Luego de la Reforma Energética impulsada por el actual Gobierno Federal, la puerta del mercado nacional se abrió para cientos de empresas. Competidores de todo el mundo comenzaron a invertir en territorio mexicano.
En enero de este año, en la subasta de la Ronda 2.4, una empresa anglo-holandesa hizo notar su presencia al ganar 9 de las 29 áreas licitadas. Shell, a través de su conexión en México, ha sido un protagonista en materia de hidrocarburos a nivel mundial.
Shell representa una de las principales compañías energéticas del mundo, con aproximadamente 93,000 empleados, operando en más de 70 países. Al frente de la organización se encuentra Ben van Beurden, Maestro en Ingeniería Química por la Universidad Tecnológica de Delft en los Países Bajos.
Desde 1983, Ben van Beurden se unió a las filas de Shell tras graduarse de la maestría. En enero de 2005 se convirtió en Vicepresidente de Manufacturing Ex-cellence, trasladándose a Houston, Estados Unidos. En dicho cargo fue responsable de los estándares en excelencia operativa e iniciativas de alto rendimiento en refinación y fabricación de productos químicos.
A lo largo de este tiempo, van Beurden ocupó varios cargos directivos como empleado de Royal Dutch / Shell Group en materia técnica, tanto en los Países Bajos como en el extranjero. Su trayectoria lo llevó incluso a roles comerciales, tanto en empresas de upstream como de downstream.
Entrado el nuevo milenio, luego de ser designado Gerente General de operaciones de Malasia LNG, su desempeño cruzó fronteras hacia el mercado latino-americano gracias a que fue elegido como Vicepresi-dente de Shell México Gas and Power, para después desarrollar una misión como asistente privado de Phill Watts, presidente de la empresa holandesa.
Para 2004, mientras van Beurden colaboraba con Watts, Shell entró en un escándalo contable debido a que la empresa había exagerado sus reservas de petró-leo. Diversos directivos fueron removidos de su cargo, no obstante Ben continuó recibiendo la confianza de la compañía.
Posteriormente, en diciembre de 2006, Ben fue nombrado Vicepresidente Ejecutivo de Shell Chemical LP. Se desempeñó también como Vicepresidente Ejecu-tivo de Productos Químicos en Royal Dutch Shell plc.
Su influencia en la industria ha quedado de mani-fiesto, no sólo por los cargos directivos en los que ha permanecido, sino además por las posiciones conce-jales. En ese sentido, ha sido nombrado miembro de los consejos de administración de varias asociaciones industriales líderes, incluido el Consejo Europeo de la Industria Química.
Tres años más tarde, la trayectoria de Ben van Beur-den continuaría en ascenso. En marzo de 2009, fue nom-brado miembro del Consejo del Consejo Internacional de Asociaciones de Productos Químicos (ICCA).
Aprovechando su experiencia en temas energé-ticos aunado con su conocimiento sobre el territorio europeo, de enero a septiembre de 2013 Ben fue direc-tor de Downstream con responsabilidad regional para Europa y Turquía. Desde entonces ha formado parte del Comité Ejecutivo de Shell.
Vivir, conocer y adaptarse a nuevos países le han permitido entender las dinámicas del mercado ener-gético en diferentes zonas geográficas. Tomando en cuenta eso, aunado a su experiencia al frente de di-versas divisiones, en 2013 Ben van Beurden fue electo como CEO de Shell, tomando posesión el primer día del siguiente año.
Sorpresivamente, Peter Voser dejaba su cargo como Presidente en Shell luego de presentar su re-nuncia en mayo para buscar, según sus palabras, “un cambio de estilo de vida” tras estar 29 años en Shell. La empresa tendría una nueva cabeza.
Marvin Odum, director de Actividades Upstream en las Américas, Andy Brown, quien dirigía la mayor parte del resto de Exploración y Producción o Simon Henry, director financiero, apuntaban a ser el nuevo CEO de la compañía. Sin embargo, “después de una evaluación exhaustiva y una revisión de candidatos internos y externos”, el nombrado fue otro.
A pesar de su longeva trayectoria, al momento de realizarse la designación de presidente en Shell, Ben no figuraba entre los favoritos. Por ello, cuando se dio a conocer la elección a finales de 2013, el gigante pe-trolero sorprendió a propios y extraños.
“Ben tiene un profundo conocimiento de la in-dustria y una experiencia como ejecutivo comprobada en una amplia gama de negocios en Shell. Continuará impulsando y desarrollando aún más la agenda es-tratégica que hemos establecido, para generar rendi-mientos competitivos para nuestros accionistas “, de-claró Jorma Ollila, presidente del gabinete de Royal Dutch Shell, luego de la designación.
Ante los ojos de los analistas, el nombramiento resultaba una sorpresa debido a la poca exposición ante los inversores que tenía el Señor van Beurden, sin embargo muchos dudaban que la noticia cayera de imprevisto para los expertos de la compañía.
“Siempre estuvo claro que Shell designaría a la persona que sentía tener la mejor combinación de ha-bilidades para el trabajo, no necesariamente la mejor conocida por la comunidad externa”, escribió Peter Hutton, analista de RBC Capital.
La carrera de Ben van Beurden ha sido alabada por expertos en el sector, debido a su profundo conoci-miento de la industria y experiencia demostrada como ejecutivo en una amplia gama de negocios en Shell. Ha sido tal el impacto de sus decisiones en dicha compañía que a él se le atribuye el cambio en la, catalogada como “difícil”, división de productos químicos de Shell.
Reportes de Shell indicaban que en 2008, el nego-cio de productos químicos generaba una enorme pér-dida para el capital de la empresa. No obstante, durante la administración de van Beurden, la división química ha ayudado a contribuir con 5% de las ganancias netas.
Más de 30 años de experiencia, un recorrido amplio por empresas de Upstream y Downstream, roles operativos y comerciales; Ben van Beurden destaca como pieza fundamental para el crecimiento de una de las compañías petroleras más importantes del mundo.
BEN VAN BEURDEN, EL HOLANDÉS QUE DESEMBARCÓ SHELL EN MÉXICO
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