Edición Digital, Febrero 2020.
Al iniciar el 2020, Estados Unidos mató al líder militar iraní Qasem Soleimani, no era solamente una importante figura ideológica como lo fue Osama bin Laden, sino que también tenía un poder en el mando de la política exterior de Irán. Además era una personalidad política popular tanto en su país como en el extranjero y una figura clave para la influencia de Irán en Medio Oriente y el mundo.
El ataque a este ex líder militar especuló el inicio de una guerra, con esto, diversos sectores económicos se vieron afectados y otros beneficiados. Los precios internacionales del petróleo sufrieron las consecuencias. El precio del Brent rebasó los 60 dólares el barril, la mezcla mexicana llegó a estar en casi 59 dólares el barril, pero conforme disminuyeron las tensiones y las posturas políticas de los dos países involucrados, los precios se estabilizaron en el mercado.
Aunque el conflicto bajó de tono, no hay certeza de lo que pueda suceder entre Estados Unidos e Irán, y por tanto, en los mercados de las materias primas, en especial del sector hidrocarburos.
Alí Hoseiní Jameneí, quien es el jefe de Estado de Irán y la máxima autoridad política y religiosa de aquel país, advirtió que vengaría la muerte del general Qasem Soleimani. En los próximos meses Alí Hoseiní, tendrá en sus manos el inicio de una guerra geopolítica de alcance global. Pero ¿Quién es Alí Hoseiní Jameneí?
Alí Hoseiní Jameneí, es el segundo hijo de ocho hermanos, nació el 16 de julio de 1939 en Mashhad, capital de la provincia de Jorasán Razavi, al este de Teherán. Desde su niñez estudió el islam bajo la supervisión de su padre y otros clérigos, entre ellos ulemas quienes son expertos en las disciplinas religiosas y jurídicas musulmanas, considerados de gran prestigio.
Su hermano mayor Mohammad es antiguo miembro del Consejo de Expertos Constitucionarios y preside la Fundación Sadra de Sabiduría Islámica. Su hermano Hadí es miembro influyente de la reformista Asamblea de Clérigos Combatientes, ha sido varias veces diputado en el Parlamento, y fue editor del diario reformista Hayât-e No. Su hermano menor Hasán Jameneí es responsable de la Comisión de Seguimiento de las Infracciones Administrativas del ministerio del Petróleo.
Hoseiní Jameneí también es “ayatolá”, éstos son nombrados así porque se les considera expertos en ciencias islámicas como la jurisprudencia, la filosofía, el conocimiento iluminativo y la moral. Jameneí domina el lenguaje persa y el árabe, además de hablar sin tanta fluidez el turco. Ha traducido del árabe al persa varios libros, incluidas obras del influyente teórico islamista Seyyed Qotb.
Fue presidente de Irán entre 1981 y 1989 y es Líder Supremo desde que fue designado para suceder al ayatolá Ruhollah Jomeini en junio de 1989. En Irán es reconocido como una de las tres figuras más significativas de Irán, solo por debajo del fundador de la República Islámica, Imam Jomeini.
En su sitio web oficial se puede leer su biografía, donde destaca que “el deber de luchar contra el despotismo del Sha y sus partidarios británicos, se encendieron en mi alma a la edad de 13 años cuando el valiente clérigo, Nawwab Safavi, más tarde martirizado por el régimen del Sha, vino a nuestra escuela en Mashhad en 1952 y pronunció un ardiente discurso contra las políticas anti-islámicas y tortuosas del Sha”.
Fue liberado para 1975 con la prohibición de dar conferencias o impartir clases. Sin embargo, sus actividades clandestinas llevaron a SAVAK a detenerlo nuevamente en 1976, fue condenado al exilio por tres años. Este difícil período de Alí Hoseiní Jameneí llegó a su fin en 1978 debido a las condiciones políticas imperantes, regresó a Mashhad unos meses antes del triunfo de la Revolución Islámica.
Desde 1964 está casado con Joyasté Jameneí, con quien tiene seis hijos. En 2010 una revista lo calificó como la vigésimo sexta persona más poderosa del mundo. Su política se caracteriza por un gran apoyo al progreso científico, es uno de los primeros representantes del clero islámico en aprobar las investigaciones científicas. Además, el líder supremo de Irán, presta una gran atención al desarrollo de la energía nuclear para uso pacífico, y esto es debido a que, desde su perspectiva: “las reservas de petróleo y gas no son ilimitadas”.
Sin duda un ROSTRO con convicciones ideológicas de su propia religión, tiene en sus manos el PODER de desatar una guerra contra Estados Unidos, pues el ataque a una base militar en Irán no era para matar soldados norteamericanos sino una simple advertencia de lo que sus fuerzas armadas puente hacer, Ali Jameneí lo consideró: ”apenas una bofetada en la cara”.
Alí Hoseiní Jameneí, un factor de desestabilización del sector petrolero
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