En el marco del Día Internacional de los Bosques conviene preguntarnos sobre nuestra repercusión en el planeta y cómo podemos reducir nuestro impacto
Santiago Kalifa
Director de Alianzas Estratégicas de Beetmann.
Hoy en día vivimos en una emergencia global que puede tener repercusiones permanentes para las futuras generaciones. Aparte de la crisis económica y de salud por la que estamos atravesando hay un problema que silenciosamente crece y cada vez es más difícil de ignorar: el Cambio Climático.
Como se dice coloquialmente, ya no podemos tapar el sol con un dedo; podríamos decir que si no hacemos algo va a ser muy tarde, pero la realidad es que ya lo es; desastres como las ondas de calor en California o las heladas en Texas, son ejemplo de eventos sin precedente.
Expongo algunos datos impactantes que son consecuncia de la crisis ambiental. En el 2018 se concentraron 408 partes por millón de CO2 en nuestra atmosfera, la cifra más alta en 3 millones de años, en paralelo se perdieron más de 1 millón de hectáreas de bosques al año.
Pero no todo es malo, muchos países y sus empresas se están comprometiendo con el combate al Cambio Climático. Un ejemplo muy claro es el Acuerdo de París, donde 195 naciones acordaron reducir sus emisiones de CO2 con metas a mediano y largo plazo. Esta lucha genera más de 80 mil empleos a nivel mundial, sin embargo, se necesita que seamos conscientes de nuestra huella de carbono y buscar neutralizarla o eliminarla y de este modo lograr un cambio tangible.
#Internacional| A pesar de una caída en emisiones de carbono de 6% por la pandemia, la recuperación económica ha impulsado el alza en las emisioneshttps://t.co/ihnpCwvsxD
— Energía Hoy (@energiahoy) March 5, 2021
Antes de profundizar en acciones en favor del medio ambiente debemos comprender mejor en qué consiste la huella de carbono. Su origen se remonta a la década de 1990 cuando Mathis Wackernagel y William Rees comenzaron a cálcular la huella ecológica, que no era más que el número de planetas Tierra que se necesitarían si estuviéramos consumiendo recursos al mismo nivel que el planeta; al ser este un concepto algo fatalista se decidió registrar las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) que deja la huella de carbono:
- Una organización o empresa. En un ciclo económico completo se calculan las emisiones de GEI directas (emisiones en los procesos internos de la empresa) e indirectas (desde la fuente de generación de energía eléctrica para operar hasta viajes aéreos o terrestres de los empleados).
- Una persona. Existen diferentes formas de calcular la huella de carbono de una persona en función de sus hábitos, desde la energía que consume en viajes hasta la comida que ingiere.
- Un producto. Para calcular la huella de carbono de un producto, se toma el total de su tiempo de vida y se cuantifica toda la cadena de valor desde el maquilador hasta el cliente final.
- Un evento. Para cualquier evento también se puede calcular la huella de carbono midiendo el uso de la electricidad, transporte de asistentes y alimentos del evento. Existen eventos en donde ya se han neutralizado las emisiones de GEI.
Entonces, ¿debo de dejar de moverme y consumir lo menos posible para reducir mi huella de carbono? Sí y no. Lo más importante es estar consientes de las implicaciones ambientales que cada uno de nuestros hábitos, ya sea como organización o persona tienen en nuestro planeta. Una vez que hayamos creado conciencia de nuestras emisiones de GEI, existe lo que se le llama el carbon offset o compensación de carbono que son acciones con las que podemos compensar las emisiones; las más comunes y accesibles son:
1.- Reforestación o gestión sostenible del suelo
2.- Consumo de energía renovable
3.- Proyectos comunitarios
4.- Conversión de residuos a energía
Actualmente existen diferentes plataformas y asociaciones que las empresas pueden consultar. Individuos y empresas pueden apoyar a lograr la neutralidad de carbono mediante bonos de carbono, informate más, en el marco del Día Internacional de los Bosques, que se conmemora este 21 de marzo.
►TE PUEDE INTERESAR►ENERGÍA QUE MITIGA EL CAMBIO CLIMÁTICO.