Ciudad de México (Iliana Chávez / Energía Hoy).- No todos los proyectos derivados de las licitaciones se concretarán en tiempo y forma como se ha contemplado debido a que los precios agresivos a la baja de las subastas no contemplan factores que podrían aumentar el costo de los proyectos al estimado originalmente lo cual podría frenar su conclusión, retrasarlos e incluso ser vendidos o traspasado a otros operadores, anticipó Benjamín Torres Barrón, vicepresidente del Comité de Energía de American Chamber (AmCham).
Explicó a ENERGÍA HOY que “los precios de los subastas están sumamente agresivos y no contemplan los retos que tienen la implementación y el desarrollo de los proyectos, hay una curva de aprendizaje, una curva de corrección dentro de toda la reforma que no está impactada, y luego tienen todos los temas de impacto social, derechos de vía, manifestaciones de impacto ambiental, permisos locales, oposición al trabajo comunitario, que también pueden volver más costos los proyectos y que no estaba contemplado”.
“Se necesita algo muy competitivo para lograr siquiera una ganancia pero sí un posicionamiento en el sector, logras granar con esos precios tan bajos, pero realmente el retorno de la inversión no cuadra”.
De ahí que “varios de esos proyectos no se van a lograr, muchos otros se van a vender, colocas el proyecto, lo haces bancable y se lo vendes a alguien que esté buscando otra cosa y les va bien, y habrá otros que se van a ejecutar pero con un margen muy por debajo de lo que la industria te da y con un nivel de riesgo alto”.
No obstante, confió en los avances tecnológicos que se están presentando permitan generar un margen adicional, de otra manera se ve muy complicado el panorama y me atrevo a pensar que los proyectos que se han adjudicado en las subastas no necesariamente se van a poder ejecutar”, reiteró.
Aclaró que “realmente muchos de los proyectos de las subastas sí se van a poder realizar lo que no sabemos con certidumbre es si todos se van a poder realizar en tiempo y forma, vamos tener proyectos que se ejecuten a tiempo conforme a la expectativa y que ya están funcionando, y otros que van a transmitir hacia otros desarrolladores es decir un cambio de control en cuanto a la operación del proyecto, ya vimos salidas de desarrolladores y entrada de otro a la mitad; y habrá otros que quizá se va a retrasar y algunos no se van a ejecutar en una minoría”.
Cuestionado sobre los elementos que pueden evitar que no lleguen a tiempo o no se hagan, insistió “los temas de evaluación de tema ambiental, consulta indígena, uso y ocupación superficial, derechos de vía, permisos locales, dificultad con los dueños de las tierras, usufructo, la construcción (la ejecución de la construcción de las centrales) eso es lo que está produciendo retrasos en algunos de los proyectos de las subastas. Algunos podrán superarlos y otros no”.
Al respecto, argumentó que “muchos países adolecen de los mismos problemas que nosotros tenemos sobre los derechos de vía, temas de consulta indígena, la evaluación de impacto social es un esquema muy loable y sano que se ha implementado pero hay una curva de aprendizaje en el país, otras naciones lo han hecho pero se requiere que intentamos mejor la implementación de este tipo de evaluaciones, necesitamos experiencia internacional, consultores en estos temas”.
Este tipo de casos también ocurre en otros países, en otros no, estos es muy común en naciones de Latinoamérica que enfrenta temas con comunidades indígenas, comunidades agrarias y sí resulta ser un tema, no sé si a mayor o menor grado, pero claramente muchos enfrentan esta problemática.
Consideró que las consecuencias de esto sería el incremento de costos, “porque lo que tu pensabas que ibas a terminar en un mes te toma seis meses y lo que pensabas que te iba a costar seis pesos te va a costar más y eso va a afectar el retorno de la inversión del proyecto y consecuentemente los costos de generación y otras cosas”.
Indicó que si bien los costos de generación ya están asegurados, pactados y ya no se alteran, “el costo interno alguien se lo tiene que comer alguien lo tiene que pagar. El consumidor final no porque los precios ya están ofrecidos al sistema, pero estos costos adicionales al final alguien los pagar ya sea el desarrollador, el banco, pero no el consumidor final en este caso”.
Es parte de la curva de aprendizaje, es la parte de la maduración del proyecto, podemos ver el vaso medio lleno, medio vacío. “Medio vacío; si los proyectos se están ejecutando y los retrasos que se tienen, en medio lleno se está teniendo acceso a precios históricamente bajos, estamos incrementando la cartera generación de energías renovables, aportando una mayor plataforma de centrales de generación en el sistema, generando trabajo, infraestructura, impuestos, diversificación de portafolio de combustibles fósiles y de energías renovables hay que quedarnos con la parte positiva y seguir a pesar de los retos en el camino”.
Proyectos de generación de electricidad en riesgo por costos no previstos: AmCham
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