Escrito por: Gobierno

ASEA, el eslabón más débil de los reguladores del sector energético


Ciudad de México (Iliana Chávez / Energía Hoy).- La falta de independencia de largo plazo de la Agencia de Seguridad, Energía y Ambiente (ASEA), la ha convertido en el eslabón más más débil de los órganos reguladores del sector energético, lo cual le resta certeza regulatoria que permita garantizar la seguridad energética y la competitividad, señaló Carlos de Regules Ruiz-Funes, director ejecutivo de la ASEA, quien urgió a darle el mismo estatus que la Comisión reguladora de Energía (CRE), la Comisión Nacional de Hidrocarburos (CNH) e incluso la Comisión Federal de Competencia Económica (COFECE).
Indicó que  la ASEA fue creada como un órgano desconcentrado de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), es decir que pertenece a una secretaría de estado, donde las decisiones recaen únicamente en una sola persona, el director ejecutivo, quien es nombrado y removido por el Presidente de la República libremente.
En contraste, tanto la CRE como la CNH cuentan con la participación de siete comisionados que toman decisiones colegiadas. Son órganos independientes cuyos comisionados son nombrados por el Ejecutivo Federal, pero ratificados por el Senado de la República con periodos de permanencia específicos, es decir mandatos que trascienden a las administraciones en curso.
Para Regules Ruiz-Funes, estas  circunstancias de la ASEA, limitan la independencia necesaria y deseable en un regulador, así como la continuidad del modelo regulatorio, por lo que “en este eslabón de reguladores del sector energía estamos la CNH, la CRE donde la ASEA es el eslabón más débil, el sistema es más fuerte como su eslabón más débil”.
Refirió un estudio reciente de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), sobre el sistema de reguladores de energía en México: CRE, CNH y ASEA, donde analizó la gobernanza interna de cada uno de estos reguladores, pero también sus interrelaciones y la relación que tienen con el exterior.
El análisis reconoce que la ASEA es una agencia que a pesar de ser joven con tres años en operación ha alcanzado una plena madurez operativa, la pertinencia del modelo regulatorio que se está empujando como un modelo que recoge mejores prácticas y que es de vanguardia, pero subraya muy claramente “esta vulnerabilidad de la ASEA en términos de no tener el mismo estatus, la misma naturaleza jurídica, el mismo estatus de la CRE y la CNH”.
No obstante, recordó que en el Congreso de la Unión ya existe una iniciativa que presentó el diputado César Augusto Rendón García del Partido Acción Nacional (PAN), se trata de una reforma muy agresiva para transformar de fondo la naturaleza de la ASEA y alinearla exactamente a la misma naturaleza de la CRE y la CNH.
También existe mucho interés por parte de las asociaciones de la industria, de organismos empresariales, de gobernadores, legisladores por ir adelante y fortalecer la ASEA para tener un sistema fuerte de reguladores de energía en México, agregó de Regules Ruiz-Funes.

En el Congreso de la Unión ya existe una iniciativa que presentó el diputado César Augusto Rendón García del PAN, se trata de una reforma muy agresiva para transformar de fondo la naturaleza de la ASEA

A nivel internacional, comentó que más allá de México y la coyuntura de la renegociación del TLC y la incertidumbre política, “los tres países de Norteamérica deben comprometerse muy seriamente con la independencia de largo plazo de sus reguladores, a fin de lograr el propósito de garantizar la competitividad de Norteamérica con base en una seguridad energética y entendiendo que la premisa de esa seguridad energética es la certeza regulatoria”.
El objetivo debe ser mantener y ampliar la competitividad económica de la región de América del Norte con base en la seguridad energética, “entendida como el acceso a energía segura, es decir, que no comprometa vidas humanas en su proceso de generación; energía confiable, que no haya disfunciones en el flujo de energía ya que eso garantiza la continuidad en los procesos operativos; energía asequible, que sea barata con precios razonables; y energía sustentable no sólo en el término ambiental de la palabra sino a través del tiempo”.
Que esta región de América del Norte tenga esa matriz energética a su disposición le da unas expectativas de crecimiento económico y de competitividad brutales, donde el papel que juega la regulación es “garantizar el acceso a ese tipo de energía, la certeza y la imparcialidad regulatoria como condición para lograr la seguridad energética y por lo tanto en la competitividad económica”, insistió.
Explicó que cuando un regulador no tiene independencia y, por el contrario, debe acatar las órdenes de un gobierno en particular, se corre el riesgo de una desregulación y/o un vacío regulatorio, que puede tener consecuencias adversas, las cuales en general es incertidumbre regulatoria para los participantes del sector.
Desde la perspectiva política, el director ejecutivo de la ASEA indicó que la certeza regulatoria debe analizarse en un entorno de incertidumbre política derivado de la renegociación del TLC, las próximas elecciones en Estados Unidos, así como las elecciones presidenciales en México, y ante un posible cambio súbito en política como ocurrió  hace exactamente un año en los Estados Unidos.
Como ejemplo, citó el de una agencia reguladora que pertenece a una Secretaria de Estado del departamento del interior de estados Unidos, encargada de regular diferentes actividades entre ellas las de energía en terrenos federales: ¿Qué ocurrió? ¿Cuál es el caso? El Regulatory Management recibió una instrucción para eliminar el reglamento de los no convencionales de shale gas que regía desde la época de Obama en tierras federales y se dejó sin efecto este reglamento.

Cuando un regulador no tiene independencia y, por el contrario, debe acatar las órdenes de un gobierno en particular, se corre el riesgo de una desregulación y/o un vacío regulatorio, y genera incertidumbre regulatoria para los participantes del sector

¿Qué consecuencias tiene esto? Expuso De Regules Ruiz-Funes, genera un grado de incertidumbre para la operación petrolera en las comunidades y las sociedades en general, en aquellos terrenos en donde no existe otra regulación se crea un vacío regulatorio y por lo tanto incertidumbre regulatoria.
El segundo caso de ejemplo –y contrario al anterior- el de la Federal Energy Regulatory Commission (FERC), una agencia independiente que regula el transporte y transmisión interestatal de electricidad, gas y petróleo. La FERC recibió por parte del departamento de Energía una directiva para favorecer resiliencia de la red eléctrica con plantas que pudieran almacenar más de 90 días el combustible, es decir, carbón y nuclear, no gas, ni renovables, en otras palabras subsidios a la energía nuclear y al carbón.
La FERC se negó a hacerlo aun cuando cuatro de sus comisionados de cinco, han sido designados ya en esta administración actual, la FERC se comportó de una manera técnicamente independiente y tomó la decisión de no llevar a cabo esta directiva. ¿Cuáles fueron las consecuencias? “Se mantuvo la certeza y el rumbo regulatorio que garantiza la competitividad de largo plazo de los mercados eléctricos desde 1980”.
En estos dos ejemplos, indicó el director ejecutivo de la ASEA, los dos extremos del comportamiento regulatorio en un entorno de cambio dramático de política pública y la única diferencia entre uno y otro es la independencia del regulador, el Regulatory Management no es independiente pertenece a un departamento de Estado y por lo tanto obedece las instrucciones que recibe.
La FERC por el contrario es un regulador independiente cuyos comisionados, igual que en México con la Comisión Reguladora de Energía (CRE) y la Comisión Nacional de Hidrocarburos (CNH) y de la Comisión Federal de Competencia Económica (COFECE) son nombrados por el Ejecutivo, pero ratificados por el Senado de la República y con periodos específicos, con mandatos que trascienden a las administraciones en curso.
Bajo este panorama, destacó que “en Canadá y en México contamos con reguladores de energía con un grado de independencia, los dos organismos de Canadá independientes que reportan el primero al consejo de ministros y el segundo al parlamento en su conjunto. En México la CRE y la CNH también son organismos con un buen grado de independencia garantizado por esta característica de permanencia de sus comisionados”, finalizó el funcionario.

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