Escrito por: Opinión, Pablo López Sarabia

Tensiones EUA-Irán: una aproximación al impacto en el mercado energético


Edición Energía Hoy, Febrero 2020
Las tensiones generadas tras la muerte del comandante iraní Qasem Soleimani en un ataque de EUA en el Aeropuerto Internacional de Bagdad, a principios del 2020; y la posterior respuesta de Irán lanzando misiles sobre bases militares de EUA en Irak, provocaron volatilidad en los precios del crudo. Sin embargo, los datos parecen mostrar que el efecto sólo será de corto plazo dado ciertos factores estructurales que afectan el mercado petrolero.  
Los precios del crudo mostraron una volatilidad de muy corto plazo, ya que desde el punto de vista económico EUA e Irán no tienen incentivos para una confrontación militar de largo plazo. Las cifras al 17 de enero de 2020, muestran que la incertidumbre sobre eventuales acciones bélicas de EUA e Irán impulsaron los precios futuros de los crudos de referencia y de la gasolina por una semana; misma que fue aprovechada por los inversionistas para re-balancear sus portafolios de inversión ante la expectativa de una Fed en pausa que estabilizó el índice de riesgo bursátil VIX. Aunque, la volatilidad se acentuó en enero, esta fue inferior a la generada por la aprobación del inicio del juicio político a D. Trump en diciembre de 2019. Las sanciones económicas impuestas a Irán tras no cumplir con las condiciones del Acuerdo Nuclear han disparado la inflación, depreciado el Rial iraní y afectado negativamente el empleo y el crecimiento económico de la nación islámica. En el caso de EUA, la economía ha sido impulsada por el consumo y el sector servicios, por lo que una iniciativa militar tendría un impacto económico poco claro, si consideramos los déficits gemelos y el alto endeudamiento de las familias-empresas y gobierno.
Los inversionistas hicieron frente a los riesgos geopolíticos en medio oriente y a una mayor volatilidad en los mercados energéticos, a través de la compra de activos refugio como el oro y los bonos del Tesoro de EUA. El oro mantuvo su tendencia al alza registrada desde diciembre de 2019, alcanzando máximos durante los ataques del gobierno iraní a bases de EUA en Irak, pero regresando a niveles de trading. La curva de rendimiento de los bonos del Tesoro de EUA mostró un aplanamiento de 5pb en promedio en la parte media y larga de la curva, para el periodo comprendido del 2 al 17 de enero de 2020. Finalmente, el rendimiento del bono soberano de EUA y Alemania a 10 años registraron bajas significativas ante una mayor demanda que impulsó el precio de dichos bonos.
A pesar de la guerra comercial entre China y EUA, dichas economías siguen mostrando un buen momentum económico que borra del horizonte de corto plazo los fantasmas de una recesión global, dando un piso a la demanda de crudo. La fase 1 de distensión comercial entre China y EUA que se firmó el pasado 15 de enero en Washington, dio un respiro al crecimiento económico mundial. Aunque por muchos años se ha esperado el famoso “Hard Landing” de la economía china, no ha llegado gracias a una política fiscal y monetaria expansiva; mientras que EUA tiene un mercado laboral pujante con baja inflación que ha mantenido el consumo y generado un efecto riqueza que sigue impulsando a los índices accionarios a niveles récord (apoyado por una política monetaria acomodaticia de la Fed y los efectos dejados por el recorte impositivo a las empresas). El índice de materias primas de Bloomberg se ha mantenido estable, situación que sigue siendo un factor favorable para mantener una baja inflación en las economías avanzadas.
La oferta de petróleo se ha convertido en la variable de ajuste para estabilizar el precio de referencia y reducir la volatilidad generada por las tensiones geopolíticas entre EUA e Irán. A finales de 2019, se anunciaron recortes adicionales a la producción de crudo por la OPEP+ que se sumaron a las restricciones a las exportaciones de crudo proveniente de Irán. Lo anterior, ha permitido que el precio del petróleo se estabilice en un rango promedio de 57 a 62 dólares el barril. La capacidad excedente que tiene la OPEP podría compensar la salida de la producción de crudo iraní y un shock de oferta por las tensiones en medio oriente. Además de que EUA mantiene niveles récord en la producción de crudo de esquisto impulsando su producción total de petróleo por arriba de la de Arabia Saudita y Rusia. El conflicto no está resuelto y tendremos que seguir analizando los impactos en el mercado petrolero, pero un evento cola o cisne negro parece lejano.
Por Dr. Pablo López Sarabia
Profesor-Investigador de la Escuela de Ciencias Sociales y Gobierno del Tecnológico de Monterrey, Campus Santa Fe.  E-mail: plsarabia@tec.mx

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