Así vivirán la Navidad, los habitantes de Italia, Alemania, Brasil, Australia, Filipinas y Siria
Este año, las fiestas de Navidad serán para muchos tristes y melancólicas, con millones de personas obligadas a cancelar sus planes o limitar las celebraciones, debido a las restricciones impuestas en numerosos países para luchar contra la propagación de la pandemia de COVID-19.
El coronavirus mató a más de 1.7 millones de personas a nivel global y los focos de contagios que continuan surgiendo recuerdan que, pese a la llegada de las primeras vacunas, la vida no volverá tan rápido a la normalidad.
El Vaticano
El papa Francisco celebró su tradicional misa de Nochebuena con dos horas de antelación, con apenas 200 invitados, rigurosamente separados y con mascarilla, en la inmensa basílica de San Pedro. “El tiempo que tenemos no es para autocompadecernos, sino para consolar las lágrimas de los que sufren. Hablamos mucho, pero a menudo somos analfabetos de bondad”, declaró.
La Plaza de San Pedro, iluminada con su gran árbol de Navidad, estaba desierta.
Año triste
Australia, que este año fue citada varias veces como ejemplo de buena gestión sanitaria, se enfrenta a un repunte de casos en el norte de Sídney, cuyos habitantes solo podrán invitar a sus a casas a diez adultos y solo a cinco, si viven en “el epicentro” del foco de contagios.
Jimmy Arslan, que posee dos cafés en los barrios más afectados, tuvo una caída del 75% de su volumen de negocio. Y no podrá contar con la presencia de su familia, pues esta vive en Camberra. “Deberíamos recibir a 2021 y patear en el trasero a 2020”, bromea el hombre de 46 años.
En Filipinas, algunos escogieron pasar las fiestas solos debido al riesgo de contraer el virus. “Voy a pedir comida, volver a ver viejas películas y hacer una videollamada con mi familia”, afirma Kim Patria, de 31 años, que vive sola en Manila.
En el noreste de Siria, controlado por los kurdos, los habitantes ignoraron la pandemia y asistieron a una ceremonia de iluminación de un abeto en barrio cristiano.
Alemania tuvo que anular sus famosos mercados de Navidad.
Ante el repunte de la pandemia en Brasil, el segundo país más enlutado del mundo con casi 190 mil muertos, por detrás de Estados Unidos, el alcalde de Río de Janeiro prohibirá la noche del 31 de diciembre el acceso al barrio de la famosa playa de Copacabana, para evitar las aglomeraciones en la última noche del año.
Habitualmente, millones de personas se dan cita en esta playa para admirar los fuegos artificiales de la tradicional fiesta de fin de año, cuya cancelación se anunció en julio.
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* Información y fotografías de Agence France-Presse.