Ciudad de México (Iliana Chávez / Energía Hoy).- A pesar de que en los últimos años se ha insistido en la equidad de género en el sector energético solar para que las féminas accedan a puestos de decisión, prevalecen las limitantes viejas como la discriminación y el acoso sexual, reconoce Sandra Caballero Espinosa, coordinadora general de la Red Mujeres en Energía Renovable y Eficiencia Energética (REDMEREE), quien admite que también las propias mujeres no se solidarizan con su propio género.
En entrevista con Energía Hoy, señala que “son viejas problemáticas, pero nuevas tensiones” las que las mujeres enfrentan cada día en su ámbito laboral, ya que “hay todavía una resistencia mayor de los hombres a involucrarse en estos temas de género”, “es el espejismo de la igualdad” ante el poco conocimiento o confusión de lo que se busca con “la equidad, que no es una revancha sino simplemente un mejor equilibrio.”
Afirma que hay discriminaciones muy sutiles, muy veladas, que están naturalizadas y muy relaciones con el rol que todavía se espera de las mujeres a nivel del hogar, ‘se espera que las mujeres trabajen como si no tuvieran hijos y que críen a los hijos como si no tuvieran trabajo’, y esta es una disyuntiva porque justo la edad reproductiva coincide con el momento en que puedes crecer más a nivel profesional.
De esta manera, se pone a la mujer a decidir entre ser una buena madre o una buena trabajadora, lo que su suma una sanción social por estar fuera de la casa, por no estar todo el tiempo con los hijos, y las restricciones de cuidados maternos y vacaciones, pero en realidad no debería existir esa disyuntiva de qué quieres hacer cuando puedes hacer las dos cosas. “No cuestionamos las decisiones de las mujeres sino las causas que las llevan a tomar esas decisiones”, de que no puedes hacer una cosa por hacer otra.
La coordinadora general de la REDMEREE, agrega que el acoso sexual, no es un tema es una acción que prevalece. “En la última hoja de ruta, vimos que 80 por ciento de las mujeres que respondieron señalaron haber un sufrido algún acto de acoso sexual” a diferentes niveles y sin llegar a la violación, pero permanente, y lamentablemente “muy naturalizado”.
Otras son las prácticas al interior de las empresas, “no hay solidaridad entre las mujeres, nos ayudamos a subir, que en las juntas nos interrumpen y nos roban la palabra un hombre y no hacemos nada para reposicionarnos, no rescatamos nuestras ideas, no le damos crédito a nuestras compañeras.”
No hay mejor lugar para ver el ámbito de poder que la sala de juntas de una empresa, donde hay cosas muy veladas como esperar que las mujeres sean las que tomen las minuta o que sirvan el café, incluso aunque sea la directora.
Y una más es la que tiene que ver con el ascenso de las mujeres a puestos de decisión, a pesar de que en REDMEREE se ha instrumentado el Mentoring como apoyo para las mujeres, no es suficiente, falta el Sponsorship para que las mujeres realmente consigan la equidad.
En ese sentido, Caballero Espinosa admitió que el reto es grande, “faltan 200 años para ver la igualdad, nadie de nosotros lo verá”, “necesitamos una sociedad más igualitaria, para qué te sirve una sociedad más verde, si sigue siendo desigual.”