A dos años de la crisis económica y sanitaria, el Paquete Económico 2023 busca apuntalar la recuperación económica con mayor inversión aunque con riesgos de un mayor costo. Propone más ingresos, sin cambios en los impuestos, a través de mayor deuda con riesgo de ser a un costo más alto por altas tasas de interés
Julio Alejandro Millán, presidente de Consultores Internacionales, S.C.
El Paquete Económico 2023 propone un presupuesto ambicioso. Se enmarca en un contexto complejo y retador por lo que busca echar mano de un mayor financiamiento para rescatar el crecimiento económico a través de mayor inversión en los proyectos bandera. En un año de altas tasas de interés, esta estrategia económica debe hacerse con la mayor precisión para reducir el riesgo del alto costo financiero.
Los criterios generales de Política Económica plantean un 2023 al margen del optimismo económico. Los datos apuntan a un crecimiento del 3.0%, inflación de 3.2% y una tasa de interés (cetes 28 días) de 8.5%, con precio promedio de petróleo en 68.7 dólares por barril y un crecimiento en Estados Unidos en desaceleración estimado en 1.8% anual. Este marco es fundamental para diseñar la estructura de ingresos, hacia donde fomentar el gasto y, si resulta necesario, plantear modificaciones en los impuestos.
Una búsqueda riesgosa
Ante este planteamiento, la propuesta de ingresos públicos busca afianzar la recuperación económica. La Iniciativa de Ley de Ingresos de la Federación (ILIF) propone un ingreso público por 8.3 billones de pesos corrientes, 17.1% más que el propuesto en 2022 cuando fue de 7.09 billones. En las últimas dos décadas, la magnitud de este crecimiento en los ingresos públicos sólo se ha propuesto en dos ocasiones: en 2007 (18.8% anual) y en 2009 (17.8%), ésta última como medida contra cíclica para la crisis económica y sanitaria de aquel año.
La recesión en Estados Unidos y la inflación creciente amenazan al crecimiento y por tanto a los ingresos del sector público, la propuesta parece una apuesta ambiciosa y de alto riesgo. La hacienda pública deberá ser cuidadosa y continuar con los esfuerzos de simplificación tributaria y combate a la evasión y la elusión fiscal.
Los ingresos presupuestarios (impuestos, ingresos petroleros, cuotas de seguridad social, venta de bienes y servicios, entre otros) se estiman para 2023 en 7.12 billones y los de financiamiento en 1.18 billones, 16.5% del ingreso total. Con una alta inflación, considerado como el peor de los impuestos, lo más sensato es evitar más impuestos mediante una Miscelánea Fiscal que debilite más a empresas y hogares, por lo que es osado incrementar en 28.5% el financiamiento en un entorno de altas tasas de interés.
La deuda es una herramienta administrativa útil, pero también un importante compromiso con el crecimiento. En las últimas dos décadas, al analizar los requerimientos de financiamiento de las Iniciativas de Ley con el crecimiento económico promedio anual (considerando las expectativas de la Encuesta del Banco de México para 2022 y 2023), se tiene que en el primer lustro de las últimas cuatro administraciones, la proporción de financiamiento es cada vez mayor y coincide con un crecimiento promedio positivo. No obstante, la deuda más importante de esta administración es la falta de crecimiento, este Paquete necesita apuntalar los cimientos de la inversión para fomentarlo.
Se necesita de la inversión privada
Una lectura rápida del Proyecto de Presupuesto de Egresos de la Federación apunta a que la Secretaría de Turismo obtendría el doble de presupuesto, que el de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) crecería en 76.6% respecto del 2022 y que Educación y Bienestar tendrían la mayor disposición de recursos, está última por el programa de pensiones para adultos mayores.
El mayor crecimiento propuesto en los ingresos públicos en esta administración debe hacer un llamado y convencer a la inversión privada para tratar de revertir las deterioradas expectativas de crecimiento. El financiamiento es un costo que el gobierno deberá asumir y saber administrar para no trasladarlo -como mayores impuestos- a empresas y hogares.
El Paquete 2023 busca, en medio de un entorno retador y una compleja lógica económica, apuntalar la recuperación del crecimiento, la mayor deuda de esta administración para con sus ciudadanos. Lo más probable es que el Congreso apruebe el Paquete sin mayores cambios esperando que éste sea una señal positiva para los mercados en el objetivo de un mayor presupuesto público con niveles manejables de deuda que fomente mayor inversión y se traduzca en la recuperación del crecimiento económico.
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