Luego de una espera atenta por parte del sector energético, la presidenta de México, Claudia Sheinbaum, presentó el paquete de reformas a leyes secundarias en la materia. La propuesta más relevante es la creación de la Comisión Nacional de Energía (CNE)
La CNE será un nuevo órgano administrativo desconcentrado de la Secretaría de Energía (SENER), que absorberá funciones clave de la Comisión Nacional de Hidrocarburos (CNH) y la Comisión Reguladora de Energía (CRE).
¿Cómo operará la CNE?
La CNE tendrá un papel determinante en la regulación del sector energético, puesto que, según Luz Elena González, titular de SENER, el nuevo organismo permitirá distribuir mejor las facultades del Estado y fortalecer la planeación, regulación, supervisión y conducción de la política energética.
“La CNE tendrá independencia técnica y operativa para cumplir funciones de ente regulador en materia energética”, aseguró.
En el sector de hidrocarburos, la CNE asumirá la tarea de otorgar permisos para la cadena logística de gas natural, petrolíferos y petroquímicos, además de establecer tarifas para estos energéticos. En electricidad, la comisión podrá conceder permisos para generación y comercialización de energía eléctrica, incluyendo la cogeneración. También definirá tarifas de transmisión y distribución, vigilará el Mercado Eléctrico Mayorista (MEM) y supervisará precios y subsidios.
Por otro lado, la SENER absorberá y mantendrá otras funciones regulatorias. Como la autorización de permisos en la cadena productiva del petróleo, demás de la regulación de la geotermia y los biocombustibles.
Cambios estructurales en el sector
La reforma incluye modificaciones a la Ley de Pemex, la Ley de CFE, la Ley de Planeación y Transición Energética, la Ley del Sector Eléctrico, la Ley de Hidrocarburos y la Ley de la Comisión Nacional de Energía. Con ello, se busca simplificar procesos y trámites, además de establecer una ventanilla única para el seguimiento de inversiones.
Reintegrarán subsidiarias de Pemex y CFE
Uno de los cambios más significativos es la desaparición de las tres empresas subsidiarias de Pemex y las nueve subsidiarias de CFE. De esta manera van a reintegrarlas vertical y horizontalmente.
“Con esta reforma estamos terminando con la absurda y estricta separación legal que les impuso la reforma de 2013 y que obstaculizaba su operación eficiente en favor de todos los mexicanos”, afirmó Luz Elena González.
La propuesta también introduce un nuevo régimen fiscal llamado “Derecho Petrolero para el Bienestar“, dirigido a optimizar la estructura fiscal de Pemex. En el sector eléctrico, se garantiza la prevalencia de la CFE con al menos el 54% del promedio anual de la energía inyectada a la red, sin incrementar tarifas por encima de la inflación.
Cambios buscan justicia energética
Para Sheinbaum, la reforma es una rectificación histórica respecto a la política energética de 2013, la cual consideró un intento de privatizar Pemex y CFE. Llamar empresas públicas a Pemex y CFE no es menor, pues significa que al ser públicas son del pueblo de México, declaró.
Las reformas también buscan implementar un concepto inédito en la legislación mexicana: la justicia energética. Esto implica reducir desigualdades en el acceso a la energía, priorizando a las comunidades más vulnerables.
En la “Mañanera del Pueblo”, Luz Elena González enfatizó que estas reformas consolidan la soberanía energética del país y colocan a la energía como un bien público estratégico y no como una mercancía.
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