad robustos que protejan la información de nuestros clientes y la propia, así como tomar medidas adecuadas para la impresión segura de documentos que contengan información confidencial. Es importante contar con un equipo adecuado de personas que mantengan contacto permanente con nuestros clientes, proveedores y autoridades para informarles de las formas en las que continuaremos prestando nuestros servicios o si suspenderemos nuestras operaciones.

Lo fundamental es enfocarnos hacia cómo continuaremos el negocio una vez que haya pasado la contingencia, donde serán fundamentales nuestras relaciones comerciales con con nuestros clientes, proveedores, colaboradores, socios de negocio y las propias autoridades para continuar aportando a la vida productiva del país.

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