Ciudad de México (Santiago Barcón / Energía Hoy) Déjà vu significa literalmente ya lo he visto pero se utiliza para describir el sentimiento de ya haber estado en un lugar o vivido una experiencia.
Al inicio del año varios usuarios recibieron su factura de CFE con las nuevas tarifas que reflejaban la metodología de cálculo aprobada por la CRE. El efecto del cargo por demanda, que considera los 12 meses anteriores, resultó devastador. He tenido en mis manos recibos donde el aumenta supera 900 %. Déja vu incremento de la gasolina 2017 volvió a aparecer.
¿No hubiese sido sencillo correr un programa y calcular el porcentaje de incremento de cada usuario? Pero no se hizo, se minimizó diciendo que son unos cuantos, que no pasa del 400 %, lo cual es falso, que se tomarán medidas y, por supuesto, ahora entra una parálisis que evita que cualquier usuario cambie de régimen. La incertidumbre mata la actividad económica.
Empecemos por recordar que las Reformas Energéticasbuscan asignar costos eficientes. Esto se lleva a cabo por medio de las tarifas que envían al mercado las señales económicas. El problema consiste en que alguien que puso un hotel en Jalapa no lo puede mover a otro sitio. Poca o nula capacidad de maniobra tiene el usuario porque no sabe que hacer y con esos incrementos poco le quedará por invertir por ejemplo, en un sistema de control de demanda o cambiar sus patrones de consumo.
Peor que los aumentos resultó ver como se manejó la crisis. La CRE diciendo que son unos cuantos, que no pasa de 400 % de incremento, que se verá caso a caso y que “ya se está atendiendo”. Por su parte CFE, que debería restringirse a decir: “Aplicamos la metodología tarifaria de la CRE”, promete intervenir y comenta que resarcirá los cobros que no procedan cuando teóricamente no puede hacerlo. SENER, como corresponde, con técnica de avestruz para que no le recuerden que prometió energía eléctrica más barata. La Secretaría de Hacienda, sin duda, realizando cuentas de hasta qué nivel puede disminuir el cobro.
A todos estos problemas se juntarán una serie de amparos por la retroactividad del cálculo de la demanda que, en un descuido, afecta a toda la Reforma Energética: sólo nos falta que la Suprema Corte de Justicia dictamine que es institucional.
Como solución propongo que, que de forma inmediata, se den tres años para la implementación y se vaya aplicando en forma paulatina y mensual. Adicionalmente el enviar un comunicado, a cada cliente que haya tenido más de un 30 % de incremento. Continuemos con que la CRE debe de dedicar más tiempo a la praxis y no a la teoría. Soy, lo reitero de nuevo, un convencido de la Reforma Energética pero deben de analizarse y simularse los efectos de las decisiones que se tomen, aunque éstas sean correctas teóricamente.
La Reforma Energética avanza pero vamos a ayudarla a no tropezarse.
Las tarifas eléctricas, ¿déjà vu del 2017?
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