Ciudad de México, (David García / Energía Hoy).- Desde tiempos antiguos, la idea de tener un mundo donde las máquinas sirvan como apoyo al ser humano, ha estado latente. Con el surgimiento de la Revolución Industrial, el hombre no ha parado en su búsqueda por obtener más y mejores resultados en eficiencia productiva. Actualmente, vivimos una época donde los cambios tecnológicos avanzan a pasos agigantados con intervalos cada vez más cortos.
No obstante, aún existe la duda por saber si, algún día, las máquinas sustituirán por completo las labores que la mano del hombre realiza. Cientos de películas alrededor del mundo han tomado como argumento principal dicha cuestión, pintando una sociedad llena de ‘robots’, con la plena facultad de llevar a cabo múltiples tareas. Unas más verosímiles que otras, las obras filmográficas revelan la inquietud que pueda existir por conocer el futuro del trabajo humano basado en la maquinaria.
En el ámbito productivo, las empresas buscan que sus bienes, servicios y acciones se vean impulsadas por las innovaciones que se producen día a día. Ante tal circunstancia, la Inteligencia Artificial forma parte, cada vez más, de los temas a debatir cuando se habla de productividad.
La Real Academia de la Lengua Española (RAE), define Inteligencia como la “capacidad de entender comprender. Capacidad de resolver problemas”. Cuando a dicha palabra se le agrega ‘Artificial’, la imaginación vuela a diversos sentidos, todos ellos llevando al mismo punto: Máquinas que realizan tareas propias del ser humano.
El campo de trabajo que la Inteligencia Artificial puede realizar apenas ha sido explorado. De acuerdo con un estudio realizado por Accenture, la potencialidad que le puede dar dicha herramienta tecnológica a la producción de diversas empresas llega a niveles inalcanzables para la manufactura tradicional.
Con el uso de la Inteligencia Artificial en la producción, se pueden alcanzar tres metas diferentes:
Automatización Inteligente. La cual permite a la empresa, delegar tareas físicas a diferentes máquinas, las cuales realizarán todo lo que se les pida de manera automática, reduciendo el fallo.
Enriquecimiento del capital y trabajo. Lo anterior sólo permite que los trabajadores dediquen mayor tiempo al estudio, análisis y creación de nuevas herramientas, así como la posibilidad de explorar aspectos nuevos para el beneficio de la empresa.
Difusión de innovaciones. Luego de conseguir un éxito en la producción, los ojos del mercado estarán puestos en esta manera de trabajar, con el propósito de corresponder a las exigencias, tanto del mercado, como de la innovación misma que constantemente produce.
Puestos los ojos en la producción a través de la Inteligencia Artificial (IA), el ser humano podrá realizar mayores. Para Accenture, naciones como Suecia, Finlandia o Estados Unidos podrán aumentar su tasa de crecimiento en un 37%, lo cual impulsará en gran medida, el crecimiento económico de países cuyo peso financiero recae en la producción apoyada en las maquinarias.
Es inevitable notar cómo los avances tecnológicos tocan a la puerta de las empresas, reclamando su uso para fortalecer las economías, multiplicando los valores a fin de responder a las expectativas. Empero, los gobiernos de cada país deberán trabajar en atender los procesos de actualización y automatización, regulando a través de leyes que se adapten al cambio de paradigmas que nos presentan nuestros tiempos.
Hoy no es un sueño, no sólo forma parte de obras propias del séptimo arte. La Inteligencia Artificial es una realidad que permanece a la espera de encontrar una explosión dentro de los mercados y la producción.
La inteligencia artificial a la espera una oportunidad en los mercados y la producción
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