Escrito por: Petróleo

Retos del sector hidrocarburos: indentificación, perforación y explotación de yacimientos


Ciudad de México (David García / Energía Hoy).- Desde 2004, la producción petrolera mexicana ha venido en claro descenso, alcanzando pérdidas de hasta 5 por ciento anualmente. Dicha tendencia, que permanece actualmente, obliga al sector petrolero a aumentar los esfuerzos en la identificación, perforación y exploración en aguas profundas.
Especialistas en el sector indican que las empresas involucradas en el desarrollo petrolero necesitan darles suma importancia a los yacimientos en aguas profundas, debido a la escasez que se puede presentar en aguas someras.
Edgar Nakamura Labastida, gerente de Herramientas y Sistemas para Pozos e Instalaciones del Centro de Tecnología para Aguas Profundas (CTAP), a cargo del Instituto Mexicano del Petróleo (IMP), resaltó los problemas principales que enfrenta nuestro país en materia de hidrocarburos.
“El problema para México radica en que entre 40 y 70 por ciento de sus campos terrestres y en aguas someras son pozos maduros, es decir, los yacimientos pierden presión, se reduce la producción de aceite y gas, por lo que se requiere incrementar la inversión en sistemas de recuperación secundaria y mejorada para seguir sustrayendo el hidrocarburo”.
Cuando la producción del pozo va en decrecimiento, la presencia de agua y sólidos aumentan, ante lo cual las empresas se ven obligadas a realizar mayores inversiones en tecnología para sustraer el hidrocarburo de los yacimientos.
Para poner en desarrollo tales acciones, al Gobierno Federal ha apostado por incrementar el apoyo al CTAP, sobre la ruta de poner a México en los primeros planos de la carrera por la extracción del curdo del fondo de los océanos, siendo una herramienta complementaria para los organismos del estado, sin dejar de colaborar con entidades privadas.
La Comisión Nacional de Hidrocarburos (CNH) estima que 25 por ciento de los recursos prospectivos de petróleo y gas se encuentran en aguas profundas del país, equivalentes a 28 mil millones de barriles de crudo.
Por ello resultan insuficientes las plataformas fijas, cuya capacidad no excede los 100 metros de profundidad, instaladas en zonas exploratorias desde hace más de 40 años, debido a que los tirantes de agua superan los 500 metros. Ante tal situación se debe recurrir a plataformas flotantes ancladas al fondo marino, capaces de soportar los embates de tormentas y los huracanes, así como vientos y corrientes marinas extremas.
“México incursionó en el tema de aguas profundas perforando pozos en tirantes de agua superiores a los 500 metros y actualmente alcanza un récord de dos mil 933 metros con el pozo Maximino. Sin embargo, los retos tecnológicos siguen siendo muchos y es ahí donde cobra relevancia la labor del CTAP”, añadió el investigador.
Para evitar riesgos y disminuir la posibilidad de fallo al momento de la exploración, en México se han desarrollado diversos centros de investigación, que pueden ayudar a las empresas durante las labores.
En ese sentido, Virginia Rebeca Mora Perdomo, responsable del Laboratorio de Simulación Numérica de Fenómenos Metoceánicos e Hidrodinámicos detalló las acciones realizadas en dicho centro.
“Los objetivos de este laboratorio básicamente son dos: caracterizar los fenómenos meteorológicos oceanográficos que impactan en el diseño, operación y funcionamiento de todos los sistemas de producción que se instalen en el mar para la extracción de hidrocarburos. Además, en el laboratorio se diseñan u optimizan los sistemas de producción, líneas de amarre y risers, tomando en cuenta las condiciones ambientales del sitio en que se instalarán los equipos de producción”.
Resulta trascendental la labor encaminada en la extracción del hidrocarburo, pues significa el escalafón final de la etapa de trabajo. Ignacio Ramón Cortés Monroy, investigador de los centros periféricos del CTAP resaltó la importancia de una preparación previa al comienzo de actividades.
“De una buena planeación depende hasta 80 por ciento del éxito de la construcción y operación del pozo. En ese contexto, el objetivo de nuestros laboratorios es evaluar y desarrollar tecnologías integrales que contribuyan a la perforación de un pozo con calidad de agujero, sea exploratorio o de desarrollo, es decir, que aseguren las condiciones productivas al terminar el pozo”.
Con la puesta en marcha de los proyectos licitados en meses anteriores, se presentan en México herramientas necesarias para potencializar los trabajos, a fin de poner ante los ojos del mundo a la industria petrolera mexicana.

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