En los tiempos actuales la descalificación y pintar escenarios apocalípticos es la norma. Dicho lo anterior, el anuncio de las dos termosolares con un total de 100 MW para Baja California Sur considero que es un grave error, no tan solo por la tecnología, sino por la falta de seguimiento a la planeación
Por Santiago Barcón
CEO de PQ Barcon
Soplan, por mucho, mejores vientos en el sector energético que en el sexenio pasado. El aceptar, sin inyección a la red hasta 20 MW detonará fuertes inversiones y dará un respiro que tanto necesita el Sistema Eléctrico Nacional (SEN), en lo que se terminan las líneas de transmisión y distribución. Aunemos que lo que se presenta en las conferencias matutinas se cumple, lo que permite empezar a trabajar en lo que se materializa.
Podemos enumerar muchos más y aclaro que la balanza se inclina a los logros y no a las pifias. No podemos, ni debemos, tomar una posición maniquea.
Con respecto a las termosolares, recientemente anunciadas, estas no aparecen en el Programa de Desarrollo del Sistema Eléctrico Nacional (PRODESEN) y para mí es el punto medular del tema. No se debe ni siquiera pensar en anunciar proyectos que no han sido incorporados en el proceso de planeación. Si queremos recuperar el camino, no debemos de cometer los mismos errores del pasado. Se pregonó a diestra y siniestra la balcanización del SEN por los permisos dados en el sexenio de Peña Nieto sin análisis.
Me podrán decir que ahora fue una decisión sopesada, pero no pasa por el tamiz del PRODESEN, donde se analizan contra otras opciones y se cotejan costos, riesgos, duración esperada de las tecnologías y decenas de aspectos más caemos en el mismo error. No soy experto en el área de generación, pero de las personas que respeto por su conocimiento han manifestado que es una mala idea y también les sorprendió el que se anunciara de esa forma.
El antecesor del PRODESEN era el Programa de Obras e Inversiones del Sector Eléctrico (POISE) que seguro tiene más de 40 años, yo lo consultaba cuando inicié y, en ninguno de los dos aparecen las termosolares. Esto quiere decir que, por al menos en cuatro décadas jamás se pensó que debería México contar con esta tecnología.
Tuve la oportunidad de ir a la planta de Mojave Solar Project de 240 MW, dado que resultamos favorecidos con el banco de capacitores de la subestación de 230 KV. Es una instalación impresionante con 7 kilómetros cuadrados de área. La tecnología es de Abengoa, que por estos proyectos y otros acumuló una deuda de 22 mil millones de euros que la llevaron a la bancarrota.
Una cifra que ilustra es que, en el mundo la solar fotovoltaica creció de 2013 a 2024 de 136 mil 572 MW a 2 millones 175 mil 400 MW. La termosolar únicamente incrementó de 3 mil 942 MW a 8 mil 580 MW. Puesto en perspectiva, la fotovoltaica es 24.8 veces nuestra planta de generación en México y la termosolar tan solo 0.11.
Me parece que es nuestra responsabilidad seguir de cerca este proyecto, porque lo peor que nos podría suceder es que se tratara de replicar esto en otros sitios del país.
Termino conminando a que empujemos y promovamos la energía nuclear. Todos los países la han dejado de demonizar e inclusive la abrazan. Es vox populi, aunque no me consta, que a nuestra líder no le gusta esta tecnología. Pero es de sabios cambiar de opinión y, por otro lado, el sistema eléctrico es transexenal. Si no se logra, por lo menos, tener un sistema de planeación robusto, estable y confiable. CFE ya lo hizo por décadas, así que sí se puede. Va a costar trabajo, pero para eso estamos los ingenieros.
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